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Desarrollo empresarial en subregiones: habla Juan Manuel Higuita, director ejecutivo de Créame

La cabeza de la Incubadora y Aceleradora de Negocios más reconocida del país habló en En vivo extra junto con Juan David Builes, director de Aceleración y Emprendimiento de iNNpulsa; y Juan Diego Torres, director de Innovación de la Universidad de Antioquia, sobre posibilidades de incubación de industrias y de empresas en subregiones rezagadas.

Higuita sostuvo que el Gobierno nacional es cada vez más asertivo en las políticas y programas para desarrollar emprendimientos en el país. Sin embargo, señaló que la condición actual de las incubadoras de negocios es frágil y podría agravarse por la reducción del presupuesto público como efecto de la pandemia.

Como alternativa, dice que la asociatividad entre municipios es el camino para poder enfrentar el reto del desarrollo empresarial en cada una de las subregiones del país, pues ofrece un marco jurídico, financiero y legal para hacer inversiones conjuntas en municipios con presupuestos reducidos.

Juan Manuel Higuita es Administrador de Negocios, Especialista en Gerencia de Mercados Globales y Magíster en Administración de Empresas, con énfasis en Creación de Empresas.

Ha sido consultor de mercadeo y cooperación internacional, subdirector de Prospectiva de la Alcaldía de Medellín, profesor universitario y actualmente es director ejecutivo de CREAME Incubadora y Aceleradora de Negocios.

Estas fueron sus respuestas a la periodista Vanessa Serna.

Después de más de una década, ¿en qué está Colombia en materia de incubación de industrias y de empresas? Con breve explicación sencilla de cada concepto.

Cada etapa de la vida empresarial, desde el inicio hasta la consolidación de una empresa, tiene un nombre según el lenguaje de los ecosistemas de emprendimiento.

La incubación y aceleración, por ejemplo, se refieren a un conjunto de servicios que instituciones de los ecosistemas de emprendimiento como las incubadoras, aceleradoras y entidades de gobierno les ofrecen a las compañías según la etapa en la que están.

La incubación es una de las etapas más tempranas, incluso hablamos de pre-incubación cuando apenas estamos propiciando que las personas saquen de su cabeza sus ideas y las podamos convertir en modelos de negocio.

El proceso de incubación comienza desde la etapa de formalidad, de darle una cierta intención y estructura a una idea de negocio y de ponerla en marcha los primeros días.

Lo que hacemos con los servicios de incubación es modelación y planes de negocio, agendas comerciales con los primeros clientes y algunos mecanismos financieros que están diseñados para etapas como estas.

La aceleración es una etapa posterior a la incubación, donde ya la compañía ha logrado cautivar el interés de algunos clientes.

Lo que propiciamos es que la aceptación de su mercado se amplíe mucho más en un periodo de tiempo muy corto y que la empresa reciba mayor financiación para que pueda apalancar su crecimiento, sobre todo en lo que tiene que ver con capital operativo y de trabajo.

Esos son los conceptos, básicamente se refieren a etapas muy tempranas de la vida empresarial y a los servicios que ofrecemos a las empresas en esas etapas.

En el país estamos siguiendo una ruta, un camino que es bastante largo, pero yo creo que cada vez más los gobiernos locales, regionales y el gobierno nacional son más continuos y asertivos en las políticas y programas para desarrollar emprendimientos en el país.

En relación con hace 10 años, ¿cuál es la situación hoy de las incubadoras?, ¿cómo han evolucionado?

En general, la situación de las entidades del ecosistema es frágil, sobre todo las que no tienen asignación de recursos públicos continua y directa.

Son instituciones que literalmente el primero de enero de cada año arrancan con presupuesto de ingresos en cero y tienen que participar muchas veces de los programas y proyectos que el mismo Estado ofrece.

El SENA hace 24 años aproximadamente hizo un esfuerzo enorme por las incubadoras de negocio en el país. Infortunadamente, muchas de esas instituciones hoy no quedan; una de las que quedan es Créame, particularmente.

Yo creo que este país tiene una visión dentro de su política de emprendimiento de cómo vamos fortaleciendo las instituciones del ecosistema y cómo fortalecemos la coordinación entre ellas.

Un ecosistema que tiene empresas exitosas tiene detrás instituciones robustas, sólidas, que perduran en el tiempo, mejoran sus capacidades y que tienen la capacidad financiera para evolucionar en el tiempo.

Yo creo que la condición hoy es frágil y después del Covid mucho más porque los presupuestos públicos, que son una gran fuente de recursos para estas instituciones, se han contraído; y las agendas de puesta en marcha de programas se han retardado, lo que ha impactado bastante este tipo de instituciones.

¿Cómo establecer que una subregión, un subconjunto de municipios, es susceptible de implementación exitosa de políticas de incubación de industrias y de empresas, o de ecosistema de emprendimiento?

Este país cuenta con una serie de disposiciones normativas de ordenamiento territorial que les permiten a los municipios crear alianzas permanentes en la figura de provincias, áreas metropolitanas, entre otras.

Especialmente en las subregiones, las figuras de provincia, que pueden ser uniones entre municipios, les permite y les da un marco jurídico, financiero y legal para hacer inversiones conjuntas en temas que son fundamentales para la subregión.

Para muchas de las problemáticas que encontramos en las subregiones, como vivienda, pobreza, servicios públicos y el desarrollo empresarial, se pueden llegar a acuerdos fundamentales a través de la figura de provincias y otras figuras de ordenamiento territorial asociativas.

De esta forma, se busca que no haya una política por cada municipio con los pequeños presupuestos que manejan en subregiones muy apartadas, sino que puedan armar presupuestos y políticas más robustas que reúnan no solamente la vocación del municipio, sino las distintas vocaciones de municipios cercanos para formular propuestas de valor para el sector empresarial, los inversionistas, empresarios y emprendedores, para hacer atractivos esos territorios.

Los municipios tienen que explorar más esa figura. En el caso de Antioquia existe la provincia de Cartama, que son 11 municipios del suroeste antioqueño que se han unido en una corporación para hacer inversiones conjuntas en aspectos fundamentales de la vida de la subregión.

Yo creo que ese es un camino muy poderoso porque los municipios tienen presupuestos muy pequeños para estos temas, pero si juntamos los presupuestos de varios municipios cercanos, que comparten vocaciones productivas o que son complementarias, esos esfuerzos pueden tener unos resultados mucho más contundentes.

Además, sirven de plataforma para que instrumentos del gobierno nacional como iNNpulsa, el Ministerio de Ciencia y Tecnología, de Agricultura, de Minas y Energía, puedan aportarles recursos y capacidades a unas estructuras más sólidas para desarrollar proyectos de impacto en las subregiones.

El camino de la asociatividad entre municipios, a través de cualquiera de las figuras como provincias, área metropolitana, la que quepa, es el camino para poder enfrentar este reto del desarrollo empresarial en cada una de las subregiones del país.

¿Podría, por favor, contarnos un caso que conozca de introducción de emprendimientos sostenibles en zonas donde se creía que era muy difícil, y un par de lecciones aprendidas, sea por el éxito o el fracaso?

Más que el caso de una empresa en particular, quiero destacar un programa que hemos ejecutado durante ocho años en Antioquia que se llama Emprendimiento Sostenible Metropolitano.

Este programa se ha dedicado a identificar aquellos emprendimientos que resuelven los problemas de sostenibilidad de los territorios, en cuanto a calidad del aire, vertimiento y manejo de residuos sólidos, todas estas cuestiones que están afectando no solamente a nuestros territorios, sino al mundo entero.

Nosotros identificamos esos emprendimientos, porque muchas de esas iniciativas se quedan en esquemas de corporaciones o fundaciones, y pierden esa visión empresarial que pueden tener desde el inicio.

Durante ocho años, cada cohorte anual del programa se ha dedicado a identificar al menos 50 compañías que resuelven problemas de sostenibilidad no solamente del territorio sino del mundo, como el cambio climático, calidad del aire, aguas y residuos sólidos.

Todas estas cuestiones se pueden resolver a través del emprendimiento, generando a su vez empleo y riqueza; y no solamente a través de esquemas de no retorno económico como corporaciones y fundaciones, pues todo esto se puede hacer a través de empresas rentables generadoras de empleo.

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Juan Manuel Higuita, Juan Diego Torres y Juan David Builes estuvieron en el En vivo extra #39 «Desarrollo empresarial en subregiones». Puede revivir la emisión aquí en Canal VIP.tv (minutos 30 a 60).

Editó: Juan David Morales, jefe de redacción de la plataforma de comunicaciones de Color de Colombia.

*Trazador misional de esta publicación de Fundación Color de Colombia: Línea estratégica 3: Mercados inclusivos y desarrollo sostenible. Iniciativa: Promoción de consensos estratégicos para el desarrollo sostenible. Proyecto: Misión «Incubación de industrias y de ecosistemas de emprendimiento sostenibles en subregiones con significativa población afrocolombiana».

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