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Bullerengue se proyecta a Colombia desde los festivales de Puerto Escondido, Necoclí y María La Baja

Álvaro Arenas, José Padilla y Ángel Ramírez: organizadores de los festivales nacionales de bullerengue de Necoclí (Antioquia), María La Baja (Bolívar) y Puerto Escondido (Córdoba), respectivamente, hablaron sobre los cambios por Covid-19, la sinergia entre festivales y el propósito de que el bullerengue sea reconocido como patrimonio cultural inmaterial de la nación.

Esta es la memoria de la conversación en televisión.

Álvaro Enrique Arenas García es director de la Casa de Nuestras Culturas del municipio de Necoclí, Antioquia. Director y cantante de la agrupación musical SONDENEC durante 10 años, que interpreta rock, pop y baladas

José Miguel Padilla Julio es abogado, Secretario de Cultura y Juventudes del municipio de María La Baja, Bolívar. Ha sido investigado del folclor.

Ángel Pastor Ramírez es músico y docente, director de la Asociación de Creadores y Gestores Culturales, Asocultura, de Puerto Escondido, Córdoba.

Estas fueron las respuestas de los invitados al En vivo extra a la periodista María Fernanda Perea Villegas. **

¿En qué consiste el Festival Nacional de Bullerengue que se realiza en su municipio?

Álvaro Arenas: este es un gran evento cultural que cuenta con invitados a nivel nacional, donde conjugan la parte artística con la académica. Es decir, no solamente se muestran diferentes versiones artísticas, sino que también se conoce un poco más sobre la academia, la trayectoria, los inicios y todo lo que conlleva a los festivales de bullerengue.

En este festival encontramos foros, charlas, conferencias, lo cual ha venido manteniendo una tradición, una cultura y un aprendizaje en especial para el gremio de los bullerengueros. Este Festival se ha caracterizado en los últimos años porque el país entero ha puesto los ojos en el municipio para aprovechar y disfrutar cada una de estas muestras artísticas y todo lo que conlleva el Festival Nacional del Bullerengue, lo que nos ha permitido mantener la tradición en cada uno de estos lugares.

José Padilla: el Festival de María La Baja se celebra en el marco de una tradición religiosa, la fiesta en honor a la Virgen Inmaculada Concepción de María. Esto es evocando esos momentos históricos ancestrales, eran las fiestas de la religión católica las que determinaban un cese de las actividades agrícolas y domésticas para darle rienda suelta al jolgorio.

Es así que, en las fiestas de Santa Catalina (25 de noviembre), la fiesta de San Juan (24 de junio) y la fiesta de Pascua (diciembre), la población afrodescendiente del territorio derrochaba alegría y entusiasmo contagiando al resto. Salían a las calles bailadoras, cantadoras, respondonas, a lo que a lo que denominaban fandango de lenguas y otros bundes.

El Festival es la máxima expresión cultural afro de los Montes de María, y es un escenario propicio para el reencuentro e la integración de esa familia que llamamos bullerengueros, donde concurren tamboreros, cantadoras, bailadoras, académicos, aficionados e investigadores.

Esto nos permite fortalecer la identidad y salvaguardar la tradición. Y no solo hablo del bullerengue, porque este escenario es una plataforma para visibilizar otras áreas artísticas. Nosotros durante los días 5 y 8 de diciembre de cada año recibimos alrededor de 22 delegaciones de todos los departamentos que practican el bullerengue como Córdoba, las subregiones del Urabá antioqueño y el departamento de Bolívar.

Esas delegaciones se presentan durante cuatro días en tarima, donde el jurado calificador tiene la ardua tarea de calificar el baile, tradición, vestuario y expresión. En la clausura podemos entonces determinar quién es el ganador del primer lugar como tamborero, como bailadora, como mejor cantadora y entre otros. En eso se resume la realización de nuestro Festival.

Ángel Ramírez: nuestro Festival del Bullerengue consiste en la realización de un certamen donde se expresan los ritmos auténticos y de origen africano traídos por los esclavos en la época de la colonia.

Nuestro Festival del Bullerengue que se realiza desde el 22 al 25 de junio en nuestro municipio tiene como principal objetivo rescatar y difundir la cultura ancestral afrodescendiente, además de resaltar la identidad del folclor de la costa Caribe.

De igual forma que Necoclí, tenemos un espacio cultural y académico donde realizamos foros en los que se discuten los temas principales del Festival. Este evento también busca la integración de todos los departamentos de la costa Caribe. 

¿La pandemia del Covid-19 qué ha implicado para organización del Festival?

Álvaro Arenas: la emergencia sanitaria nos obligó a innovar, proyectando el Festival de Necoclí de una forma diferente. Sabemos que la virtualidad es un mecanismo que se viene implementando en estos tiempos, nosotros desde el municipio de Necoclí nos estamos proyectando para poder realizar nuestro Festival Nacional de Bullerengue de una manera virtual.

Nosotros no consideramos que esto sea un obstáculo para que se puedan seguir ejecutando nuestros festivales, por el contrario, es la oportunidad para fortalecerlo y llegar a más personas por medio de plataformas virtuales, redes sociales e internet.

Todos estos son mecanismos que nos ayudan a llegar a nuevos públicos porque cuando hacemos el Festival de forma presencial, solamente asisten las personas que llegan al municipio; pero cuando nos vamos a la virtualidad estamos llegando a nivel mundial, mostrando nuestras raíces, tradición y costumbres.

La pandemia del Covid-19 nos ha enseñado a ser innovadores y a mirar más allá para poder mantener la tradición del Festival Nacional del Bullerengue.

José Padilla: el impacto del Covid-19 ha afectado la sociedad en general en sus relaciones interpersonales. Ha sido un verdadero desafío para nosotros la organización de la vigésima séptima versión del Festival Nacional del Bullerengue en María La Baja. Sabemos que con sólo mencionar una reunión presencial es atentar contra la salud; no obstante, hemos aprovechado las redes sociales y la comunicación vía telefónica para la articulación con todos los actores involucrados.

Gracias a Dios hemos podido concretar algunas ideas, siempre conscientes de que toca replantear, reinventar y repensar. En medio de todo esto nos hemos demostrado a nosotros mismos lo capaces que somos para sortear situaciones e ir siempre por los objetivos que nos proponemos. Nosotros estamos decididos a realizar el Festival Nacional del Bullerengue y aprovechar todas las herramientas tecnológicas, ante la imposibilidad de celebrarlo de forma presencial.

Algunos gestores nos han manifestado en estos momentos de estrés, de turbación, que han encontrado en el bullerengue la cura para el alma. Además, han relacionado el bullerengue con otro campo de nuestras tradiciones como la medicina tradicional, así que vamos para encima con el Festival en palabras coloquiales y que el coronavirus se aparte.

Ángel Ramírez: nosotros en Puerto Escondido, Córdoba, por ser el primer escenario donde se presentan los festivales de bullerengue, en este caso iniciamos en el mes de junio (en Necoclí es en el mes de octubre y María La Baja en el mes de diciembre), nos tocó reinventarnos el bullerengue de forma virtual.

Este año nos tocó el tregésimo tercer Festival Nacional de Bullerengue y lo hicimos de forma virtual, homenaje a la vida, empezamos con una alborada virtual que hicimos por Facebook Live, mostramos una alborada atípica que nos tocó hacer a través de un vehículo y un equipo de sonido para despertar la gente con bullerengue.

Luego hicimos un foro virtual en el que tuvimos dos temas muy interesantes: la influencia del bullerengue la cultura colombiana, y el bullerengue en los en tiempos de pandemia. Este último muy importante porque realmente ahora no podemos hacer lo que disfrutamos en compañía, el bullerengue no se puede hacer individualmente, se hace grupalmente

Además de eso, nos inventamos un concurso: la casa modo bullerengue, donde todas las casas se pintaban, se organizaban y se vestían de bullerengue. Al final premiamos a la casa que tenía el modo bullerengue, viendo la que más me gustas e interacciones tenía.

Nosotros fuimos más allá porque nos fuimos a nivel mundial, hubo mucha gente de muchos países que votó por estas casas de Puerto Escondido, fue algo innovador que llamó mucho la atención.

Los ponentes de este foro fueron varias personas reconocidas del bullerengue, el señor Álvarez, que fue uno de los fundadores de nuestro Festival; Xiomara Marrugo, quien ha sido presidenta muchas veces del Festival de Bullerengue; el profesor Edwin Flores, que también es muy conocedor del bullerengue y también ha sido presidente muchas veces del evento.

También hicimos presentación de bullerengue en vivo, pero tomando todas las medidas de precaución, todas las medidas que se nos iban imponiendo. Nuestro Festival ya tiene 33 años, es uno de los más antiguos de este tipo que se viene realizando.

¿Cómo les fue al sector Cultura y al Festival en el plan de inversiones del Plan de Desarrollo Municipal 2020-2023?

Álvaro Arenas: al municipio de Necoclí le fue muy bien. Afortunadamente, nuestro alcalde Jorge Augusto Tobón Castro es un cultor, y de manera general le apuntó a cada uno de los sectores de forma objetiva, pero puso mayor atención en todo lo que está relacionado con el sector cultural; es por ello que desde la administración municipal entre el plan de desarrollo se apuntó mucho al fortalecimiento y apoyo de los festivales que se realizan en nuestro municipio.

Acá no solo se realiza el Festival Nacional del Bullerengue en el mes de octubre, sino que también se realizan diversas actividades como las famosas Fiestas del Coco, que se realizan en el mes de enero, es la segunda mejor fiesta que se realiza en el departamento de Antioquia. A mediados de año tenemos el Festival de Vallenato.

Nuestro alcalde precisamente quiere fortalecer muchos de estos festivales y estas fiestas en nuestro municipio porque queremos mostrarle al mundo qué tenemos, cuáles son nuestras raíces y tradiciones. A nivel general, se le piensa apuntar mucho al fortalecimiento cultural, apoyo las diferentes agrupaciones, no solamente bullerengue sino nivel general, implementación de nuevas monitorías en el área rural y urbana.

Son muchos los factores culturales que se van a ver beneficiados en nuestro plan de desarrollo, por ese lado nos fue muy bien gracias a Dios y al apoyo que vamos a tener gracias a nuestro cultor y alcalde Tobón.

José Padilla: en María La Baja ha sido una dificultad el tema financiero, pero gracias a Dios, con esta administración y la anterior hemos venido mejorando de manera escalonada en las asignaciones que se hacen. Hoy en el plan de desarrollo está mucho más visibilizada la cultura.

Hoy tenemos un buen recurso para dotación, promoción, y especialmente para el Festival Nacional del Bullerengue hemos pasado de 70 a 130 millones de pesos. Yo creo que es un avance significativo y para aplaudir, la alcaldesa Raquel Victoria Sierra le ha apostado al Festival, a la cultura, como una estrategia de convivencia y de paz.

Ángel Ramírez: a nosotros nos fue muy bien con nuestra alcaldesa acá en Puerto Escondido. Nuestra mandataria Heidy Torres Becerra le ha metido la mano bastante a la parte cultural. Va a construir un centro cultural en nuestro municipio para que la cultura aquí siga avanzando y podamos hacer más visible en nuestra cultura. Además, ella piensa también promocionar no solamente el Festival del Bullerengue, sino todos los eventos culturales que se hacen en nuestro municipio.

Históricamente, ¿cuál ha sido la relación de su Festival con los otros dos y de qué modo cree que se podría mejorar esa relación?

Álvaro Arenas: siempre ha habido comunicación, nos hemos apoyado mutuamente, se ha contado con la participación, pero además hemos concordado en que en cada uno de los avances de los festivales hemos tenido un buen acompañamiento.

Podríamos mejorar un poco más la relación apostándole a los festivales nacionales de bullerengue como un producto de turismo cultural, creando a su vez una ruta que nos permita no solo llevar a cabo dichas actividades, sino también hablando en el mismo idioma y trabajar duro para convertirlo en un patrimonio inmaterial de nuestra nación.

Pero a nivel general sentimos que vamos de la mano, trabajamos juntos porque son tres festivales que están en nuestra tradición y que obviamente tenemos que trabajar articulados para que cada día sigan creciendo, y los vayamos proyectando mucho más, no sólo a nivel nacional sino a nivel internacional.

Precisamente, a principio de año recuerdo que me contacté con los directores de cultura de Puerto Escondido y María La Baja, precisamente para mirar en qué forma íbamos a trabajar y fortalecer estos festivales debido a la situación del Covid-19.

Es un enlace muy importante porque siempre estamos en comunicación, pensando qué vamos a hacer, cómo complementamos, cómo simplificamos esfuerzos, porque esto no es sólo Necoclí, es de los tres, somos tres municipios hermanos que debemos unirnos para trabajar de la mano, para que lo que se haga acá también se haga allá, lo que fortalece allá también fortalezca acá.

Entonces es muy importante precisamente esa relación que se maneja en estos tres municipios y le agradezco a los compañeros por esa disposición y la idea que trabajemos de la mano para que estos festivales crezcan mucho más.

José Padilla: en relación con María La Baja, voy a responder esta pregunta como vocero de los miembros fundadores del Festival, los gestores y creadores que han estado a cargo durante todos estos años de la organización. Siempre hemos manifestado que esa relación con Puerto Escondido y Necoclí ha sido una relación estrecha desde sus inicios.

Cabe resaltar que han sido festivales que han nacido hace muchos años. Me decía alguien que el Festival de Puerto Escondido nace en 1988 y el de María La Baja en 1990, sólo se llevan dos años, así que ha sido una relación entrañable.

Siempre nos ponemos de acuerdo para la programación de los festivales. Entonces es una relación de hermanos, de camaradería, de corregirse y sugerirse cosas, así que es la mejor relación. Yo creo que esto ha hecho que los festivales crezcan y tengan el valor cultural que hoy tienen ante la nación como un valor afrodescendiente.

Ángel Ramírez: nuestra relación con el resto de los festivales es buenísima, nos llevamos muchos de la mano, estamos siempre en contacto. Tratamos de que nuestro festival sea una plataforma para todas las generaciones, estos nuevos músicos y artistas que van surgiendo. Queremos que los festivales crezcan para que tengan acceso al turismo.

¿Cómo ve estos dos objetivos para la cooperación entre los festivales: lograr que el Bullerengue ingrese a la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial del país y fortalecerse como un circuito nacional que atraiga más turismo cultural?

Álvaro Arenas: precisamente nosotros acá en el municipio de Necoclí tenemos esos objetivos. Los vemos con muy buenos ojos porque estos dos objetivos nos van a permitir fortalecer el bullerengue como una de las máximas expresiones artísticas de nuestro país.

Aprovechando que aquí están los compañeros de Puerto Escondido y María La Baja, es una tarea que debemos plantearnos a nivel nacional, que el bullerengue sea un patrimonio inmaterial porque eso va a ayudarnos de forma impresionante.

Obviamente, el turismo cultural es algo que debemos aprovechar y explotar, porque no solamente es hacer baile por hacer, sino saber mostrarlo, que un turista llegue y se sorprenda. Qué bueno uno llegar por ejemplo a Necoclí, Puerto Escondido o María La Baja y encontrar ese tipo agrupaciones, donde todos sabemos que abarca lo que es el bullerengue, que no es solamente un baile sino lo que se representa detrás de esa expresión artística.

Entonces lo vemos con muy buenos ojos y tenemos siempre que visionarlo de esa forma, como patrimonio a nivel nacional y que lo explotemos de una manera sana como es el turismo cultural.

José Padilla: lograr que el bullerengue sea declarado como patrimonio intangible de Colombia es una tarea que nos corresponde a todos los actores involucrados en las regiones. Las autoridades civiles y los grupos, los gestores, los creadores donde se practica bullerengue participaron en un foro donde se habló de este tema.

Yo creo que los obstáculos que se han presentado para que esto se consiga, de acuerdo con los conceptos técnicos del Ministerio, es que no hay unificación de criterios. Se requieren mesas de trabajo para que logremos aglutinar sobre una misma idea, en el sentido en que las diferentes regiones donde se practica bullerengue lo expresan de manera diferente.

Un ejemplo, en María La Baja no se usan tablitas, no usa totumas, lo hacen ustedes en Puerto Escondido y Necoclí. Hasta la manera de bailar un fandango es un tanto diferente, allí se está el cuello de botella.

Entonces es lo que nos corresponde hacer es unificar criterios en cuanto el baile sus tres modalidades: chalupa, sentao y fandango; y el uso de instrumentos que cada territorio lo expresa de una manera diferente. Es tan respetable como lo hace Puerto Escondido, Necoclí o María La Baja, pero aquí la cuestión es llegar a un consenso.

Ángel Ramírez: en Puerto Escondido hemos dado un paso importante, con la ayuda de nuestra alcaldesa estamos dando los pasos para que nuestro Festival del Bullerengue sea patrimonio cultural nacional.

Esta gestión la está haciendo nuestra alcaldesa en su plan de desarrollo con el fin de que nuestro patrimonio del bullerengue se valore a través de las tradiciones culturales de nuestros municipios. Puerto Escondido representa esa identidad cultural, esa identidad de la raza negra, de la raza afrocolombiana, entonces eso nos lleva a que todos nuestros Festival logren ser patrimonio inmaterial nacional.

** Álvaro Arenas, José Padilla y Ángel Ramírez estuvieron en el En vivo extra #28 de magazine tv «Cuarentena musical Pacífico y Caribe» (8 de julio). Editó: Juan David Morales, jefe de redacción de la plataforma de comunicaciones de Color de Colombia.

*Trazador misional de esta publicación de Fundación Color de Colombia: Línea estratégica 4: Cultura, identidad y comunicaciones. Iniciativa 1: Periodismo cultural. Proyecto: Bullerengue nacional.

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