Las redes sociales han revolucionado el mundo. Han cambiado la forma de verlo y percibirlo. Antes era imposible que una gran estrella de cine, escritor, futbolista, político o cantante tuviera comunicación directa con su público y contestara de manera inmediata a sus preguntas.
El hecho de tener la puerta abierta para opinar de todos los temas, de escribir, de tomar fotos y videos de lo que vemos, no solo muestran la realidad del mundo, sino quiénes somos como individuos.
Las redes sociales son un punto clave hoy día para los departamentos de recursos humanos de las compañías. Antes bastaba con tener una hoja de vida impecable, con títulos, especializaciones y el respaldo de una buena universidad para conocer quién era el candidato. Solo restaba evaluar mediante unas pruebas psicotécnicas para elegir al empleado ideal, ahora no. Ahora, las redes sociales son quienes revelan a un aspirante a un cargo.
Hace un par de meses en una multinacional necesitaban contratar un director de mercadeo. Después de elegir a tres jóvenes candidatos, egresados de las mejores universidades de Bogotá, con hojas de vida impecables, especialización y maestría, se les sometió a pruebas psicotécnicas que arrojaron resultados sorprendentes. Los tres jóvenes eran equilibrados, emprendedores, con valores y alto grado de compromiso y habilidad para trabajo en equipo.
Era una terna difícil para los evaluadores de recursos humanos de la multinacional. Ya como punto final, las psicólogas se dieron a la tarea de revisar las redes sociales de los tres aspirantes quienes ya seguían a la empresa en Facebook y Twitter.
A uno de ellos le encantaba el fútbol, era hincha del Barcelona y de Millonarios. Y cada vez que había partido su time line de twitter era lleno de insultos al equipo contrario y al árbitro con palabras de grueso calibre. Adicionalmente, subía fotos de personas de quienes se burlaba por su aspecto físico. También se mofaba de James Rodríguez por la forma como hablaba en las entrevistas.
El siguiente aspirante le gustaba mucho la política y se indignaba con los escándalos de corrupción mencionando a diario a las madres de los políticos, desde la del presidente hasta las de los concejales. Insultaba también a periodistas de radio cuando no estaba de acuerdo con alguna noticia. Y en su biografía afirmaba que era un influenciador con más de 20 mil seguidores.
La última candidata en sus redes sociales tenía muchas fotografías en poses sexys, incluso con tomas de sus glúteos o sus senos en primer plano, con citas profundas de Dios. Además se burlaba de las mujeres que no tenían un cuerpo escultural y aseguraba que la imagen lo conseguía todo.
Al analizar las redes sociales de estos jóvenes decidieron no contratar a ninguno de ellos, y procedieron elegir a otras tres personas para integrar una nueva terna. El departamento de recursos humanos se dio cuenta que en las pruebas psicotécnicas se puede mentir acerca de quiénes somos, pero gracias a la libertad que tienen las redes sociales, estas son las que muestran realmente cómo actúa alguien cuando no está de acuerdo con algo, qué valores tiene, si respeta o no a otro ser humano.
La empresa multinacional que estaba llevando a cabo este proceso de selección tiene valores sólidos y antes que contratar brillantes profesionales, les interesaba tener empleados serios, que fueran la cara de la empresa. Era evidente que estos candidatos no podrían ser la imagen pública de aquella compañía y creo que de ninguna otra.
Todo lo que usted publique en sus redes sociales es la imagen de quién es usted realmente. Son una radiografía de lo que tiene en la cabeza y en su corazón.
Psicólogos de selección, equipos de recursos humanos y head hunters, a evaluar las redes sociales, ¡se sorprenderán!