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Los encuentros inesperados

Pete, Kevin y Danny en 2000

El reloj marcaba un poco más de las 8 de la noche del 28 de agosto del 2000. Danny, de 34 años,  iba a encontrarse con su novio para cenar cuando pasó corriendo junto a algo que estaba en el suelo de una de las estaciones del metro de Nueva York y llamó poderosamente su atención.  Sin embargo siguió su camino, llegó hasta la salida pero con la inquietud en su mente de lo que vio o creyó ver en el suelo de la estación, por eso decidió regresar y ver qué era. 

Cuando regresó pensó que era un muñeco pues se veía pequeñito y al acercarse más notó que las piernitas levemente se movían.  Se acercó un poco más y notó que no tenía ropa, solo estaba envuelto en una manta azul oscura y que aún tenía el cordón umbilical casi intacto.  Danny no podía creer lo que veía. No podía entender cómo alguien podría haber dejado abandonado a un bebé en el suelo. El niño no lloraba solo hacia pequeños movimientos y parpadeaba con sus enormes ojos negros.  Danny le acarició la cabeza con ternura y compasión. Toda la situación parecía irreal. 

Comenzó a llamar la atención de la gente, gritando que había encontrado un niño, pero la gente seguía su camino, lo miraban de reojo, así que decidió gritar más fuerte pidiendo que alguien llamara a la policía. Solo una mujer se acercó a su lado pero, no hablaba inglés. Esto sucedió en la época en que muy pocas personas tenían un celular. 

Danny tenía miedo de levantar al bebé del suelo, así que lo dejó y salió corriendo a buscar un teléfono, llamó a su novio Pete y le contó la situación para que llamara a emergencias y salió corriendo nuevamente a donde estaba el bebé para ver que estuviera bien. Esperó que la policía llegara en compañía de Pete, luego fue a rendir su testimonio. Mientras la patrulla de la policía se llevaba al bebé, Pete le dijo a Danny -¿Sabes? estarás conectado con ese bebé de cierta manera por el resto de tu vida, le salvaste la vida-   Dany respondió -Bueno, algún día este niño se enterará de la noche en que lo encontraron, y es posible que quiera encontrar a la persona que lo descubrió. Tal vez exista una forma de averiguar dónde lo llevan y enviar un regalo de cumpleaños cada año en esta fecha -. 

Días después Danny fue a averiguar al hospital donde había sido llevado el bebé, pero no le dieron ningún tipo de información.   Danny y Pete volvieron a su vida cotidiana: Danny a su empleo de trabajador social y Pete al de dramaturgo y diseñador de páginas web.   Pasaron los meses y una mañana Danny recibió una citación de la Administración de Servicios para Niños, para asistir a una audiencia familiar en el tribunal y testificar nuevamente cómo había encontrado al bebé.

Durante la citación, la jueza le preguntó si podía quedarse durante toda la audiencia. Esperó a que la policía diera su testimonio y luego se dirigió a Danny nuevamente.

La jueza le explicó a Danny que cuando tienen un bebé abandonado, tratan de ubicarlo en un hogar de acogida pre-adoptivo lo más rápido posible.  Eso le pareció lo más normal, pero no se esperaba lo que vendría después: 

-¿Le interesaría adoptar a este bebé?, le preguntó la jueza.  Danny no se esperaba la pregunta pero rápidamente respondió que sí, aunque era consciente que eso no era nada fácil. La jueza lo interrumpió rápidamente, sonrió y dijo: ‘Bueno, es posible».

Aunque la pregunta de la jueza fue totalmente inesperada, Danny era consciente que desde el día que encontró al bebé no lo había dejado de pensar un solo día, se sentía conectado con él y percibió en su corazón que esto de adoptarlo no era una oportunidad sino un regalo. ¡Y cómo iba a negar este regalo!».

Danny salió de la sala del tribunal para llamar por teléfono a Pete y contarle la noticia.  Su reacción inicial fue decirle que no, que no estaban listos para tener un bebé en casa, no tenían suficiente dinero, espacio. La situación estuvo a punto de separar a la pareja. Danny le dijo que lo iba a adoptar con Pete o sin él. 

Recuerda que le dijo que quería que los tres fueran una familia, que lo hicieran juntos. 

Danny convenció a Pete de que fueran a conocer al bebé. Rápidamente se dieron cuenta que no era un lugar para un bebé, tenía sarpullido, un pañal que no era de su talla entre otras cosas.  Danny sostuvo al bebé en sus brazos por primera vez y le dijo suavemente ¿Te acuerdas de mí?.  Cuando  le llegó el turno de alzarlo a Pete sintió un cariño inmenso e inmediatamente el bebé le apretó el dedo con su mano con mucha fuerza, con ese apretón Pete se dio cuenta que podía ser su papá. 

Después de eso, el proceso de adopción comenzó rápidamente. Hubo visitas domiciliarias, verificación de antecedentes y muchas preguntas que responder junto a un proceso de adaptación, de visitas, de fines de semana compartiendo juntos. Hasta que la adopción fue una realidad. 

Al pasar el tiempo Danny notó que a Kevin, así se llamaba, le gustaban mucho los libros, así que le hizo unas ilustraciones en forma de cuento para que leyera y supiera cómo lo había encontrado y habían formado la linda familia que eran.  Cuando comprendió que aquel cuento hablaba de él, muy emocionado se llevó el cuento al colegio para enseñarselo a todos sus compañeros. 

Han pasado 20 años de este encuentro mágico. Kevin estudia matemáticas e informática en la universidad, es un hombre respetuoso, estudioso, de buenos valores. Un buen ser humano.

Esta historia de la vida real que descubrí en diarios estadounidense me emociona mucho. El destino siempre nos pone a cada uno de nosotros en el lugar correcto a cada instante, con quienes debemos estar.  Este encuentro le cambió la vida a ese bebé. 

Simplemente en la vida es estar atento a los regalos y a las experiencias que la vida nos tiene destinadas y lo más importante hacerle caso al corazón y a la intuición.

 

En twitter: @AndreaVillate

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