Bogotá, 14 de septiembre de 2019. La Sinfonía del Pedal trazó una nueva ruta para aficionados al ciclismo, siempre ávidos de conocer nuevos lugares y retos. Sin duda, el trayecto Bogotá – Supatá – Bogotá, es un recorrido difícil de olvidar por su alta exigencia y por la belleza del paisaje.
Cerca de 50 pedalistas convocados por la Sinfonía del Pedal iniciaron la jornada a las 7:30 a.m. desde la gasolinería de Siberia, el domingo 8 de septiembre de 2019. El grupo multicolor acogió a hombres y mujeres, todos entusiastas al deporte de las bielas.
El primer tramo, hasta el Alto del Vino, el pelotón avanzó compacto y sus integrantes midieron las fuerzas de sus piernas en ese primer puerto. Luego, descendió ese largo tramo hasta la entrada principal a San Francisco, siempre con el acompañamiento de los motorizados Sebastián Siachoque, Gabriel Rodríguez y las fotógrafas Katerine Suárez y Tatiana Nossa.
La subida al Alto de la Magola (8 kilómetros al 5.8% en promedio y con una máxima de 12%) fue casi inmediato y controlado. Los ciclistas fueron sorteando las curvas que cada vez se hacían más difíciles y los tramos destapados que dieron una sensación de ciclismo épico. Ese tramo tiene poco transito vehicular, a penas para disfrutar del paisaje y del grupo.
Como es habitual en la montaña, cada uno tomó su paso más cómodo. Eso sí, los que quisieron medirse tuvieron vía libre y escalaron a tope, dejándolo todo, aquella mañana de tiempo seco y olor a tierra caliente. Algunos lograron sus mejores tiempos en Strava.
Luego de esa pequeña tormenta volvió la calma que los acompañó hasta Supatá, pueblo de paz y prosperidad. El reloj marcaba las 10 a.m. cuando ingresaron a uno de los pocos restaurantes que tiene la población alrededor de su parque principal.
Una hora después y con el estómago lleno, el abultado grupeto emprendió el regreso, enfrentando el Alto de la Magola por su cara menos exigente. El grupo se fue estirando como un resorte, hasta partirse en varias partes. Muchos aprovecharon para contemplar el paisaje que se abría a lado y lado de la vía.
En la posterior bajada a San Francisco la Sinfonía del Pedal socorrió a los afectados por los pinchazos. Varias personas ‘donaron’ sus neumáticos a quienes habían ‘olvidado’ llevar uno de repuesto; hubo gran muestra de compañerismo y solidaridad.
Las demoras que hubo en la parte trasera del grupo impidieron el reagrupamiento para enfrentar el último ascenso, desde San Francisco, hasta el Alto del Vino. Pero, eso no fue impedimento que para que varios armaran una ‘leñero’ y mostraran sus quilates.
Los más rápidos llegaron a las 2:30 p.m. al Alto del Vino y los rezagados pasaron por ese punto hacia las 4:00 p.m.
Al final, se formaron varios grupos para sacar adelante el difícil tramo desde el Alto del Vino, hasta Puente de Guadua. El viento no fue el mejor aliado a lo largo de esos 25 kilómetros que siempre representan la cereza del postre.
Todas las fotografías las pueden consultar en el álbum de @LaSinfoniaDelPedal en este vínculo https://www.facebook.com/pg/LaSinfoniaDelPedal/photos/?tab=album&album_id=1355959591222273
Escrito por: César Augusto Penagos Collazos
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