La Sinfonía del Pedal

Publicado el César Augusto Penagos Collazos

Ciclistas disfrutan rutas con acompañamiento de la policía

Ruta del Indio
Fotografía suministrada por la Policía Metropolitana de Bogotá

Las citas de los ciclistas recreativos son las más exóticas del mundo, pues suelen ser a muy tempranas horas de la mañana, cuando la mayoría de la gente duerme y, su objetivo es más que inverosímil: sufrir. Claro está que para esta creciente comunidad, sufrir es sinónimo de felicidad.

Bogotá, 25 de agosto de 2017. Bajo esa premisa, todos los jueves a las 5:10 a.m. docenas de aficionados al deporte de las bielas fijan el encuentro en el avenida Circunvalar con calle 76. Con la oscuridad a cuestas y con el acompañamiento motorizado de la policía, el pelotón inicia su recorrido hacia el sur, hasta la facultad de ciencias ambientales de la Universidad Distrital.

Como es habitual, el grupo se estira y se encoge cual acordeón como consecuencia de las subidas y bajadas que hay antes de tomar la vía Choachí. El vapor que sale de sus cuerpos y las luces rojas intermitentes pegadas a sus máquinas, delatan a los animados escarabajos que avanzan con la única preocupación de esquivar algunos huecos y seguirle la rueda al grupo.

“Cuando empezamos, eran 40 personas y ya contamos entre 200 y 250 personas que vienen con el acompañamiento de la policía”, explica el capitán Fabián Beltrán Moreno, quien hace parte del grupo de uniformados del programa Rutas Seguras de la Policía Metropolitana de Bogotá.

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El acompañamiento al Páramo El Verjón inició hace dos meses con el objetivo de evitar los robos y homicidios que intimidaban a los deportistas a transitar por esta vía que se pierde entre el bosque. Por esa razón, los 18 kilómetros de ascenso, cuentan con motorizados adelante y atrás de los ciclistas y, con presencia de auxiliares a lo largo de la carretera.

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Javier Bonivento, derecha de pantalla, disfruta con amigos en mirador a Choachí

“Lo que más me anima es el paisaje y el número de ciclistas que vienen; hay gente de muy buen nivel. Además, a las 8 a.m. ya estoy de regreso y listo para ir al trabajo”, asegura Javier Bonivento, un Guajiro que práctica ciclismo desde hace tres años y para quién lo más duro de subir al Verjón, son las bajas temperaturas del páramo.

En las madrugadas con lluvias, el clima puede ser tan insoportable que la sensación térmica es de cero o por debajo de cero grados centígrados. No es una exageración, pues al final del kilómetro 18, la altura asciende a 3367 metros sobre el nivel del mar.

Sin embargo, ni el clima, ni la dureza del trazado son excusas para que estos pedalistas madrugadores protagonicen memorables palizas, cual competencia del World Tour. Según Strava, el Facebook de los ciclistas, el mejor tiempo es de 25 minutos con 33 segundos, en la categoría de los hombres y, 31 minutos con 16 segundos, en el caso de las damas.

Por: César Augusto Penagos Collazos

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