La Sinfonía del Pedal

Publicado el César Augusto Penagos Collazos

El ciclista que también fue torero

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Foto Fedeciclismo

La primera Vuelta a Colombia cultivó una duradera y ferviente afición por el ciclismo en Colombia. Desde 1951, cuando 35 pedalistas empezaron a abrir trocha sobre sus bicicletas, el heroísmo siempre ha acompañado al deporte de las bielas. El libro del periodista Indalecio Castallenos, ‘Todo tuvo un comienzo, el indomable Zipa’ es ‘la génesis’ de la posterior ‘conquista europea’.

Bogotá, 6 de abril de 2017. Luego de su contundente victoria en la primera Vuelta a Colombia, el indomable Zipa fue torero. En la arena de la plaza de toros la Santamaría, adornado con el traje de luces y vitoreado por una multitud enardecida, el pionero de los grandes ciclistas colombianos comprendió que su mayor habilidad taurina era montar en bicicleta.

Así de variopinta es la historia de Efraín Forero (89), el campeón de la primavera Vuelta a Colombia, un certamen deportivo en el que había luchado contra lo imposible, a lo largo de 1254 kilómetros por carreteras que se perdían en matorrales, piedras y ríos. Fue el ‘indomable zipa’ como se le conoció en su momento, la primera súper estrella del ciclismo nacional, capaz de llenar la plaza de toros más importante del país.

Es necesario aclarar que la fama nacional del Zipa se había construido en los escasos 15 días de competencia y las diez etapas de aquella primera Vuelta. Un par de años después, el afamado ciclista aceptó la indecente propuesta de torear un novillo por física necesidad, pues casi todas las promesas de apoyo que había escuchado el día que entró en hombros a su pueblo, eran ilusiones del pasado.

Es así como el reciente libro del periodista Indalecio Castellanos Todo tuvo un comienzo, el indomable Zipa’, nos permite conocer la génesis épica de un deporte que congregó a más de 150 mil personas en Bogotá, durante la partida de la primera etapa de la primera Vuelta a Colombia, un 5 de enero de 1951.

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El texto es el hallazgo de un eslabón perdido del ciclismo nacional, pues en su momento el premio nobel Gabriel García Márquez, escribió un gran trozo de la historia de este deporte tomando como protagonista al antioqueño Ramón Hoyos Vallejo, cinco veces campeón de la Vuelta a Colombia.

La historia del Indomable Zipa, nos ayuda a entender la posterior existencia de inolvidables pedalistas como Martín Emilio el ‘Cochise’ Rodríguez (el primer colombiano gregario en un Tour de Francia, en 1975), Rafael Antonio Niño (seis veces campeón de la vuelta a Colombia), Alfonso Flórez (campeón del tour del Avenir en 1980), Fabio Parra (tercero en el Tour de Francia de 1988) y Lucho Herrera (Campeón de la Vuelta a España en 1987), por mencionar solamente algunas de las figuras destacadas de los 70 y 80.

“Lo que hizo Forero con determinación para impulsar la creación de la vuelta y su ejercicio valiente en las trochas de la época, fue sin dunda alguna mítico y este libro es una oportunidad de oro para contarlo”, dice Indalecio Castellanos.

Todo tuvo un comienzo

Efraín Forero e Indalecio Castellanos en el lanzamiento del libro
Efraín Forero e Indalecio Castellanos en el lanzamiento del libro

Antes de la actual época de oro del ciclismo colombiano, cuya figura predominante es Nairo Quinta, todo fue a otro precio. El libro del indomable zipa nos cuenta anécdotas que hoy parecen inverosímiles, como aquella, según la cual, Efraín Forero compitió por primera vez vistiendo el uniforme azul de Millonarios, porque en la ciudad no había almacenes de ciclismo ni tallares de bicicletas.

Igualmente, la publicación de Ediciones Aurora, relata la increíble pericia de esos pioneros que se lanzaban como suicidas por abismos pedregosos a más de 60 kilómetros por hora; detalla las largas etapas que le permitían a los pedalistas darse un baño en los ríos que encontraban a su paso o, rezarle a alguna de esas esculturas de la virgen que suelen vigilar con celo los más duros puertos de montaña.

Es decir, mucho antes de la primera aparición de un equipo colombiano en el Tour de Francia patrocinado por pilas Varta en 1983, año en el que los ciclistas europeos sintieron temor de los indomables escarabajos colombianos, mucho antes, existió un ciclista que además de torero, fue albañil, busetero y entrenador. Todo un campeón.

Por: César A Penagos Collazos

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