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«Hice un app y nadie la compró»

Clicking away!
Por: Daniel Bernal [@afterxleep] –

El título de este post se está convirtiendo en corriente literaria, y para muchos en una realidad que créanme, entiendo lo que significa.    Cualquier app comercial, que preste un servicio valioso requiere cientos de horas de trabajo en desarrollo, diseño y experiencia de usuario. Ver que un proyecto que puede tardar meses, vende al final del día 57 copias a razón de $0.99 cada una, es devastador, por decir poco.

Hoy, con más de 1M de aplicaciones en el App Store (y un poco más en Google Play), sigo encontrando personas que insisten en que las apps móviles son una lotería y cualquiera puede enriquecerse con una en un segundo.    De ahí, la razón por la que detrás de la mayoría de artículos que he leído sobre aplicaciones fallidas, hay una teoría conspiradora en contra del sistema (Apple el App Store y a veces la competencia) que exime de cualquier responsabilidad a los desarrolladores.

Algo que aprendí a fuerza y que parece obvio, –probablemente por eso no es tan fácil de entender– es que el esfuerzo enorme que toma diseñar y desarrollar un producto, no influye de ninguna manera en que alguien quiera comprarlo, o inclusive tenerlo.  Salir al mercado es apenas el precio de entrada; nunca una garantía de éxito.

Es obvio, pero eso no significa que sea fácil de entender.  Si las cosas no salen como uno espera,  lo más sensato es aceptar que su magistral y hermosa creación digital no tiene ningún efecto positivo en la gente, pero eso implica levantarse del laptop y enfrentar una realidad que no es para nada divertida.

¿Alguna vez ha visto a un extraño usando su aplicación?,  ¿La está usando de la forma que usted esperaría?, ¿Son claras todas las opciones que ofrece?.   Es posble que usted se haya esforzado para lograr que el diseño sea perfecto píxel por píxel, o el rendimiento sea excepcional, pero eso no va a hacer ninguna diferencia si el 90% de sus usuarios no entienden cómo funciona.

Si.  Su amigo puede hacer el diseño sin cobrarle un peso, pero ¿realmente va a hacer eso alguna diferencia si el mercado está limitado a 150 usuarios?.   O tal vez, ¿habría sido mejor invertir tiempo en mejorar la experiencia de usuario, antes que gastar 50 horas haciendo un video-turorial?

Cada día veo más programas educativos, (inclusive algunos fomentados por gobiernos irresponsables), donde le enseñan a miles de personas a «programar apps«, detrás de la promesa oscura de acceder a un ecosistema paradisiaco, donde cualquiera puede ser millonario en un segundo.  Por eso mismo cada día también, me encuentro con más programadores y diseñadores frustrados, que por preferir eso a un trabajo estable, se estrellaron contra la realidad y ahora culpan a otro.

Ojalá (sería maravilloso), todos pudiéramos escribir un app con los ojos cerrados, y volvernos millonarios de la noche a la mañana.  Puede suceder, (así como con tiempo suficiente un chimpancé podría escribir todo Shakespeare), pero cuando no es así, lo más sensato es aceptar que una idea, aprender a programar y pagar una membresía Apple, no garantizan nada.  Las apps, no son una lotería.

Esta entrada se publicó originalmente en danielbernal.co
Foto: Clicking away! via photopin (license)

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