Tejiendo Naufragios

Publicado el Diego Niño

Partida

Ajedrez1

La vida es un juego de ajedrez contra el Destino.

La primera jugada del Destino no es con sus propias fichas, como sería lo razonable. Su primer movimiento, si así se puede llamar, consiste en seleccionar y ubicar las piezas con las que jugará su oponente. Hay quienes dicen que Dios le susurra esta decisión al oído. Creo, aunque nunca estaré en capacidad de demostrarlo, que es su propio criterio quien le dicta la cifra y el lugar en el que debe ubicar cada pieza.

Así las cosas, algunas personas inician el juego con las dieciséis reglamentarias. Otras tienen ocho, pero tienen varias torres y varias reinas. Algunos tres, otros siete y así, hasta que se agoten todas las combinaciones posibles.

También es relevante la ubicación ya que de nada sirven doce peones si son puestos en línea vertical o cuatro caballos apostados en las esquinas. Algunos quedan con una configuración tan delicada que un mal movimiento será suficiente para desencadenar una embestida que lo acorralará en A8. Otros tienen distribuciones estables quienes, a pesar de la solidez, o quizás por ello mismo, no tendrán la menor posibilidad de atacar, resignándose a tener un juego seguro pero aburrido.

El Destino, como le corresponde, capturará fichas, custodiará el centro, avanzará sigilosamente con caballos y alfiles. Nosotros, entretanto, la pasaremos defendiendo embates y celadas hasta que llega el final.

Pocas veces se gana la partida. Quizás por ello hay quienes reniegan o quienes humedecen el tablero con sus lágrimas. Otros, por el contrario, agradecen la competencia, dan la mano y se van silbando un bolero. Hay quienes ríen a lo largo del juego, como si estuvieran viendo una comedia. Otros estudian las jugadas para enseñárselas a quien venga a pedirle consejo (que pocas veces sucede).

Después estará la eternidad en la que reiremos de las jugadas ingenuas y en la que desearemos tener una segunda oportunidad. Pero esa vez no nos importará ganar o perder. Sólo querremos tener la posibilidad de disfrutar el juego a pesar de las emboscadas, de las capturas y del desenlace en el que el rey volverá a caer sobre el tablero.

Comentarios