De Sebastián Hurtado guardo un recuerdo de las clases de análisis II que compartimos en la universidad Nacional.
Esa mañana Sebastián estaba escurrido en el pupitre y la mirada perdida en las ranuras del techo. El profesor, al verlo en esa actitud, le dijo que cogiera el lápiz y escribiera la demostración que ocupaba los tres tableros que iban de pared a pared.
—Profesor, tengo un problema con esa demostración.
—Claro, dígame cuál es el problema.
—¿Por qué es tan larga si se puede hacer en cinco líneas?
El profesor lanzó una carcajada sin alegría.
—Esta es la mejor demostración que he visto. Apostol la hace en tres páginas —afirmó el docente con una sonrisa irónica. —Por favor, pase al tablero y escribe su demostración.
Sebastián escribió las cinco líneas y se hizo a un lado del tablero.
El profesor estuvo en la misma posición por cerca de quince minutos. Al final dijo:
—En la próxima clase le tengo una respuesta.
En la tarde el profesor envío un correo excusándose porque no podría asistir a la siguiente clase.
—Su demostración pasó por los ojos de varios colegas de Colombia, Brasil y Estados Unidos —afirmó el profesor la siguiente semana—. La conclusión es que usted tiene razón: la demostración se puede hacer en cinco líneas. Por favor, pase al tablero para que la explique paso a paso.
El docente se sentó en el primer pupitre y prestó atención como un alumno.
En el 2018 Sebastián, junto con Aaron Brown, demostró la conjetura de Zimmer. Esa demostración le valió el New Horizons in Mathematics Prize, reconocimiento que se da en el marco de los premios Breakthrough, conocidos como los “premios Óscar de la Ciencia”.