Tejiendo Naufragios

Publicado el Diego Niño

Cifras y olvidos

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No está mal que una mujer, pastora para más señas, siga la biblia al pie de la letra: «Porque ninguno que tenga defecto se acercará: ni ciego, ni cojo, ni uno que tenga el rostro desfigurado, o extremidad deformada, ni hombre que tenga pie quebrado o mano quebrada, ni jorobado, ni enano, ni uno que tenga defecto en un ojo, o sarna, o postillas, ni castrado” (Levítico 21: 18-20)

Tampoco está mal que tome sus decisiones adoptando el criterio de Aarón o Moisés, a pesar que sus descendientes fueron quienes asesinaron a Cristo, faro y razón de su iglesia.

Sus palabras y actos, aunque censurables, están dentro de los límites del ejercicio de sus libertades. Lo que sí es reprochable, es que se lucre de la esperanza de sus feligreses.

Según informe de El Espectador, los ingresos mensuales de su iglesia ascienden a poco más de 8.500 millones de pesos. Ese es exactamente el monto que el Consejo de Bogotá destinó este año, para el Instituto de Economía Social (IPES). Y si se hacen los cálculos respectivos, se concluye que ellos reciben al año 102.000 millones de pesos, la cantidad que gastó el Gobierno Nacional para atender las emergencias causadas por la segunda temporada de lluvias.

¿Qué destino tiene ese dinero? ¿Hacen obras de caridad? ¿Construyen hospitales o colegios para la comunidad? ¿Auxilian a los miembros que han caído en desgracia?

Son interrogantes que se empiezan a investigar.

Preliminarmente se sabe que la Iglesia Ministerial Jesucristo Internacional tiene activos por más de 13 millones de dólares (cerca de 25.311 millones de pesos) en Miami. Sin embargo, no se conocen los activos que tienen en los 44 países restantes en los que la iglesia tiene sedes. Es más: no se tiene certeza de los activos que tienen en Colombia.

Se sabe que el Ministerio del Interior, por intermedio de la Coordinación de Asuntos Religiosos, avala la existencia de las iglesias. Sin embargo no es claro si después de dar el aval, tiene la facultad de vigilarla. De ser así, ¿Supervisa sus movimientos financieros? ¿Vela por la seguridad de los feligreses?

Lo único que tengo claro, entre tanto escándalo y tanta revelación, es que la Pastora María Luisa Piraquive, “La Escogida por Dios”, olvidó la trillada frase de Jesús (a quien dice representar): «es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja, a que un rico entré al reino de Dios» (Marcos 10:25). Ni mucho menos recordará la sentencia de su maestro: “De cierto os digo que en cuanto lo hiciste a uno de estos, mis hermanos más pequeños, me lo hiciste a mí” (Mateo 25: 40).

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