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Cómo se ve la vida antes de partir

En IG @AndreaVillate_Cielos

 

Hace unos meses recibí un mail de un hombre que me contaba que tenía un cáncer metastásico avanzado y que él y su esposa habían leído casi todos mis blogs y que particularmente les había llamado la atención dos que titule: Lo que la muerte me ha enseñado y Nos quedan 24 horas.

Daniel es colombiano y  su esposa mexicana, tienen dos hijos adolescentes. Como en varias oportunidades también he escrito acerca del movimiento Hospices que ayuda a pacientes con enfermedades terminales a tener calidad de vida hasta el final, intercambiamos celulares y hemos comenzado a tener una serie de conversaciones muy profundas acerca de la vida y la muerte en las madrugadas. ¡Ya decía yo que de algo tenía que servir mi insomnio¡

Él, a quien llamaré Daniel, pues me pidió que no revelara su verdadero nombre por razones que entenderán más adelante, sus médicos le han dicho la frase “Ya no hay nada que hacer”. No es fácil a sus 47 años despedirse de la vida, de su esposa, de sus hijos, de su mamá, de sus hermanos y sobrinos, de su perro, despedirse de la vida…  Ha comenzado un proceso bastante duro, el cual es dejar todo listo antes de irse.  Hablar con sus seres más amados, hacer un balance de la vida, dar sus mejores consejos a sus hijos y obviamente organizar los temas económicos, para que no les falte nada, en lo posible, a su esposa y sus hijos.

Después de varias madrugadas, las primeras conversaciones eran muy serias, muy cordiales y reconozco que me sentía nerviosa, pues me daba temor que algo que yo fuera a decir no le fuera a aportar, pues a veces tengo una manera muy simple de ver la vida y de entender la muerte, así que era muy cuidadosa con mis palabras pero, luego de intercambiar opiniones, canciones, hasta hablar de las fases de la luna y una que otra anécdota, hemos tomado confianza. Como él mismo me dice, “me alegra que con usted no tengo que disimular que es un hecho que me voy a morir, con otras personas me toca hacerme el que tengo esperanza para evitarme una conversación religiosa y de fe acerca de la vida y los milagros, cuando ya sabemos en qué terminara esto”.

En una de estas noches, cuando el proceso de despedida ha comenzado más a fondo y los síntomas son cada vez complejos, él ha hecho una lista de consejos acerca de la vida, de lo que realmente importa.  Su opiniones me han parecido muy valiosas, una cosa es que uno hable de la  muerte cuando la ve lejos… y otra muy diferente cuando ese momento esta tan cerca.

A través de los ojos de un hombre de 47 años, al que la vida se le está acabando, quise transcribir nuestra conversación, pues para mí ha sido una experiencia muy especial con muchas enseñanzas.

Daniel: ¿Sabe de qué me he dado cuenta?

Andrea: ¿De qué?

Daniel: Uno en la vida pierde mucho tiempo… Mire que esta mañana estaba haciendo una lista de consejos que le quiero dejar por escrito a mis hijos y a mi esposa, aunque ya lo hemos hablado, pero quiero dejárselos en papel…como recuerdo de nuestras conversaciones y me di cuenta que uno pierde mucho tiempo…  Me puse a pensar en todos esos momentos que muchas veces piense y piense en el trabajo, en problemas, en cosas de dinero, en cosas de la oficina y llegaba un poco malhumorado a la casa a seguir pensando en eso… entonces estaba cenando con mis hijos o viendo una película con mi mujer o ayudándoles en sus tareas,  pero en mi cabeza seguía pensando en  la reunión que tenia mañana y ……. quise recordar las tareas en que les ayude y no recuerdo… solo recuerdo en mi cabeza las cosas de trabajo…

Andrea: Lo que llaman presente, ausente…

Daniel: exactamente…  y me da nostalgia… al final los problemas de trabajo pasaron, las juntas de socios de la compañía pasaron… y mi vida paso… y no me di cuenta… me la pase preocupado por el trabajo… y le resté tiempo a lo más valioso que tenia, que eran mis hijos, mi esposa y mi perro Milo.

Andrea: Entonces… ¿cuál es la conclusión?

Daniel: Diría que…. El trabajo no es lo más importante en la vida.  No había necesidad de preocuparse tanto, finalmente las cosas laborales se arreglan o se cambian o algo pasa…. Pero la familia no pasa, no se cambia… y el tiempo sí que pasa…   ¿Usted cree que alguna vez se me pasó por la mente que a mis 47 años yo estaría con un cáncer, postrado en una cama, esperando la muerte? Nunca…

Andrea: Si, entiendo…

Daniel: Sabe otra cosa que me di cuenta y me arrepiento enormemente….  Yo era de los que decía que con los hijos y la esposa no era cantidad sino calidad de tiempo y eso es una mentira muy grande…    yo pensé que era buen papá porque no les faltaba nada y estaba digamos presente en lo importante… pero pude haberles dedicado más tiempo y no lo hice…   Mi esposa trabajaba y cuando la niña entro a guardería un día me dijo que ella iba a trabajar medio tiempo, porque ella quería conocer a nuestros hijos y que no los quería dejar al cuidado de mi suegra o de una nana… porque los hijos eran nuestros, era nuestra responsabilidad, entonces que evaluáramos cómo podíamos economizar, pero que la niña salía del jardín y estaría con ella…

Andrea: Que bueno…

Daniel: No crea… ese día discutimos y muy fuerte… bueno, finalmente se hizo lo que ella dijo y nos fue bien…  y tuvimos a nuestro otro hijo…  pero ella tenía razón… ella conoce mejor a nuestros hijos que yo.   Yo pude haberme salido todos los días a las 5 de la tarde para ir a casa, pero no, me quedaba trabajando hasta las 9 de la noche y cuando llegaba a casa, ellos ya estaban dormidos…

Andrea: Entonces esa sería otra conclusión…

Daniel: Si, diría que a la familia y a los seres queridos hay que dedicarles tiempo. Finalmente son la prioridad de la vida, sin ellos no habría razón de ser…

Andrea: Si, tiene toda la razón…

Daniel: Hablando de lo del trabajo hay algo que me ha sorprendido… me dediqué mucho tiempo a sacar adelante la compañía que teníamos con un par de amigos. Cuando llegó la enfermedad me apoyaron, pero finalmente por el bien de la compañía delegue mis funciones, abandoné la junta directiva y bueno, las acciones las puse a nombre de mi esposa y mis hijos…  pero antes cuando yo estaba ahí, toda la gente me corría y mis socios y yo éramos muy amigos… pero cuando me retiré ya voy a cumplir 8 meses… ni me llaman, ni me escriben… nada…

Andrea: Pero ¿no será que es por prudencia?

Daniel: No se… ni juzgo pero, si me imagine que de pronto iban a estar más pendientes de mi…  y de mi familia…

Andrea: La delgada línea entre la prudencia y la indiferencia

Daniel: Ahí diría otro consejo o conclusión: A los amigos se les cuenta dos veces, uno en las buenas… y otro en las malas a ver cuántos quedan…

Andrea: Si, que duro, eso lo sé perfectamente por experiencia propia. Cuando a uno le va bien, está rodeado… y cuando las cosas van mal…. Se desaparecen y ni contestan el teléfono…

Daniel: ¿Yo le conté que tengo un perro? Se llama Milo, mírelo ahí le paso la foto.

Andrea: Ay tan lindo! Qué mirada tan bonita!

Daniel: Desde que estoy enfermo, no se me despega…   Mi esposa lo saca a su paseo diario, pero antes le fascinaba seguir paseando y no se quería entrar…  ahora me cuenta mi esposa, que lo saca y termina de hacer sus cosas… e inmediatamente se quiere entrar… y está aquí a mi lado…  no se me despega.

Andrea: Tan hermoso!!

Daniel: Cuando estaba recibiendo quimioterapia, llegaba destrozado al departamento y por los síntomas que me daban esos malestares espantosos, Milo aullaba y hacía ruidos como si estuviera llorando cuando me veía mal…

Andrea: Usted ¿porqué no puede dormir?

Daniel: mmm No se… bueno…. La verdad no duermo porque tengo miedo…   a no volver a despertarme y no volver a ver a mi esposa y mis hijos por última vez… se me hace más fácil dormir de día… no sé porqué…

Andrea: mm, si, entiendo.

Daniel: ¿Le digo una cosa?

Andrea: Dígala!

Daniel: Yo siento que alguien está aquí acompañándome en las noches…

Andrea: Y ¿sabe quién puede ser?

Daniel: Yo siento que es mi papá, a veces siento como su humor…  A él le dio un infarto cuando yo estaba terminando la universidad y fue horrible. Sintió un dolor en el pecho muy fuerte, lo llevaron al Country y murió. Así de un momento a otro.  Todo estaba bien y de un momento a otro ya no estaba.  Fue muy duro para mi mamá, bueno, para todos, pero ellos hacían todo junto…

Andrea: Yo sí creo que es su papá que lo está acompañando…  Imagínense que mi papá cuando estaba enfermo decía que sentía la presencia de su mamá, o sea de mi abuelita Lucy… y  mi mamá cuando estaba enferma decía que mi papá la acompañaba y hasta le recordaba que tenía que tomarse los medicamentos…  Yo creo que si es su papá…

Daniel: ¿de verdad?

Andrea: Si, yo creo que están, cuando uno los necesita…

Daniel: Aquí conmigo está mi esposa y mi perro y mire que cuando siento la presencia que le digo, Milo mira como si alguien estuviera ahí… me tranquiliza la verdad…  pero…. que esté aquí… me da miedo, ¿será que vino por mí ya?

Andrea: No lo sé… pero lo está acompañando…  eso quiere decir que no lo van a dejar solito…

Daniel: En uno de sus blogs usted decía que no le tenía miedo a la muerte… ¿por qué?

Andrea: pues es que yo creo que es algo que nos va a pasar a todos… no sabemos cuándo… pero ya sabiendo que mis papás están allá, pues me da como tranquilidad… digamos que cuando uno se va para otro país, alguien de la familia se adelanta para tener todo listo y tener la comida caliente para cuando lleguemos….  Así me imagino la muerte…  Me estarán esperando y solita no voy a estar…

Daniel: ummm

Andrea: Alguna vez leí una frase que decía: “La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es y cuando la muerte es, nosotros no somos”.

Daniel: Si es verdad, pero esto es muy HP… usted no se imagina…

Andrea: Si, lo entiendo y no puedo imaginarme lo que siente…  bueno sigamos, a que otra conclusión ha llegado… o que otro consejo?

Daniel: bueno, espero no decepcionarla, este le va a sonar frívolo, pero no lo es: La gente dice que el dinero no es importante… y si lo es…  Si no fuera importante no tendría como pagar las recetas médicas que me dan para mis dolores… ni para tener una enfermera aquí mismo cuidándome.

Andrea:   Si, tiene toda la razón…. Y lo entiendo.  El dinero no es el centro de todo, para nada, pero el dinero si es importante.  Por ejemplo, todos nos vamos a morir… o vamos a enfermarnos, pero tener con qué comprar el medicamento, tener la nevera con comida, tener cómo pagar los servicios públicos etc…. Yo lo se… el dinero si es importante.

Daniel: jejej usted es una cajita de sorpresas, pensé que me iba a dar un sermón con eso…

Andrea: No para nada. Aquí en Colombia hay un hospice y de vez en cuando tienen pacientes que no tienen ni con qué comer, o como pagar el arriendo o cosas así y entre varias personas recurrimos a otras buscando ropa, comida, o donaciones…. Imagínese estar enfermo y tras de todo preocupado por qué comer? Es muy duro…

Daniel: Si, debería siempre uno ayudar…

Andrea: Entonces recapitulemos, sus consejos para la vida serian:

  1. El trabajo no es lo más importante de la vida
  2. A la familia hay que dedicarle tiempo
  3. No abandonar a los amigos
  4. Los animales son lo máximo
  5. Quienes se mueren nos acompañan desde donde estén
  6. Hay que ayudar a quien más lo necesite

Daniel: Faltan dos…

Andrea: ¿Cuáles?

Daniel: Creo que no he dicho te quiero las veces suficientes…   Porque a mi esposa se lo debí decir todos los días.

Andrea: Entonces decir te quiero más a menudo…

Daniel: si, las relaciones de pareja son difíciles, como una montaña rusa…  pero ahora que la veo dormir aquí a mi lado, mientras chateo con usted, siento que se lo debí decir todos los días que estuvimos juntos…  Durante mucho tiempo pensaba que yo hubiera querido para mi vida algo diferente y me sentía cansado sabe… tal vez hubiera querido no ser papá tan joven, recorrer el mundo, hacer miles de cosas… pero ahora me doy cuenta que todo fue perfecto…   Si me iba a morir a los 47…  menos mal fui papá joven y los pude disfrutar un tiempo…

Andrea:  Es el destino! Yo siempre lo digo! Uno puede tener miles de planes… pero solo hay uno para cada persona…  Nada que hacer!

Daniel: El otro seria: Coman todo lo que quieran jajaja!  Usted no se imagina como me arrepiento de todas las veces que dije no a un pastel de chocolate… aquí en este país le dicen pastel al ponqué o a la torta de chocolate…

Andrea: ¿usted se cuidaba mucho?

Daniel: si… me cuidaba en la alimentación, trotaba, no fumaba, no tomaba, bueno, ocasionalmente…  todos estos temas de la nueva era me chingan…  y vea…  Ahora me arrepiento de todos los pasteles que no me comí…

Andrea: Y ¿no le puede decir a su médico que si le deja comer un pastel de chocolate?

Daniel: mmm  le voy a preguntar mañana que viene a verme.  Mañana llega mi mamá de Colombia y pasado mañana mi hermano de Alemania…

Andrea: Ay qué bueno!! Todos juntos!

Daniel: Si, pero siento tristeza… como si vinieran a despedirse…

Andrea: si, entiendo… ¡Lo importante es que estarán juntos!

Daniel: Hace unos días hable con mi hermano, usted sabe que en Alemania la eutanasia es legal…

Andrea: Si, lo sé… ¿por qué? ¿Ha pensado en eso?

Daniel: si, la tengo contemplada…  Hablamos con mi esposa y con mi médico hace una semana del tema… entonces es una posibilidad…   Pero creo que esto está avanzando demasiado rápido…  y tal vez ya no pueda viajar….

Andrea: pues… esa opción es de cada persona y nada ni nadie pueden juzgarla…

Daniel: si, exacto!

Andrea: Bueno, otra conclusión o consejo acerca de la vida?

Daniel: Si… tal vez sería: quédense con los buenos momentos… los malos déjenlos pasar…  y otro seria: hagan las cosas cuando puedan, no esperen… mi esposa y yo queríamos visitar parís… y lo dejamos pasar por una cosa o por otra… y ya no lo podremos hacer…

Andrea: Entonces recapitulando:

  1. El trabajo no es lo más importante de la vida
  2. A la familia hay que dedicarle tiempo
  3. No abandonar a los amigos
  4. Los animales son lo máximo
  5. Quienes se mueren nos acompañan desde donde estén
  6. Hay que ayudar a quien más lo necesite
  7. No se guarden un te quiero
  8. Coman ese pastel de chocolate
  9. Guarden en la memoria los buenos momentos, los malos deséchenlos
  10. Viajen cuando puedan, el momento es ahora

Daniel: Esta bien! Me gusto mis conclusiones, qué le parecieron?

Andrea: Muy valiosas! Gracias por compartir esto conmigo!

Daniel: Usted ha sido una gran compañía estas noches, podría haber sido psicóloga, le han dicho?

Andrea:  jajaja si, me hubiera gustado ser psicóloga… pero la vida tenía otros planes…

Daniel: Lástima que la conocí hasta ahora, usted podría haber escrito mis memorias 😉

Andrea: Oiga… puedo publicar nuestra conversación en mi blog de El Espectador?

Daniel: mmm asi de interesantes le parecieron mis conclusiones?  😉 pero no me ponga mi @ ni mi nombre real…  ok? Me lo promete?

Andrea: Se lo prometo!

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Para mí ha sido gratificante y muy valioso poder tener la oportunidad de entablar estas charlas tan bonitas y profundas con Daniel! Espero que pasen mas noches y madrugadas conversando de la vida, de todo y de nada. La vida es solo un instante.  Todos esos maravillosos consejos los tendré en cuenta para mi vida!  y le agradezco por permitir que más gente conozca sus conclusiones y sus pensamientos.

Gracias por permitirme publicarlas y solo le mando luz en este momento!

En twitter: @AndreaVillate

En facebook: /AndreaVillatePeriodista

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