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El Lenguaje del amor

Foto de Pili Rodríguez – Santa Marta, Colombia

El lunes pasado fui a imprimir unas fotografías para ponerlas en retablos y colgarlas en mi estudio. Había recordado entrevistas que a lo largo de mi carrera he realizado a personajes de la vida pública que han enriquecido mi vida y quería tener esos momentos muy presente y de pasadita que adornaran mi estudio.   Mientras la señorita del lugar me iba imprimiendo cada una de las fotografías, entró una pareja joven con un niño, preguntaron por fotografías para licencia de conducir y pasaporte.  La señorita les dijo que sí y de una vez que pasaran al estudio para tomar las fotos.   La esposa comenzó a buscar rápidamente un espejo para retocarse, se soltó el pelo, se quitó el tapabocas, un poco de brillo en los labios y en esas el esposo se queda mirándola y le dice al hijo -¿Ves porque tú saliste tan lindo?  ¡Es que tienes una mamá muy hermosa!-  Inmediatamente la cara de la señora cambió por completo, se sonrojaron sus mejillas, esbozó una sonrisa y le hizo una mirada de amor al esposo.  Se tomó las fotos, luego pasó él, se quitó el tapabocas, ella le acomodo el cuello de la camisa y acarició su mejilla…  El amor transforma. 

Al principio cuando llegó la pareja al sitió se veía la señora como cansada, pero después de esa frase del esposo, el cansancio de su rostro desapareció. Puede sonar a frase cliché, pero el amor es como una planta que hay que regar y cuidar. A medida que se cuida y se riega, florece y si se deja de regar, se deja de cuidar, se seca.  

Siempre he creído que el amor no es una constante. El amor es un Te quiero por____  y A pesar de____.   El amor, en mi opinión, está lleno de matices, el amor es una montaña rusa. A veces uno se despierta con ganas de hablar con esa persona, de verla, de acariciarla, otros días uno está más bien en silencio apartado y no indica ausencia de amor. Otros días son más de efervescencia y calor y así, entre otros, cada día es diferente, lo importante es que cada día se elige a la misma persona. Yo te elijo a ti todos los días. 

Hace unos días una amiga me comentó que había discutido muy fuerte con el esposo por una nimiedad y habían pasado algunos días en total indiferencia. Ella no sabía bien cómo solucionar la situación y cayó en cuenta que hacía más de un año que no le había dicho lo mucho que lo amaba. Él se fue a la oficina y ella decidió escribirle por WhatsApp y decirle “Nunca olvides que te amo”. El vio el mensaje y la dejó en visto y ella quedó super indignada, cuando a la dos horas él le respondió “yo también te amo”. Y ella quedó feliz. Al rato regresó a casa y la abrazó, le dio un beso, como hacía mucho tiempo no la besaba.  Todo cambia con un simple gesto.  

Antonio Gala, un novelista español decía una frase que siempre me había causado interrogante, pero que hasta ahora entiendo bien su significado, decía “el amor es una amistad con momentos eróticos” y hacía alusión a que el amor real, no es el compromiso, no es lo que se firma en un papel, no es la palabra por la que nos reconocen otros, como esposos, novios o pareja, se basa en la amistad mutua, en el contacto diario, en la conversación, en el querer saber tu opinión de todo y de nada, en el querer estar, en el pintar de colores cada día desde la amistad y que cuando esas dos almas se tocan, se rozan su piel, salen chispas. 

Hay una escena de una de mis películas favoritas: ¿Conoces a Joe Black? donde el actor Anthony Hopkins interpreta a William Parrish un hombre de 65 años que ve llegar la muerte y le habla a su hija, Susan, interpretado por la actriz Claire Forlani, acerca del amor y le dice:  “Quiero verte flotar, cantar apasionadamente, bailar en éxtasis.  Sé que suena cursi, pero el amor es pasión, es obsesión, ¡es no vivir si ese alguien falta! Pierde la cabeza. Enamórate locamente de alguien que te ame de igual manera. Olvida el intelecto y hazle caso al corazón.  Lo cierto es que sin eso, la vida no tiene sentido. Llegar al final del largo viaje sin haber amado locamente, sin dejarse llevar de la piel, sería como no haber vivido”. 

Creo que de eso se trata el amor y no depende de lo externo, depende de lo que tanto uno quiera dejarse llevar por el amor y alimentarlo. Es asombrarse cada día y agradecer con el alma por la presencia de esa persona en nuestra vida.  

Y claro el amor cambia con el tiempo, la costumbre, el día a día, pero seamos honestos, un simple gesto, una palabra amorosa, una caricia, la pasión misma, es el agua que alimenta el amor cada día, pase un mes, un año o diez.

El amor siempre es la respuesta.  

 

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