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Autoconfianza

Calgary, Alberta, Canadá.

Casi siempre al hacer un balance en estas época del año analizamos las metas que logramos, los objetivos alcanzados, los que quedaron a medias, los errores que cometimos, qué nos quedó pendiente, etc. En general miramos en retrospectiva lo que fue este año que está ad portas de terminar.   A veces durante el año (o la vida en general)  hay cosas que no salieron como esperábamos y a veces comenzamos a “darnos palo” como se dice coloquialmente, nos sentimos frustrados por no conseguir lo que queríamos, por no alcanzar esas metas que un 31 de diciembre hace un año queríamos lograr.   

Hace unos días vi una conferencia del Dr. Ivan Joseph, Director de Deportes y entrenador en jefe del equipo de fútbol Varsity de la Universidad de Ryerson, donde contaba que a menudo le preguntan qué busca como reclutador de deportistas: ¿velocidad, fuerza, agilidad? y él deja claro que lo que busca es la autoconfianza y el reconocimiento individual de cada uno y asegura que no solo es la habilidad más importante en el deporte, sino en nuestras vidas. 

Cuenta que en una oportunidad que le ofrecieron un proyecto muy grande, tenía temor de llevarlo a cabo porque en el pasado había tenido fracasos, frustraciones, metas que aunque había puesto todo de si no las había podido llevar a feliz término. Así que se auto escribió una carta que denominaba “mi carta de la autoconfianza”, su carta de alarde, de las cosas que personalmente le daban orgullo, como terminar su doctorado, haber criado a 3 buenos seres humanos con valores importantes para la vida, se felicitaba por su matrimonio, por haber ganado un campeonato, entre muchas otras cosas. 

Y decía que todos en algún momento de nuestra vida experimentamos frustración al no alcanzar las cosas que queremos, las relaciones que esperábamos, el éxito que queríamos en nuestro trabajo, al no cumplir los sueños más básicos de la vida y por eso era importante escribirnos una carta de orgullo, felicitándonos por las cosas que hicimos bien. 

Como siempre al escribir estas letras el primer paso es mirar dentro de mí y puedo con absoluta honestidad confesarles que casi nada ha salido en mi vida como yo lo imagine hace 20 años, como decía un texto que alguna vez leí por ahí: Por donde dije que jamás iría, acabé yendo. “Las escaleras que prometí no subir en la vida, las subí de dos en dos. He peleado hasta la extenuación por causas perdidas en las que ahora no invertiría ni un minuto de mi tiempo y he encontrado el sentido de mi vida en momentos que hace años me habrían pasado inadvertidos”.  Y claro por esas sendas me “he dado palo” por lo que no logré, no hice, no alcancé o no fue para mi… Pero hoy al escribir mi carta de felicitación para Andrea, encontré cosas maravillosas que no había reparado antes y que son dignas de orgullo, a pesar de las dificultades he logrado grandes cosas que para mi son importantes y valiosas, porque el éxito más importante es el personal, ese que nos da satisfacción, que nos hace sentirnos bien, confortables y felices.  

Hoy quiero invitarlos a auto escribirse una carta de felicitación, no dejen nada por fuera, felicitémonos por todo lo que hemos logrado en este año y en la vida entera y guardemos esa carta para cuando los días sean oscuros, que nos ponga en duda dar ciertos pasos o entender el por qué de algunas cosas, la podamos leer y esa, con seguridad,  será la chispa que encienda el motor para seguir andando, entendiendo que tal vez la vida no exige tanto de nosotros, solo se trata de vivir, ponernos las medallas de las batallas, de las guerras ganadas y ponerle el pecho a cada mañana para empezar un nuevo día, una vez más. Tal vez solo se trata de darnos un voto de confianza y confiar en el destino.  

¡Feliz navidad y un lindo y amoroso 2023.  Nos seguimos leyendo el domingo 15 de enero!

En Twitter: @AndreaVillate

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