Lo primero que hay que mencionar es que Petro no tenía un asunto fácil entre las manos con el problema de las basuras. Ya no podía volver a prorrogar los contratos o usar el mecanismo de la “urgencia manifiesta” para contratar. Sólo podía licitar pero la CRA negó la solicitud de licitación. El problema esta vez, entonces, no es de ineptitud. El problema está en la forma como resolvió el embrollo jurídico. Veamos las distintas decisiones y salidas en falso del alcalde.
Lucha de Clases: Petro ha querido ubicar el debate de las basuras en un plano clasista en donde él está salvando a los pobres de las garras de los “ricos, paramilitares y saboteadores” que tienen manipulado el sistema de recolección a costa de los recicladores. Yo no soy ningún santo de la devoción de los dueños de las empresas que prestaban el servicio pero lo cierto es que los tipos se ganaron una licitación y prestaban un servicio dentro de lo acordado. Tan consciente está Petro de ésta realidad que se ha sentado a negociar con quienes, hace unos minutos, catalogaba de delincuentes. El asunto, entonces, no es la riqueza de los operadores. El asunto es que el alcalde recibió un problema y no fue capaz de resolverlo.
Irrespeto a la libre competencia: Un principio fundamental que Petro pregonaba cuando era senador es la importancia de respetar los medios para conseguir los fines. En términos cristianos esto quiere decir que los funcionarios públicos, por más que estén buscando garantizarle derechos a los ciudadanos con su gestión, tienen que respetar la ley para conseguirlos. En este caso concreto la ley ordena al alcalde a garantizar el servicio de aseo en la ciudad pero respetando la libre competencia. Dicho de otra forma le toca establecer un mecanismo en el cual pueda haber libre entrada y salida de agentes que quieran participar en el negocio y dejar operar a los mejores. Eso no quiere decir que el Distrito no pueda participar pero sí que no puede monopolizar. Si uno monopoliza cuando la ley manda a respetar libre competencia pues incumple la ley.
Recicladores: La siguiente movida fue decir que, como la Corte Constitucional había obligado al Distrito a incluir a los recicladores en la estructura del sistema de aseo, entonces él podía organizar el sistema como quisiera con tal de cumplir con la sentencia. Nuevamente eso es equivocado. Ningún objetivo u obligación de cumplir con una orden de la Corte Constitucional justifica que los funcionarios pasen por alto otras leyes. Pero la cosa no acaba acá. Los pronunciamientos de la corte no sólo le han servido como excusa sino que los tergiversó. En vez de hacer una licitación organizada y permitir la participación de las cooperativas de recicladores para que fueran ellas quienes cubrieran las rutas de reciclaje, el acalde pretende poner a los recicladores a recoger la basura como empleados de la nueva empresa. Dicho de otra forma: mientras lo que ordena la corte es que la productividad del negocio del reciclaje pueda llegar a ser de los mismos recicladores lo que Petro pretende hacer es que trabajen para él dejando la productividad en el nuevo monopolista que es el Acueducto de Bogotá.
Atropello y mala fé: Como si estas actuaciones públicas fueran poco, hace unos días El Espectador dejó ver la estrategia del alcalde. Iba a sacar un decreto que sabía que era ilegal para reglamentar el nuevo sistema con tal de “poder funcionar mientras corre curso la demanda que van a presentar”. Paralelo a esto el alcalde reunió a los empleados de los operadores privados y les ofreció trabajo. Cualquier persona sabe que parte del éxito de una empresa está en los empleados que tiene. Y claro: ofrecerle trabajo a una persona de otra empresa no es ilegal pero hacerlo de forma masiva y en este contexto es, a lo menos, mala fé.
Volquetas para recoger la basura: Como se habrá podido dar cuenta su basura se está recogiendo en volquetas. Pues bien: esto tampoco es legal. Por razones de higiene y sanidad, la basura debe ser recogida en camiones con condiciones particulares.
Yo no digo que el alcalde no tuviera una papa caliente en las manos. No era un problema fácil de manejar ni enteramente culpa de él. Lo que sí pasa es que es un problema que le toca solucionar. Y le toca solucionar sin pelear con todo el mundo, sin saltarse normas, sin pasar el debate a un plano de lucha de clases y, fundamentalmente, sin atropellar.
Twitter @nicolasacosta33