Mi Opinión

Publicado el Ben Bustillo

Teoría del caso Uribe – Mi opinión

Cuando me interesa un caso político trato de aislar tanto confín pueda para analizar lo que me parezca sustancioso. Con la orden de detención por parte de la Corte Suprema, revolcó el avispero en diferentes direcciones, y las olas de corrientes del pensamiento en mi caso al desechar lo que el montón muele – si se siente ofendido déjelo pasar por encima – pienso que hay algo mucho más profundo de lo que aparece, o, nadie lo ha notado suficientemente, o, es secreto a puerta cerrada.

Primero, la popularidad de Uribe ha bajado suficientemente para entender que, el espectro de su influencia política también ha disminuido considerablemente, especialmente dentro de su propio gobierno, ya que el presidente Duque es el representante de su partido político. En circunstancias como esta – yo pensaría – que si fuese el presidente y estuviesen arrestando al director de mi partido, cierro, pongo preso, acorralo a sus enemigos con el ejército, lo que sea, pero no lo permito.

Claro, el razonamiento anterior requiere un poco más de profundidad que permita discernir que las implicaciones por dicho procedimiento repercutirían negativamente abriendo espacio para acciones incivilizadas, más de las que tenemos. La historia lo muestra a diario porque seguimos negando que en Colombia el conflicto armado continúa. ¿Sería eso lo que detuvo a Duque? ¿Existen más razones?

La fuerza anti uribista detrás de la orden de detención contra Uribe en estos momentos es mucho más poderosa que las coaliciones políticas puedan representar. ¿Quiénes son? Pero más importante, su proveniencia. ¿Paramilitares? ¿Jorge 40? ¿Mancuso? ¿Porqué ellos? ¿Los Char? ¿Coalición caribeña? (Me cuesta trabajo acostumbrarme a usar esta palabra en vez de costeña). ¿La Corte Suprema? ¿La FARC?¡Sorpresa!, ¿Se le volteó Duque?

Uno de los fenómenos del sistema en que vivimos es la instalación del poder en manos de individuos que pretenden gobernar autoritariamente irrespetando normas ínfimas de respeto y degradando sus antagonistas. Esa figura representada por Uribe no es la que tiene Duque, de ahí, es que veo la disyuntiva dentro del Centro Democrático, y quizás estén en un proceso innovativo donde las influencias causadas por las condenas, demandas y desenfreno de poder, los lleve a una reorganización estructural que incluya un dogma partidista.

El poder, enamora y envicia sentimientos, pero siempre tiene un tiempo de duración. El verdadero poder, radica en distinguir el momento de desligarse totalmente de cualquier influencia directa renovando solamente intereses en áreas lejanas a lo sustancial del partido tan pronto aparezcan los síntomas del final.

Cuando Uribe hubiese tenido que contemplar su retiro mucho antes de hacerse elegir senador, él continúa aferrado a propagaciones de arengas falsas promovidas por un relacionista que también tiene que cambiar rápidamente. Y aparentemente contrataron una firma estadounidense de relaciones públicas.

Seamos claros, sus seguidores le creen sus mentiras, pero la balanza de sus simpatizantes ha decrecido, y la de sus antagonistas ha crecido. Y otros espectadores – como yo –  leemos y reflexionamos entendiendo su desesperación tratando de agarrarse de cualquier tabla se le aparezca en el camino. Su final como líder está en su proceso evolutivo de extinción.

Siguiendo con la identificación de sus posibles perseguidores judicialmente, terminemos con la inquietud de Duque. Ya mencioné lo que yo hubiese podido hacer; Duque no tiene los pantalones ni la actitud ni el respaldo político para tomar esa clase de determinaciones. Pero la interrogante continúa, ¿es su inoperancia lo que permitió la sentencia de la Corte Suprema? ¿O todavía hay algo más?

Saltemos a los paramilitares – todavía hay un montón esparcidos en el territorio – que podrían tener, sino toda, algo de responsabilidad. Mancuso y Jorge 40 están a pasos de ser liberados por la “justicia” (más adelante explico las comillas) estadounidense. ¿Después de todo, ambos no quedaron satisfechos con las negociaciones que hicieron con Uribe y se sintieron traicionados por él – eso dicen ellos mismos. Es más, cuando ambos, – cada quien por su lado – amenazaron con hablar, ¿qué pasó? A la esposa legítima de Mancuso la encarcelaron y mataron a un hermano de Jorge 40. ¿Residuo de rencillas amermeladas con amenazas al sistema judicial, de cualquiera de ambos lados?

Ya que mencioné el sistema judicial[i], hablemos sobre la Corte Suprema. Sí, es sabido que es corrupta (aun así mundialmente, así que no es algo del otro mundo para mí), y los antecedentes de la colombiana, donde algunos de ellos han sido o serán condenados por conductas criminales, merece una investigación. Pero no ahora; pero son corruptamente manejables, y sus decisiones influenciadas en cualquier dirección de la balanza.

No somo los únicos puesto que sucede en todos los sistemas judiciales del mundo, pero ¿tendrían los jueces de la corte suprema el poder de fabricar una demanda o tutela en contra de Uribe hasta el punto de dictar orden de detención? ¿Es cierto lo que Uribe pregona? Esta coyuntura es la que abre la posibilidad de que existe una corriente con la capacidad de hacer decidir a favor de su causa, como la de, ¿condenar a Uribe?

El siguiente grupo es interesante, porque es caribeño de descendencia sirio-libanesa, el poder socioeconómico de la familia Char. Difícil de creer de que en pleno poderío de los grupos paramilitares, narcotraficantes, contrabandistas y demás emporios criminales establecidos en esta región, no hubiese existido algún lazo entre ambos. (No insinúo ni tengo idea si existe o existió una posibilidad de su existencia), pero se me hace raro.

Quizás para este artículo abramos la puerta de la imaginación y pensemos que sí, y que como ambos, Jorge 40 y Mancuso (ambos caribeños) están para salir vienen a cobrar sus intereses. ¿Sería este una de las condiciones impuestas por ambos que mantienen alejados las sentencias a su favor? ¿Ya no tiene ese poder influyente con que se puede caracterizar su personalidad “divina”?

Volviendo a la familia Char quienes destrozaron los sueños presidenciales de Vargas Lleras aliándose con Uribe, la nueva generación no muestra signos de arrebatar el poder con armas o alianzas innecesarias ya que tienen lo principal: votos. Pero su anterior generación, ¿porqué Fuad Char está en la lista Clinton? ¿Porqué Estados Unidos no le dio ni da visa, ni siquiera para visitar su primera esposa Adela cuando estaba moribunda en 1993 o 1994? Algo trae arrastrando el canto de la cabuya, usando analogías de la generación de mis padres.

¿Pero Fuad contra Uribe? Quizás a la machota, no. Pero Jorge 40 y Mancuso regresan, uno a Colombia y el otro aparentemente a Italia. ¿Han analizado el alboroto y avispero removido en la cancillería por Mancuso? Por ahí creo que mi malicia indígena colombiana me dirige a pensar que va el asunto. Al fin y al cabo, al hijo de Jorge 40 lo contrataron para “ayudar” a las víctimas del conflicto con nada menos que la ministra del interior Alicia Arango, discípula mayor de Uribe. ¡Hipócritas! Jorge 40 no ha compensado a sus víctimas.

Por lo tanto, si el murmullo tenue (sí, es a tono bajo) que se puede entrever en noticias camufladas es que por el lado de Jorge 40 no va en definitiva. Es más, parece que la socialización entre ellos es fluente y productiva. No creo que sean enemigos, pero sí creo que son amigos. Y me parece (no tengo pruebas) que la sociedad económica es entre Char y Jorge 40.

¿Pero podría excluir totalmente a Mancuso? ¡Absolutamente no! Hasta Duque lo quiere extraditar a Colombia y no dejarlo ir a Italia. ¿Porqué? Todas las matanzas por todos lados, guerrilla, paracos y soldados han sido y continúan siendo una masacre en contra de la evolución mental y emocional de Colombia, porque la pisotean sin reparos.

Los conceptos innovativos no se refieren únicamente al sistema empresarial. La descuidada prioridad sobre la evolución humana considerando las áreas de inteligencia artificial y científicas en Colombia son muy elementales y arcaicas. El hecho de que porque un sistema funcione debido a los genes heredados no significa que no se pueda modernizar, especialmente, cuando se trata de la liberación del proceso del pensamiento en los niveles pertenecientes.

Volviendo al tema, no descarto el envolvimiento de Mancuso en la situación jurídica de Uribe.

Contrario a lo que digan las cadenas de información falsa a través de las redes sociales (y menos mal que cambió la firma de relaciones públicas – ¿innovación?) que es un perseguido político, ¿es a eso que se refiere? ¿El grupo político que está dirigiendo a los jueces que lo tienen en arresto domiciliario? Porque he podido leer parte de la sentencia y entiendo que lo condenan por sus actividades criminales, no políticas.

La pugna ahora está es de que si se queda en la corte suprema o le pasan el caso a la fiscalía. La respuesta categórica al porqué obviamente es por el poder adquisitivo; en otras palabras, la accesibilidad de un fallo a su favor, mostrando de que sí existe ese grupo en contra de los constituidos como parte del sistema judicial del establecimiento.

Y en definitiva, ese grupo que parece estar tras la condena contra Uribe reduciendo sus habilidades criminales dentro del abuso de poder cometido, lo está haciendo porque Uribe no escucha. Quizás por medio de Fuad Char le han dicho (pura especulación) que se retire y él con su testarudez, no lo hace.

A Uribe le falta que lea algo referente con el límite de duración en el poder por individuos. Han tenido y siempre tendrá un fin; el verdadero poder consiste en reconocer cuando es tiempo de retirarse para que no ocurra lo que la historia muestra, un derrumbe total; vengan de la democracia o de lo que algunos llaman socialismo o comunismo. A propósito, los tres tienen un poco de cada quien.

Toca esperar adonde cae el caso, fiscalía o se queda en la suprema, y hasta de pronto da más claves de por donde va la corriente y seamos testigos del desenlace entre Uribe y el grupo que está detrás de los jueces dictando sentencias en contra su antítesis.

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@realtor1986

 

 

[i] Mis estudios para el Máster y PhD en Justicia Criminal requieren investigaciones y ensayos sobre las actividades consideradas criminales dentro de los cuerpos policiales o militares. Igual, las violaciones a los derechos procesales en todos los niveles y estructuras judiciales de funcionamiento interno y externo.

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