Mi Opinión

Publicado el Ben Bustillo

Es Israel, ¿una nación beligerante?

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El artículo lo provoca una frase que escribí en la página de Facebook de Jaime Lutsgarten. Primero, él sabe quién soy, lo mismo que yo también sé quién es él. Pero se reduce a una simple transacción comercial entre su papá y el mío de los años 60s. De su vida no sé nada en absoluto – solo lo que medio pude analizar en los pocos días que duró la amistad de Facebook – y me imagino que él sabrá más de mí, pues fue quien me solicitó la inclusión dentro del círculo de sus amistades.

De lo poco que pude discernir es que es de esos Uribistas fogosos propagador de noticias falsas. A qué grupo político pertenece, no alcancé a analizar porque me bloqueó acusándome de antisemita.

Esto, fue lo que pasó: él re-publicó un aviso uribista en contra de las FARC, como uno de los tantos a que está acostumbrado ese partido político. Mi comentario – sin ser santista ni uribista ni amigo de la tal “paz”- fue de que “qué proponía, ¿que Colombia se convirtiera en un estado beligerante como Israel o el de Estados Unidos de Trump?”

Tan pronto pudo, me llamó antisemita y me bloqueó. Desafortunadamente para él, tenía su correo y le contesté; pero como todos esos Uribistas “bullies” sin educación, a lo primero que se agarran es a los insultos y a las mentadas de madre. Pues la verdad, que cuando hay que pelar el cobre, la invitación es gratuita. La gran diferencia fue que yo sí dije verdades, tanto como de su papá, como de su mamá. Las de él, insultos fabricados.

Como le prometí que lo iba a educar, entraré a las definiciones. Primero, es una realidad que el Estado de Israel es un estado de ocupación beligerante.[1] Uno de sus anteriores comentarios fue que había estudiado en Estados Unidos, y le escribí en inglés, pero no me contestó en ese idioma. Por lo tanto, traduzco un breve resumen del ensayo compuesto de 30 páginas, asumiendo que no es fluente en ese idioma.

Se trata precisamente de la aplicación de la palabra beligerante al sistema político y militar de Israel. Habla de los miles de casos que se han radicado en la Corte Suprema de Justicia de Israel para que definiera judicialmente cualquier caso que tuviese que ver con la aplicación de las leyes impuestas por los militares desde la ocupación de West Bank y Gaza. En la página 2 del ensayo, expresa claramente: “A second level of discussion relates to the way in which the Supreme Court has interpreted and applied the international law of belligerent occupation. This is the central focus of this article.”

Al final, el autor concluye ratificando su tema central: La beligerancia del Estado de Israel. Entonces, mi comentario, es verídico. Entremos al epíteto antisemita, comenzando con su definición:

En realidad, no hay un acuerdo internacional que haya definido concretamente la palabra antisemitismo. Generalmente, se le atribuye a un crimen de odio, pero requiere ciertos actos para que se pueda constituir como tal. Por ejemplo, expresión de odio hacia los judíos (mi comentario no fue de odio sino de definición, y no fue en particular a uno o varios judíos, sino de la Nación de Israel); otra connotación es contra la propiedad de uno o varios judíos; cuando se refiere a la nación, el antisemitismo va dirigido con sentimientos de culpabilidad, emplea estereotipos siniestros, el mito de la conspiración de los judíos. Hay muchas más definiciones para atribuir correctamente el calificativo de antisemita, que el lector podrá encontrar en una investigación propia para solidificar su entendimiento sobre la materia. Mi comentario, nuevamente, fue una realidad, la beligerancia del Estado de Israel.

Un término más apropiado hubiese podido ser anti judaísmo, pero mi comentario no llevaba ninguna insinuación religiosa; más bien, armamentista y belicoso. ¿Quién puede entender una mente rellena de palabras sin conocer sus verdaderos significados?

Quizás quiso decir anti-sionista, pero yo no estaba hablando en contra de la nación. Y el anti sionismo se refiere específicamente a aquellos que están en contra del Estado de Israel. Enfatizo, mi comentario era sobre su beligerancia, que es una realidad de acuerdo a su misma Corte Suprema de Justicia.

Puedo extender el tema hacia otros ángulos, como las divisiones internas que existen dentro del judaísmo; como piensan los judíos demócratas y republicanos en Estados Unidos; el sistema defensivo de los incultos de acusar como antisemita a quien exprese una opinión personal, filosófica, intelectual o política en contra las actuaciones del gobierno israelita en el conflicto del medio oriente. Ah, y las divisiones que existen dentro del sistema político de Israel, y del mismo ejército. Pero no quiero escribir un ensayo. Solo darle una lección a Jaime, para que se eduque y pare de repetir palabras como loro.

[1] The law of belligerent occupation in the Supreme Court of Israel by David Kretzmer. (Adjunto PDF) International Review of the Red Cross. Volume 94 Number 885 Spring 2012.

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