Mi Opinión

Publicado el Ben Bustillo

Guerreros (Uribe) vs. Pacifistas (Santos)

Yo me santeo, tú te uribeas, ellos se enverdecen, y al fin y al cabo, no es más que una orientación política, que no importa qué tanto las protestemos y publiquemos como correctas o erróneas, ahí vamos tirados por el canto de la misma cabuya que nos lleva adonde ellos quieren: ojos blindados e ignorancia política.

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TODO SISTEMA DE GOBIERNO ES UNA CONSPIRACIÓN PARA DELINQUIR. Es legal, los elegimos, y seguimos protestando contra ellos después de su elección, pero los licenciamos para que conspiren y sigan enriqueciéndose con nuestra autorización. En pocas y palabras sencillas: una cadena, de nunca acabar.

Los uribistas se enfocan en la mano dura del primer período presidencial de Uribe porque arrinconó a los paramilitares, los traicionó (eso dicen ellos) y los extraditó a Estados Unidos. El país cambió y lo que era antes un valle de pescas milagrosas lo convirtió en un territorio más fácil de usar para todos los colombianos. Sin embargo, sus seguidores solo lo juzgan por este período del 2002 al 2006. Hay que dar crédito a quien se lo merece, y esa fue una de las razones por lo cual abogué y apoyé en Estados Unidos la idea de su reelección y voté por su primer período presidencial.

Seguro, las guerras se ganan con el mejor método empleado, pero pienso que este capítulo de los paramilitares no se ha terminado de escribir, no solo por lo que está sucediendo con los procesos judiciales en las cortes de Colombia y Estados Unidos, sino también por las negociaciones con las FARC. Además, de la forma protegida en que viven Uribe y los suyos, hay razones influyentes para pensar que algo teme; y segundo, la caída de tantos de sus asesores por la forma en que dirigieron el país una vez fue reelegido (incluyendo la forma en que consiguió aprobar su reelección), son señales, que aunque puedan ser equivocadas o malinterpretadas, en definitiva se entrevé cargos imputables de tipo criminal, que además son indicaciones de acciones erróneas.

Qué pretende Uribe, ¿que los directivos de las FARC se concentren como borregos como lo hicieron los paramilitares? ¿Usar las mismas tácticas que usó con ellos? ¿Qué las FARC no actúen recelosamente con Santos, ya que fue partícipe de esas maniobras?  Fuera de protestar tanto con sus trineos, ¿cuál es su proposición fundamental para firmar la paz con los “payasos” (realmente tengo otra palabra) de las FARC?

En concentración y armados como lo propone, significa que no tiene un plan concreto; lo dice claro, “hagamos lo mismo que hicimos con los paramilitares.” Con los antecedentes, no es una propuesta acertada. Protestar por oponerse o rezongar, es la actitud de un adolescente sin criterio.

Los propósitos de continuar una guerra se pueden analizar de dos formas: económica, o de bellaquería. Es bien conocido que la economía de las guerras mantiene varios tipos de industria, como las armas, municiones y el mercado negro, prostitución, alcohol, drogas. El de manifestar bravuras y probar quién es quién, es el otro lado de la moneda en las guerras. Nadie gana estas guerras.

En Colombia, ni el ejército ni la guerrilla han demostrado una capacidad estratégica de derrotar a su contrincante, ni aun así con el poderío armamentista y sofisticado que ambos puedan tener. Cincuenta años de destrozos de riquezas naturales como el estrago cometido con la evolución mental del pueblo, los desplazados, la continuidad de ataques inicuos, y los “payasos” quieren ¿un cese al fuego bilateral?

Mi curiosidad indígena colombiana me lleva a varias interrogativas: ¿hay división entre las FARC? ¿Qué diablos hacen los países garantes para frenarlos? ¿Se sienten poderosos por el patrocinio que tienen de Venezuela? Y, ¿qué pasa con Cuba y Noruega que no han mostrado ninguna garantía a los negociadores del gobierno? ¿Para qué diablos son buenos entonces? A Cuba le conviene apretar tuercas a las FARC debido al restablecimiento de relaciones diplomáticas con Estados Unidos; y Venezuela, no debe quedarse atrás ya que quiere limar sus asperezas con los estadounidenses también.

Los últimos ataques no pueden ser nada más que bravuconadas de individuos con bajo coeficiente intelectual al borde de un desfallecimiento total. En ocasiones como estas, es que comulgo con las ideas belicosas de San Álvaro. ¿Qué tal si el ala especial de las fuerzas armadas agarra a los dirigentes de las FARC en Cuba y se los trae a Colombia y los extradita a Estados Unidos? A las malas, pues eso es lo que se merecen por estar jugando con las esperanzas del pueblo colombiano. Las consecuencias se pueden medir después.

Soy enemigo acérrimo de la extradición, pero repito, en ocasiones como estas, doy cabida a ideas belicosas en mis pensamientos.

Aun así, la guerra no tiene ningún sentido común, puesto que las guerras actuales se llevan a cabo a punta de drones matando a los cabecillas o de aviones; y las insurgencias, matando inocentes, destruyendo la naturaleza y afectando las familias más necesitadas.

Ahora, si quieren guerra, ¿porqué no se agarran entre los dirigentes de las FARC y del ejército? Las guerras no las gana ni Estados Unidos con todo su poderío militar y económico. Ni Israel. Hay que hacer llegar sensatez tanto a los “payasos” como a los “conspiradores” gobiernistas; y quienes lo pueden lograr son los gobiernos de Cuba y Noruega.

Al fin y al cabo, una vez se firme cualquier tipo de convenio a favor de lo que algunos llaman paz, entra la segunda fase de los conflictos bélicos: con los paramilitares obtuvimos las BACRIM; con las FARC, ¿obtendremos las FACRIM?

@realtor1986

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