Mi Opinión

Publicado el Ben BustilloFormato Imagen

¡Barranquilla, grosera e inmoral …! II

 

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“Ceñida de agua hasta Carrizal … los camiones se atollan al pasar … Rojas Pinillas, se pone a cantar …”.

Empecemos con el sistema judicial con esta segunda parte. Tengo un caso ante la fiscalía, contra una empresa que compró terrenos aledaños al mío fraudulentamente a una hermana que se robó la parte de la misma mamá que tenemos. Pero esta frase, es solo el preámbulo al sistema judicial que enfrento. Añado que tengo 66 años, tengo un pie en el otro lado, vivo en California hace 40 años, mis hijos tienen sus vidas establecidas y no esperan venir a Colombia a vivir, pues desde que nacieron han vivido allá.

Sigo con la fiscalía; este es un proceso que abrí hace cinco años, y en mi primera visita al fiscal en este viaje, da la tremenda casualidad que mis contrincantes habían logrado “influenciar” de alguna manera un fallo en mi contra. Para malas de ellos que radiqué una reposición inmediatamente, y estoy para radicar las denuncias correspondientes ante la judicatura en contra de los abogados que promovieron el fallo y todas las personas envueltas en este prevaricato con declaraciones falsas.

De la parte civil, sabiendo que los juzgados “entran en vacaciones” en diciembre, adelantaré otros procesos contra unos primos por aprovecharse de un ganado que su papá ayudó robarse de la sucesión, y dentro de esa investigación analizaré las posibilidades penales que pueda llevar contra ellos también.

Pero sé a lo que me enfrento. He tenido varios abogados, y todos me han pedido dinero “y que para el fiscal y la secretaria”. En California soy graduado de asistente de abogado, y sé muy bien que esto pasa también allá en cortes federales y estatales. Pero nunca he tenido acceso a esa avenida. Por eso, lo que he confrontado, ha sido al pulso de utilizar las leyes y acusaciones a quienes las violen en mis casos. Abogados y jueces han perdido sus puestos y licencias debido a mis denuncias. Aquí en Barranquilla, pasará igual; los apestosos funcionarios sinvergüenzas con sus precios fijados por los secretarios y las influencias que revolotean por su presa en el desierto de la necesidad, se encontrarán defendiéndose de sus propias actividades ilícitas.

Sigamos con planeación. Mencioné que tengo un lote de 22.500 m² donde estoy desarrollando una urbanización pequeña para viviendas VIS o VIP. En el 2014 la Alcaldía de Barranquilla aprobó un nuevo POT. También, como con el sistema judicial, consulté con varios arquitectos e ingenieros para desarrollar el plan; nuevamente, todos “pidiendo plata” para “amigos dentro de la oficina” para que ayudaran a agilizar el proceso. ¡Absolutamente no!

Mi duda consistía era en saber si decían la verdad o no. Por eso decidí hacer todas las consultas personalmente, descubriendo que es muy cierto lo que me decían. No me han pedido directamente ellos dinero, pero la lentitud del proceso solo puede tener un significado para mí, que esta es la técnica que utilizan para lograr lo que buscan (he visto el trato diferente que le dan a otros que andan en lo mismo que yo). Tres veces me han contestado peticiones con respuestas absurdas abusando del derecho procesal. Estoy a la espera de la última y decisiva, pero les avisé qué pasaría si siguen jugando conmigo.

Saltemos al POT; tan confuso, obtuso y contradictorio, como las leyes de impuestos en Estados Unidos; pero a ambas las he podido traducir de un lenguaje confuso a uno que es inteligible. A propósito, también fui preparador de impuestos por más de 30 años en California.

Regresando al tema, consulté cada mapa aprobado (como 20 aproximadamente), y solo en dos encontré que mi lote se estaba en suelo de expansión; el resto lo muestra dentro del distrito, sin definir qué tipo de suelo es. Es más, basado en toda esa confusa información, concluí que no necesitaba un plan parcial ya que para mí se encuentra dentro de suelo urbano y no en suelo de expansión.

Pero ellos reafirmaron que sí necesitaba el plan parcial, definiendo que sí se encontraba en suelo de expansión. Pero lean esto: de acuerdo al nuevo POT si el proyecto se encuentra dentro de suelo urbano, no requiere plan parcial. Sin embargo, el Plano 9, de octubre del 2007, dice que actualmente hay 24 planes parciales dentro del suelo urbano.

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En la gráfica de arriba muestro donde se encuentra el lote en color naranja (distrito de Barranquilla), y las líneas fragmentadas amarillas delimitan el suelo urbano extendiéndolo hasta Juan Mina. Pregunto, ¿por qué esa discriminación territorial? ¿Es producto de influencias? Hay apellidos y empresas de envergadura en esa área específica. ¿Cuánto habrá costado obtener este beneficio? Mi lógica indica que esos límites tan mal hechos fueron para incluir la Zona Franca de Las Cayenas en territorio urbano, pero, ¿porqué el beneficio sólo para ellos y no incluir a quienes estamos dentro de eso límites?

El desarrollo urbanístico de una ciudad requiere leyes y normas, pero es para todos y no solo para los influyentes o para la venta del que desconoce los trámites. Además, ¿no es acaso la obligación del empleado gubernamental de instruir a quien lo necesite sobre su proceso? Y qué le cuesta a planeación ¿aplicar las excepciones en la ley 1469 del 2011 y ayudar al desarrollo del proyecto?

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