¡Nacionalismo! ¡Proteccionismo! ¡Autonomismo dependiente! ¡Defensa de la unión británica! Entre otras, estas fueron algunas de las “banderas” que alimentaron el Brexit (Britain exit) a partir de este enero 01 2021.
“… (El Brexit está) Inspirado en un pasado imaginario y nacería sobre un futuro imaginario.”[i]
Esta sería una excelente pintura del carácter alucinante – esquizoide de la retirada de Gran Bretaña de su acuerdo común con la Unión Europea.
Conservar un pasado imaginario significaría que el Brexit impulsado por el régimen de Johnson, ha pretendido resucitar la gran nación que, paradójicamente, hoy demostraría que comenzó a morir luego de haber servido, con dolor, como puente de la invasión de Normandía.
Londres puso más muertos que Paris en la guerra contra Berlín. Pasados 75 años, Paris y Berlín se han reconstruido como los ejes de una Unión Europea que reúne a 27 países, mientras que Londres se habría lanzado al vacío.
El Brexit también estaría naciendo con base en un futuro imaginario si se lo examina desde los puntos de vista político, económico y militar.
Políticamente, porque en un planeta que se profundiza hacia la globalización – mucho más ahora con la salida de Trump -, las negociaciones multilaterales y multirregionales seguirán imponiéndose sobre las nacionales.
Mucho más cuando el Brexit podrá significar en el corto plazo, tanto la integración de las Irlandas como la separación de Escocia -ya votada en referendo-, buscando conservar su calidad de socias de la Unión Europea.
Inglaterra alucinaría argumentando que también Estados Unidos negocia y rompe negociaciones “nacionalistamente”.
Pero ignoraría -como todo alucinante-, que Estados Unidos son 50 “países” con unos 300 millones de habitantes que ocupan unos 9,8 millones de kilómetros cuadrados (¡errata en el original), mientras que Inglaterra es un país con apenas 65,7 millones de habitantes y algo más de 250.000 kilómetros cuadrados de superficie.(¡)
Económicamente Gran Bretaña (con Irlanda y Escocia), se estima que exportaba el 50% de sus productos hacia la Unión Europea. Esa marea exportadora habría quedado bloqueada con el Brexit porque los productos británicos sólo podrán entrar a la UE pagando aranceles y, por tanto, se volverán más costosos que los de sus mismos competidores intra europeos.
Económicamente, el Brexit habría significado “huir hacia el enemigo”.
Ello explicaría por qué en los últimos meses viajaron por América Latina diversas misiones británicas buscando alianzas comerciales. Ignorando que el PIB de América Latina sería de unos 9,2 billones de dólares frente al de la UE que se aproximaría a los 17 billones. [ii]
De esta forma, Inglaterra se habría separado de un mercado donde cada europeo estaría en capacidad de comprar 1,8 veces más que un latinoamericano al que buscan convertir en ¡nuevo socio!…[iii]
Con el agravante, entre otros, de que si la distancia del Paso de Calais (Dover en Inglaterra – Gravelines en Francia) es de unos 49 kilómetros, la distancia entre Dover y Veracruz (México) se estima en 4.376 kilómetros.
Esto significaría que, de venderlo, el transporte de cada producto británico hacia puerto latinoamericano les costaría 89 veces más que en la U Europea. ¡A esto se le llama alucinar!
Las alucinaciones británicas también se estrellarían contra la realidad militar. Con la salida de Trump probablemente se disminuyan las amenazas contra la OTAN y, por tanto, se restaure la cooperación militar estadounidense con Europa.
Pero es probable que Europa ya no la necesite. Gracias a las aventuras de Donald en Europa -no es el nombre de una película-, la UE ya decidió fortalecer su autonomía militar con una inversión cercana a los diez billones de dólares.[iv]
De esta forma el poder de defensa de la UE se fortalecerá frente a las tensiones que generan tanto China y Rusia e inclusive los propios Estados Unidos. Panorama que dejaría a la Gran Bretaña como una penosa Cenicienta en el marco militar del planeta.
Gracias al Brexit Gran Bretaña se habría auto degradado desde el imperio militar más fuerte del mundo como lo fue hacia el Renacimiento, hacia una nación aislada e indefensa en el concierto global.
El balance no puede ser más dramático. Buena parte de las mentiras que compraron los votantes británicos en 2016, hoy amenazarían con quedar hechas polvo.
El Brexit puede que ofrezca más autonomía nacionalista en un mundo en el que la autonomía y el nacionalismo tienden a convertirse en meras ficciones políticas.
Tampoco ofrecerá prosperidad porque Gran Bretaña tendrá que abandonar un mercado de 17 billones de dólares que tenía asegurado a 49 kilómetros de distancia, por otros hipotéticos mercados que quedan a millares de kilómetros.
Congótica. Colombia está unida alucinantemente a Gran Bretaña porque, en 2016, año en que el Brexit fue votado SÍ por una escasa minoría, otra escasa minoría votó NO al proceso de paz con las FARC.
Congótica 2. Nuestra diferencia a favor es que estos últimos cuatro años, las mentiras de los que votaron el NO se han vuelto polvo porque ellos mismos han sustituido la guerra contra las FARC en una reedición del paramilitarismo de los 80s (auspiciada por los mismos gamonales fascistas que votaron el NO al referendo).
[i] Cohen, Roger. https://www.nytimes.com/2020/12/31/world/europe/brexit-eu-advantages.html?action=click&module=News&pgtype=Homepage
Diciembre 31 2020
[ii] Datos estimados por el blog desde el Fondo Monetario Internacional para 2020.
[iii] Siendo este apenas un utópico, improbable y apenas artilúgico -matemático caso
[iv] Cohen, Cit.