Minería sin escape

Publicado el Juan Daniel Angulo Argote

La riqueza en las entrañas de los Bosquimanos y Wayúu

“Las ideas se miden en sus efectos”. John Dewey

Otro amigo me comentaba que años atrás, al preguntarle a un ministro de minería recién asumido cuáles eran los desafíos para su gestión, la respuesta fue “primero la declinación de las leyes de las minas, segundo el aumento de la dureza de los minerales y tercero el uso de recursos como el agua y la energía”. Años después, pudo hacerle nuevamente la pregunta al ministro, ya fogueado, y su respuesta fue “primero, segundo y tercero: la relación con las comunidades”. Tomarse la sopa con una cuchara de té. Revista Minera Chilena, MCH 452.

Para nadie es un secreto desde sus entrañas culturales y desconocidas el valor de los Bosquimanos (Botsuana, sur de África), y los Wayúu (península de la Guajira, Colombia). Debajo de sus pies en medio de su inocencia sobre la riqueza, existen depósitos de diamantes y carbón de gran importancia mundial.

Uno de los más grandes yacimientos de diamantes en el mundo se encuentran en la reserva de caza del Kalahari Central (Botsuana, África), en ella habitan los Bosquimanos (los antepasados sobrevivientes más antiguo del planeta). En esa reserva se tienen dos riquezas: los Bosquimanos y los grandes depósitos de diamantes. Esta gran paradoja se asemeja a la que viven miles de indígenas en el norte de Colombia (Guajira) y al noroeste del estado Zulia, Venezuela, “los Wayúu”. Son extremadamente humildes, y carecen de las necesidades básicas. Sus casas, más bien llamados caseríos en las laderas del río Ranchería (Guajira), a veces rodeadas por un cerco de cactus, están hechas con burda madera, techos de palma o ramas, y suelo de arena. Los Wayúu duermen en hamacas en la misma habitación donde se cocina, se come y se reúne la familia. No tienen agua potable ni electricidad. Debajo de esa importante arteria fluvial “río Ranchería” se encuentra la formación geológica, llamada Cerrejón, la portadora de los mayores recursos y reservas de carbón térmico en Latinoamérica. La mayor parte de estos recursos son explotado por la empresa Cerrejón (una de las principales exportadoras de carbón en Latinoamérica).

Los Wayúu viven una metamorfosis territorial, natural y cultural, que padecen día a día, lo cual se refleja en el rebusque, como la gran mayoría de los colombianos, muchas veces terminando en acciones ilícitas como atracos y asesinatos. Mientras que la sociedad camaleónica ve con indiferencia su exterminio. Todo tiene sus orígenes y fondo, como la pobreza y prosperidad de un lugar. El desplazamiento forzado sin seguimiento por parte del Estado-empresa, finaliza en el abandono, desde ahí nacen las causas de esta gran problemática actual, la cual no cesa.

Los Bosquimanos y Wayúu poseen un encanto en su riqueza cultural y ancestral, independiente de sus recursos y reservas que brotan debajo de sus pies.

Los Bosquimanos subsisten como en la Edad de Piedra, pero están perdiendo en tribunales su derecho a vivir como hace 20 mil años. ¿Será el fin del pueblo más antiguo del planeta?. Dentro de sus grandes misterios por descifrar son sus habilidades físicas y mentales, son capaces de perseguir un kudú (antílope) durante 10 horas por 25 kilómetros, con temperaturas sobre 40° C, sólo para alimentar a su tribu. Por otro lado los Wayúu, donde  su encanto y colorido ancestral lo transmiten en sus manos artísticas al tejer mochilas, chinchorros, sombreros entre otros. Su verdadera riqueza se encuentra dentro de esas artesanías, las cuales se han convertido en emblema nacional. Las mochilas se pasean por todas las ciudades colombianas, además son tan llamativas que no pueden faltar en las grandes tiendas del país y el exterior, “difícil no mirar ante el radiante sol que ocultan en su colorido”.

En la actualidad ambas tribus viven lo que le llamo “sus recursos son más peligrosos que los leones”. Han sido sometidas al abuso, a violaciones desde todo punto, hasta emigrar y abandonar sus tierras, la mayor riqueza, no por los diamantes y el carbón, si no por su historia, un patrimonio sin valor. Para el caso de los Bosquimanos, los cuales son cazadores y recolectores, producto del despojo de sus tierras, de manera violenta, lo cual los hizo buscar zonas urbanas hasta adquirir la enfermedad del VIH.

La minería de antaño en Colombia sigue siendo la de hoy, donde los temas de fondo siguen sin soluciones (seguridad en el trabajo, temas jurídicos, ambientales y lo que expresan los países mineros por excelencia “relación con las comunidades”). Al Estado colombiano no le interesa para nada escuchar el mensaje expresado por parte de un ministro de minas de un país de talla mundial, primero, segundo y tercero, la comunidad y su relación por encima de todo.

Recuerdo en el año 2005 cuando ingreso a laborar con la empresa Cerro Matoso (Colombia), en aquel entoces Bhp Billiton, hoy llamada South 32. Sus empleados hablaban del bajo perfil de la empresa. La misión era mantener ese lema. Nadie debería enterarse de sus políticas y estrategias. El mensaje era claro, entre menos conozcan de nosotros menos preguntan. Hoy las cosas dieron un giro, la compañía es conciente del valor de sus comunidades, y con políticas inclusivas las comunidades son parte del proyecto niquelífero, obteniendo grandes resultados, empresa-comunidad de la mano.

Chile, y otros países que buscan la excelencia minera, realizaban actividades sin respetar las culturas ancestrales y comunidades, por ejemplo: “nadie se atrevería a pensar que es inocuo verter los relaves de una operación minera directamente en la costa, y menos si está en las inmediaciones de un centro poblado. Sin embargo, en el pasado ésta era una práctica aceptada, y fue la realidad de la División Salvador de Codelco con la ciudad de Chañaral. En 1971 la Corte Suprema de Justicia de Chile dictaminó en el caso “Gálvez N. Joaquín con Andes Copper Mining Co.”(nombre original de la actual División Salvador), que la compañía debía seguir vaciando sus relaves en el Río Salado. Este juicio empezó como oposición a la solicitud de la compañía de autorización para construir tranques de relaves y detener la descarga de éstos en el río, donde se habían instalado varias empresas a reprocesar los relaves de la compañía. En 1988, en el caso “Pedro Flores San Martín y otros contra la División Salvador de Codelco”, la Corte de Apelaciones de Copiapó ordenó a la División detener la descarga de relaves en el río. Es claro el cambio de criterio de los jueces en ambos fallos. En el primero la prioridad era el empleo; en el segundo, el cuidado ambiental y la salud de las personas”. Tomado: Revista Minera Chilena, MCH 452.

Esto hace tomar un rumbo totalmente distinto al momento de planear y ejecutar cualquier proyecto minero energético. Los Bosquimanos y Wayúu son las riquezas sustentables de sus naciones, y deben ser escuchadas y acompañadas por sus gobiernos. Recuerden la segunda característica de la minería “temporal”, los diamantes y el carbón son finitos, algún día se agotan o serán desplazados por algún sustituto.

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