Minería sin escape

Publicado el Juan Daniel Angulo Argote

Colombia impávido ante el índice atractivo de inversión en minería

La expresión coloquial “le fue como los perros en misa” muy usada en Colombia y Ecuador, denota que alguien le fue muy mal, tal como le va a un perro cuando entra a la mitad de la misa, lo chitean o lo sacan a patadas. Justo así le fue a Colombia en el reciente resultado entregado por Fraser Institute Anual Survey of Mining Companies 2019 como país atractivo para invertir en minería. Hoy, ese indicador nos ubica en América Latina por debajo de: Chile (17), San Juan (21)-Salta (36)-Catamarca (44)-Santa Cruz (53) provincias de Argentina, Perú (24), Suriname (37), Guyana (39), México (38), Brasil (46) y Bolivia (48). Fuente: https://www.fraserinstitute.org/sites/default/files/annual-survey-of-mining-companies-2019.pdf.

El índice atractivo de inversión, mide a los países atractivos para desarrollar exploración geológica y minería, donde se ponderan básicamente dos ítems:

  1. La percepción y estabilidad política con un 40%.
  2. Y un 60% el uso de las mejores prácticas para determinar los potenciales geológicos.

Recordemos que el 7 de agosto de 2018 fue la posesión del presidente de Colombia Iván Duque. Ese año, el país logra su mejor ubicación en la historia, ocupando la casilla 48 en el índice atractivo de inversión en exploración y minería (la encuesta se realizó el 21 de agosto al 9 de noviembre de 2018, donde la percepción de los encuestados fue favorable para invertir en Colombia). Según el estudio Fraser 2018, los resultados logrados se debieron a la firma del proceso de Paz del gobierno anterior (ver el informe). Siendo así, se percibía un excelente escenario para seguir en ascenso. Si analizamos el tiempo transcurrido por parte del gobierno en su mandato, no se ha incluido un nuevo proyecto, ni de exploración “las empresas juniors no retornan al país”, ni de minería. Solo se habla de los cinco proyectos mineros que venían y aún se encuentran en trámite por falta del Know how colectivo “el saber hacer en equipo”. Nadie viene aventurarse a invertir, en la tierra donde posiblemente le pase lo de los perros en misa, ni tontos que fueran.

Hoy Colombia desciende a la casilla 56 de 76 evaluados. Este estudio analiza 15 factores que determinan el índice atractivo de inversión: 1. Incertidumbre sobre la administración, 2. Incertidumbre sobre las regulaciones ambientales (estabilidad), 3. Duplicación e inconsistencia regulatoria, 4. Sistema legal (instituciones del sector transparencia y eficiencia), 5. Régimen impositivo, 6. Incertidumbre sobre reclamo de tierras en disputa, 7. Incertidumbre sobre áreas protegidas (silvestres, parques de reserva, zonas de paramos “caso Colombia”, sitios arqueológicos entre otros), 8. Infraestructura (acceso a carreteras y disponibilidad de recursos necesarios agua-electricidad), 9. Acuerdos socioeconómicos, 10. Barreras comerciales, 11. Estabilidad política, 12. Regulaciones laborales, 13. Calidad de las base de datos geológica, 14. Nivel de seguridad y 15. Disponibilidad de mano de obra/habilidades.

Estos resultados son de fácil acceso al público, los cuales le permiten al futuro inversionista, evaluar en qué países se puede invertir y en cuáles no. El objetivo final del índice atractivo de inversión es: afianzar y convocar a todos los inversionistas posibles, para hacer exploración geológica, y finalmente desarrollar proyectos mineros. Dicha encuesta, fue circulada electrónicamente a 2400 participantes (ejecutivos, gerentes, empresas, firmas consultoras y otros) en todo el mundo, entre el 20 de agosto y el 8 de noviembre de 2019.

El top 10 de los lugares más atractivos para invertir en exploración y minería en el mundo son: el oeste de Australia, Finlandia, Nevada, Alaska, Portugal, Sur de Australia, Irlanda, Idaho, Arizona y Suecia. En Latinoamérica como siempre Chile el mejor posicionado, ocupando el puesto 17, a pesar de las movilizaciones sociales “protestas” desde octubre del 2019 hasta el presente. Aún con esto, Chile es tres veces más atractivo para invertir en exploración y hacer minería que Colombia.

Mientras el gobierno actual en sus discursos de campaña hablaba de recuperar e impulsar la confianza que había perdido el inversionista nacional y extranjero para realizar exploraciones geológicas y desarrollar proyectos mineros en el territorio ¿qué ha sucedido con las promesas?.

  1. Por parte del Estado no existe la mínima voluntad de realizar exploración directa “perforaciones” en el subsuelo colombiano. Así jamás se puede potencializar el indicador de las mejores prácticas geológicas. Ahora, con la Comisión Colombiana de Recursos y Reservas Minerales (CCRR), es el momento de cuantificar los recursos mineros del país. Además, el resultado obtenido en las mejores prácticas, es el peor desde el 2015. Colombia descendió del puesto 34 en el 2018 al 52 en el 2019. Una de las tantas razones: un sistema regulatorio legal-tributario-técnico-ambiental cada vez más débil, sumándole el aumento del conflicto armado, donde el Estado no tiene ni pies ni cabeza para la búsqueda de soluciones distintas a la guerra (EE.UU. firma acuerdo de paz con los talibanes afganos después de más de 19 años en conflicto). Todo esto, le genera a los inversionistas pánico “mucho riesgo país”. Uno de tantos ejemplos: lo que hoy es zona de reserva natural, mañana no lo es, o lo contrario.
  2. Establecer una alianza como el New Deal “Un nuevo contrato social”, el gestor de los maravillosos 30 gloriosos, capitalismo+movilidad social, aplicada por el expresidente Franklin Delano Roosevelt en los Estados Unidos de América. En nuestro caso, hay que facilitar una sinergia con la imprenta del ADN minero entre el Estado-empresa-academia y comunidad. Aún no existe.

Como los perros en misa, así nos va comparándonos con los países que avanzan en la materia, y seguimos impávidos. Dentro de dos años, si no acertamos en las urnas eligiendo un fenotipo que sea capaz de sacarnos de este atolladero, seremos cómplices de la esclavitud que próximamente van a vivir las generaciones venideras “explotar minerales sin ser transformados”. Solo me resta decirles a los gremios académicos y mineros: se reducen las esperanzas de avanzar como país minero con empleos especializados y políticas industriales.

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