No se si a ustedes les ha pasado alguna vez, que comen tanto de algún plato que se saturan. A mi me sucedió con la berenjena, comí tanta lasaña de berenjena y berenjena a la parmigiana , que ya no me la aguantaba. La saqué de la lista de mercado y llevaba un año sin comprarla. Pero llegué a Kimi Izakaya y todo cambió.
Primero debo mencionar que cuando me hablaron de este lugar pensé: “bueno un japonés más en Bogotá, al parecer lo que más nos gusta en esta ciudad son las hamburguesas y el su-shi, porque no cabe uno más”. Pero no, lo que no encuentras aquí, es sushi, y en mi ignorancia, no sabía que Izakaya hacía referencia a un típico restaurante bar japonés, al que la gente suele ir después del trabajo, tomarse un buen sake y pedir platos para compartir. Y eso es precisamente lo que Daniel Castaño y su socio Camilo Giraldo quería hacer, un lugar de cocina tradicional japonesa, sin interpretaciones ni fusiones, hacer lo que ya existe, y hacerlo bien hecho. Por esto mismo desde Japón, de la cocina de un bar de ramen, trajeron a Kumiko una cocinera japonesa tradicional, quien les ayudó a desarrollar estos platos.
Segundo, estaba algo preocupada, porque desde hace varios meses no como ningún tipo de carne animal, y las fotos de los platos referencia que había visto, eran todos de proteína animal (todos con excelentes comentarios). Pero me encontré que en cada tipo de plato que tienen en la carta, tiene una opción vegetariana, y cada uno de los paltos que probamos, fueron increíbles. Así que para los que como yo no consumen proteína animal, Kimi es una excelente opción.
Tercero, poco conozco de la cocina japonesa así que ir fue toda una experiencia, pues pudimos entrar a la cocina y nos encontramos con muchos ingredientes desconocidos, que al momento de llevarlos a la mesa nos sorprendieron. También quiero resaltar, que de todas las cocinas en la que he estado, esta me sorprendió por el orden, la concentración de los cocineros, y la calma así tuvieran prisa. Aquí algunas de las fotos mientras preparaban nuestros platos:






En conclusión conocer Kimi fue una muy buena experiencia, además probamos ricos sakes, filtrados y sin filtrar, este ultimo mi favorito. Y en sí, el montaje, la arquitectura y el mobiliario es un trabajo muy cuidado, es lugar acogedor con pequeños detalles que amenizan cada bocado.
Y como de costumbre cada lugar que visito y me gusta mucho me llena de inspiración para hacer una receta, retomando el tema de la berenjena, Kimi Izayaka me llevó a hacer el siguiente plato: