El partido que se vio anoche en El Campín es una muestra indefectible de la ineptitud, ineficacia e inutilidad de un cuerpo técnico para preparar bien a un equipo y de un grupo de jugadores para sacar adelante lo que bien podría haber sido un encuentro sencillo contra un débil rival, que luego de 270 minutos de torneo no ha conseguido siquiera anotar un gol, tal y como lo es el Quindío.
Muchos pensamos durante el transcurso de la semana, que luego de la bochornosa presentación del pasado sábado en Cali, Millonarios no podría jugar peor y que quizás el partido de anoche por lo menos serviría para mantener un buen ritmo en condición de local. Pero definitivamente estábamos equivocados.
La presentación de anoche del cuadro embajador pasará a la historia como una de las mas inadvertidas, intrascendentes y paupérrimas de su historia, llena de cambios obligados y con un sinfín de limitantes en un grupo de mal llamados futbolistas profesionales.
Anoche, la murga vestida de azul, arrastró su miserable existencia por la gramilla del estadio de la calle 57 y sus “refuerzos”, dejaron ver que no son más que nombres dispuestos a engrosar la lista de aquellos Marcus Vinicius de Moraes, Johner Toro, Marcelino Rentería, Ferreira, Lobinho, Abdala y un interminable listado de etcéteras. Y como mejor ejemplo, tengo que decir que es infame y ridículo como el argentino Boyero desperdició la doble opción de anotar que tuvo en el minuto final del juego.
Como colofón, el arbitraje de Jorge Sierra es de los malos que han pasado por aquí… y no porque haya dejado de sancionar una pena máxima, o porque haya expulsado mal a un jugador… no, fue malo porque es un juez sin carácter, que se deja mangoneqar, porque hasta los miembros de la cruz roja le manejan el partido, porque no repone el tiempo que corresponde, porque no mide con la misma vara… un pusilanime de 5 centavos, que insisto, no tuvo nada que ver con el resultado.
La semana que se viene para Millonarios no es sencilla… el miércoles, partido en el infierno de Barranquilla contra el Junior y con un equipo que luego de despertar del sueño que representó ganarle a Nacional en la primera fecha, no se sacude de la pesadilla de sus propias limitantes, sumido en crisis institucional por la declaratoria de ilegalidad de la asamblea extraordinaria del pasado mes de diciembre y enfrentando el próximo fin de semana a un Cúcuta urgido de resultados para salir del fondo de la tabla del descenso.
Parafraseando algunas de las típicas frases de campaña, propias de esta época álgidamente política, con Millonarios, PEOR SI ES POSILE!!!!!!
MI NOTA AL PIE. Me sorprende ver cómo hay personas que asisten al estadio con la inocultable intención de ver perder a su equipo, para ver si por fin pasa algo… Millonarios a llevado a su afición a limites increíbles, pero que existan hinchas que desean que pierda su equipo para que por fin se vayan López y García ya es algo absurdo. Esa clase de individuos deberían replantear en qué gastar su dinero…