Hoy, con Deportes Quindío pendiendo de un hilo en la tabla del Torneo BetPlay -actualmente es octavo con 13 puntos-, analizamos los estados financieros de 2023. Luego de lo confirmado por la Superintendencia de Sociedades, desglosamos sus INGRESOS y EGRESOS, que confirman que el equipo de Hernando Ángel sigue siendo una mina de oro, pero en la B.
Los ingresos operacionales de 2023 sumaron $13.323 millones, lo que representa un aumento del 8 % respecto a 2022. La mayor parte provino de aportes de la Dimayor y la venta de jugadores. A pesar de estar en la segunda división, Quindío sigue generando grandes sumas de dinero, aunque con CERO resultados deportivos. El negocio está claro.
En cuanto a los préstamos, la cifra de 2023 no fue tan alentadora. El club solo ingresó $1.109 millones, lo que representa una caída del 21 % respecto a 2022. Entre los jugadores cedidos figuran Yani Quintero al Red Bull Bragantino de Brasil ($905 millones) y el lateral izquierdo ecuatoriano Jean Quiñónez, quien tuvo un paso fugaz por Armenia antes de terminar en el Hapoel Petaj Tikva de Israel ($203.8 millones).
Aunque Deportes Quindío sigue en la B, de donde pareciera no tener intenciones de salir, sigue siendo uno de los equipos más tradicionales del país. Sin embargo, el área de mercadeo no tuvo su mejor año. Apenas lograron ingresos por $384 millones, un 28 % menos que en 2022. Durante ese año, el equipo tuvo contratos de patrocinio con Corredor Empresarial S.A. (BetPlay) por $275 millones y la Fábrica de Licores del Tolima por $109 millones. Al 31 de diciembre de 2023, estos patrocinios ya no estaban vigentes.
Los que han venido saltando del barco son muchos aficionados, pues por concepto de taquillas, los ingresos apenas alcanzaron $75 millones, una caída del 89 % en comparación con el año anterior. La ausencia de público en el estadio Centenario es un reflejo claro de la creciente decepción de la afición, aunque es claro que esto no afecta gravemente las finanzas del club.
Los gastos, ¿a dónde se va el dinero?
Pero no todo son ingresos. Deportes Quindío también gasta, y aquí es donde las cifras se ponen más interesantes. Según el informe, el club reportó gastos por $8.248 millones, de los cuales el 33 % corresponde a los salarios de la nómina, incluidos cuerpo técnico y jugadores. En la B, estos salarios son modestos, por no decir risibles.
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Un dato llamativo es cómo parte de estos gastos se destinaron al pago de $805 millones al Club Atlético Boca Juniors de Cali, en concepto de contribuciones por la venta de derechos deportivos de jugadores como Déinner Quiñones, Didier Pino, Damir Ceter y Brayan Ceballos a Atlético Nacional, América, Cagliari y Fortaleza, respectivamente. Además, se incluyó el pago de derechos de formación de José Cabarcas al club Alianza Sport.
Tras esto, ya se puede hacer el análisis real con una suma y resta sencilla. Las ganancias en 2023, pese a los gastos de nómina, lo que se le “pagó” al hermanito menor Boca Juniors de Cali, entre otras cosas; el club generó una utilidad neta, después de impuestos, de $4.807 millones, 27 % más que en 2022. En este aspecto, Quindío sí es un CAMPEÓN indiscutible.
Parece un disco rayado, pero hay que decirlo. A pesar de estar en la B, Deportes Quindío sigue siendo un negociazo. Vende y presta jugadores, recibe aportes de la Dimayor, FCF, patrocinios y una gotica de taquillas. Las ganancias están aseguradas, pero el futuro deportivo sigue siendo sombrío.
Es irónico. La gestión económica del equipo es eficiente, asegura un flujo constante de ingresos y una estabilidad envidiable. Sin embargo, ese éxito financiero contrasta con la incapacidad del club para alcanzar su objetivo más importante: el ascenso a la primera división. Pero para ello es necesario invertir, y está demostrado que este equipo no invierte para ganar.
Pese a esto, no me atrevería a afirmar de manera irresponsable que el proyecto Deportes Quindío no busca el ascenso. Es más, fuentes internas del club me han dicho que el directivo ha ofrecido algunos premios -modestos- cuando el equipo ha estado cerca de lograrlo. No obstante, las cifras no mienten. Y con una nómina que, en este semestre, parece la más limitada de los últimos años, el mensaje es claro. Queda en manos de la afición y la prensa interpretarlo, captarlo y considerar si aceptarlo o no.
Nos vemos en las redes de @encalienteq
Por: @nossadeportes
Andrés Nossa @nossadeportes
PERIODISTA DEPORTIVO. Escribo en El Espectador y Colprensa. Trabajé para las revistas Fútbol Total y F1 Racing Latinoamérica. Apasionado por la redacción y el fútbol. Magíster en Periodismo de Investigación y Datos. Docente universitario. Acá se opina de deporte. ¡Bienvenidos!