Andres Vargas @Andresvarperaza
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Andrey Rublev (20 de octubre de 1997 – Moscow – Rusia) celebró este martes, en el campo central del Conde de Godó, la victoria más importante de su carrera. Su victima, Fernando Verdasco, número 37 del mundo, y verdugo de Rafael Nadal en el Masters 1000 de Miami, tan solo aguantó sus potentes golpes, durante una hora y 32 minutos, antes de caer derrotado 7-6, 6-3. El triunfo del moscovita, le da su cuarta alegría ante un top 100, tras las conseguidas ante Blaz Rola 95 (CH Texas), Dudi Sela 90 (ATP 250 Delray Beach) y Pablo Carreño Busta 54 (Masters 1000 Miami).
El 16 de marzo del 2015, el número uno del mundo juvenil, Andrey Rublev se paseaba por el circuito Challenger. En Irving, torneo que se jugaba la misma semana de Indian Wells, encontraba su platarforma de despegue hacía Miami, ciudad donde iba a conseguir su primera victoria en Masters 1000.
Con dos triunfos ante jugadores top 100, su primera alegría en Copa Davis y los cuartos de final en el Challenger de Dallas, como respaldo de la temporada, el joven de 17 años se disponía a jugar la clasificación. El sorteó deparó que el colombiano, Juan Manuel Benítez, fuera su rival. Ese mismo que hace unos meses, decidió partir a la universidad por falta de apoyo y que disputaba ese evento, por la cercanía a el lugar donde actualmente cursa la carrera de periodista.
El partido correspondió a la segunda ronda, de la fase previa, de un torneo que repartió $125.000 dólares en premios. «Corrí como un perro» admitió, Juan Manuel Benítez, sobre el encuentro que terminó cediendo en algo más de una hora de juego, con parciales de 6-2 y 6-4. A pesar de la derrota, el oriundo de Medellín, recuerda el duelo como si hubiera sido ayer.
«Él juega todo el tiempo plano, el agarre es prácticamente continental» comentó el colombiano. «El primer set lo perdí 6-2. En el segundo estaba 4-1 abajo, pero recuperé el quiebre luchándola a morir. El sacó para partido 5-4, tuve dos oportunidades de quebrarle el servicio. En una de esas opciones, tenía una derecha relativamente fácil, la cual se quedó en la net, por la desgraciada carencia de partidos, y la inexperiencia para enfrentar este tipo de situaciones, ante chicos como Rublev, que ya tienen varias victorias ante jugadores top 100».
Juan Manuel Benítez no se quedó en el resultado, pero admitió que no fue una buena tarde para él, a pesar que por momentos hizo que el choque estuviera nivelado. «Yo no jugué para nada bien, debido a la falta de partidos. Él saca un ‘pedazo’, pero mi topspin le complicaba. A ese tipo de jugadores, les gusta que la bola vaya lineal y sin efecto, pero gracias a mi empuñadura y estilo de juego, por momentos hice que se sintiera incomodo».
Después de la derrota, que le daba el paso al ruso a la ronda final de ‘qualy’, -iba a caer ante el británico Kyle Edmund- , el paisa de 19 años, analizó al rival, que a su corta edad ya cuenta con cuatro títulos ITF. «Es un tipo muy cerrado, frío, me atrevería a decir que es raro. A ratos es débil mentalmente. Pero lo que vi, es que muy perfeccionista, pero que se frustra fácilmente cuando falla». Luego, comparó su tenis con el del jugador que hoy ganó un partidazo en Barcelona. «Él obviamente es más talentoso que yo, pero cómo sabes, el talento no lo es todo. Mentalmente puede estar más enfocado, ya que no tiene que preocuparse por otras cosas que no sean de tenis. Yo por estar ahora en la universidad tengo mucho en que pensar, pero se que cuando salga eso va a cambiar, y me va a ayudar a llegar bastante lejos». Y finalizó, «él tiene absolutamente todos los golpes, pero con saque, derecha y slice, también se puede llegar», el 1120 del mundo, hacía referencia a su juego.