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El Melbourne Park vibró esta madrugada con los primeros encuentros de acceso a la semifinal que se disputaron en el primer Grand Slam del año y que dejaron a más de uno bastante boquiabiertos con las sorpresas que los primeros semifinalistas dieron.
Antes de comenzar los encuentros, el público tenía sus favoritos y las apuestas estaban puestas en el ex número uno y el batallador tres. Sin embargo, La Rod Laver arena se revistió de sorpresas y vio brillar a los rivales de las estrellas
David Ferrer, cabeza de serie número 3, fue derrotado por el checo Tomas Berdych quién desde el inicio del encuentro se mostró más fuerte y contundente que el español. 6-1 en el primer set, muchos errores no forzados por parte del ibérico y una gran inestabilidad de juego hicieron que el encuentro con cupo en la seminifinal se le complicara bastante a Ferrer, quién defendía los puntos conseguido el año pasado, cuando en la penúltima ronda de Melbourne enfrentó al ganador del evento Novak Djokovic.
La segunda manga del encuentro fue más pareja, el español logró defender la mayoría de sus servicios e igualó el juego constantemente, sin embargo, el checo sacó la delantera y se llevó el segundo set con un 6-4 que le cerraba cada vez más al español la posibilidad de conseguir su tercera semifinal en el abierto australiano. Sin embargo, pese a su desventaja consiguió llevarse la tercera manga del partido, aunque con poco éxito, ya que de nuevo en el cuarto set el checo se adelantó llevándose el partido y el paso por primera vez en su carrera a una semifinal en el Melbourne Park, situación que lo convierte en el segundo checo, después de Iván Lendl, en ser semifinalista de los cuatro torneos major.
Berdych, quien no comenzó la temporada de la mejor manera, ya que en el primer torneo que disputó en el año cedió ante Ivo Karlovic en primera ronda, demostró que quiere ser campeón luego de las 11 veces que ha participado en el abierto y que tiene todo para enfrentar a su rival de semifinal que en definitiva no será presa fácil, pues se trata del número 8 del mundo, Stanislas Wawrinka, quien viene de derrotar al campeón del año pasado Novak Djokovic.
Justamente, el encuentro entre el suizo Stanislas Wawrinka y el ex número uno del mundo Novak Djokovic, era uno de los más esperados por el público quienes querían ver la revancha del suizo quien en la versión pasada del torneo tuvo que enfrentar un duro encuentro con el serbio donde salió perdedor y no pudo instalarse en los cuartos de final.
Esta año, el suizo lleva un récord de 9 victorias y 0 derrotas, ya que antes de su debut en Melbourne se consagró campeón en Doha, Qatar, mientras que, el serbio, quien debutó en 2014 en el abierto australiano, llevaba un récord de 28 partidos jugados sin perder ninguno, récord que el suizo se encargó de frenar.
Sin lugar a dudas, este choque ha sido de los más emocionantes que ha vivido el Rod Laver hasta ahora, Wawrinka sediendo de revancha iba a dar lo mejor de sí para eliminar al campeón invicto, quien sin embargo, en el primer set mostró que aún no le arrebatarían la corona. La primera manga del encuentro fue una muestra de superioridad de Djokovic ante Wwawrinka, ya que con un contundente 6-2 comenzó a demostrar que la historia se repetiría y aún no era tiempo de que el suizo vengara sus derrotas.
Sin embargo, en el segundo set, los papeles cambiaron, cada uno defendió su servicio y las posibilidades de quebrar el de su oponente eran cada vez más nulas, aun así, el suizo logró quedarse con el servicio más importante del nacido en Belgrado y se llevó el set con un 6-4. Sets iguales, nada estaba dicho. El tercer set inició y esta vez Wawrinka tenía más que claro que no partiría de Melbourne sin esta victoria y con un contundente 6-2 se llevó la tercera manga dejando el encuentro con un set abajo para el serbio.
Djokovic, que no entrega un partido tan fácilmente salió en rescate de este y lo logró, el cuarto set fue para él con un 6-3 e igualó el partido, dejando la posibilidad de que cualquier cosa sucediera, y dándole la tranquilidad a su nuevo entrenador Boris Becker, de que su pupilo haría las cosas bien. El quinto set, el definitivo fue una batalla a muerte, donde la igualdad reinó al estar 5-5 y luego 6-6, hasta que estando 7-8 30-30 abajo Djokovic, el suizo llevó a la red al serbio quien falló y le dio «match point» al octavo mejor del mundo, quien no lo desaprovechó y con un 9-7 dejó por fuera a el número uno del mundo, quien no perdía un partido desde el 9 de septiembre de 2013 cuando cedió la final del US Open ante Rafael Nadal.
Con estas victorias, Stanislas Wawrinka y Tomas Berdych se convierten en los nombres de los primeros semifinalistas del primer Grand Slam del año, donde quedó demostrado que en 2014 cualquier cosa puede suceder.