Hablemos Sobre Ciclismo

Publicado el Nicolas Borras Calderon

Un día de entrenamiento con Nairo Quintana | Desde Adentro

La jornada de entrenamiento es el momento más esencial en la vida de un ciclista. Incontables horas se acumulan sobre la bicicleta, contra lluvia, viento o calor los ciclistas pasan hasta 7 horas al día entrenando, en un ritual sagrado que se repite día tras día, sacrificando momentos especiales, con los amigos o con la familia, con el objetivo de ser mejor y cumplir el objetivo por el que cada día salen a entrenar.

Poder hacer una entrevista sobre la bici, durante más de 4 horas y por mas de 100 kilómetros, subiendo y bajando por la geografía del departamento de Boyacá, es lo que la hace especial. Quizá nunca le había dedicado tanto tiempo a una entrevista para el blog como esta, poder juntar mis dos pasiones, el ciclismo y el periodismo, en este documento periodístico en el que Nairo Quintana me permitió acompañar un día de entrenamiento, y tener la experiencia de entrevistar al ciclista más importante de la historia del país de la manera más autentica posible, sobre la bicicleta y durante su jornada de entrenamiento, este es un privilegio que tiene un  valor incalculable como estudiante de periodismo y ciclista en formación.

Nos reunimos en la ciudad de Tunja, eran cerca de las nueve de la mañana cuando llegó Nairo, estar al frente de un ciclista al que le tengo una admiración tan grande es difícil de explicar, nos saludamos y de inmediato empezamos a rodar, también crucé palabras con Winner Anacona, su compañero de equipo, que también acompañaba a Nairo ese día, juntos preparando sus objetivos de la temporada.

En esos primeros kilómetros estaba asimilando la idea de que estaba a rueda de dos ciclistas que suman 20 grandes vueltas, entre los dos, pero también empecé a comprender la enseñanza más grande de ese día, ellos también son de carne y hueso, lo que los hace diferente no es ninguna condición especial, es el sacrificio y el trabajo duro lo que los hace sobresalir.

Lo primero que me llamó la atención fue como la mayoría de los carros que nos cruzamos desde el primer kilómetro lo reconocían, muchos quieren una foto y cruzar un saludo, en ocasiones, incluso atascando el tráfico. Muchos se acercan –peligrosamente- demasiado mientras entrena e intenta responder todos los saludos. Detalles que pasan desapercibido para cualquiera de nosotros pero que hacen parte del día a día de una figura.

Cuando íbamos 15 kilómetros Nairo tuvo un pinchazo, nos detuvimos a la orilla de la carretera y en los 10 minutos que se tardó en despinchar al menos 15 ciclistas más, que montaban por allí, pararon también en busca de una foto o un saludo, para un aficionado, esto supera cualquier valor.

En la región, es un ídolo de una increíble magnitud, “Vamos Nairo” se escucha durante todo el recorrido, los ciclistas aficionados, desde jóvenes hasta adultos, que tienen la fortuna de cruzarlo en su rodada luchan con todas sus fuerzas por lograr ese momento único a rueda su ídolo.

Cuando llegamos a Paipa pasé al frente con Nairo, empezó una charla que se extendería hasta el regreso a Tunja, donde por cierto casi nos caemos por un transeúnte que pasaba sin precaución la calle, por fortuna lo esquivamos y nadie tocó el piso. Durante este tiempo yo soltaba pregunta tras pregunta, y con cada respuesta me quedaba claro que ese ciclista que recibe críticas porque no gana, porque no ataca, es un ciclista que lo entrega todo en cada día, no importa si llueve, no importa si hace demasiado calor, todos los días está sobre su bicicleta dejando cada caloría en la carretera, no solo él, el policía que todos los días lo protege en su moto y el conductor de la camioneta que todos los días lo escolta. Comentaba que le daba tranquilidad dejar todo en la carretera pero si los resultados no se dan siempre, qué más puede hacer.

Cuando hablamos sobre el tour, respondió con un certero “Van a pasar cosas bonitas”. Y sobre la situación en su equipo actual, es innegable que ya no existe la armonía que existió en el pasado.

Al conocer, durante un día, ese trabajo que hay detrás de todas las victorias, conocer algunos –de los muchos- sacrificios que hace, es difícil juzgarlo por un resultado, a un ciclista que todos los años –desde 2013- ha estado en el top 10 de al menos una gran vuelta, ganando dos de ellas, una constancia que muy pocos ciclistas pueden darse el lujo de tener. Esto toma gran valor cuando tenemos en cuenta que jamás ha estado involucrado en ningún caso de dopaje.

 «Van a pasar cosas bonitas»

¿Qué opina de las críticas recientes que dicen que su estilo es muy conservador?

Sobre las críticas, cada uno sabe lo que tiene y lo que puede dar y no por hacer feliz a los demás vamos a hacer «ignorantadas», como a veces digo. Sabes hasta donde puedes llegar, hasta donde puedes gastar y lo que puedes gastar es lo que puedes dar. Muchos quisieran que Nairo atacara y ganara las carreras con diez minutos pero hay rivales y los rivales hacen lo mismo.

«Sabes hasta donde puedes llegar, hasta donde puedes gastar y lo que puedes gastar es lo que puedes dar»

¿Cuál es su victoria favorita?

Mi victoria favorita es la del 20 de julio en el Tour de Francia del 2013, aunque hay muchas que he ganado con mucha categoría, en Italia: las Tirreno; la del País Vasco, hay muchas que han sido tan bonitas y tan especiales.

¿Cuál ha sido el podio en una carrera de tres semanas más difícil de conseguir?

El podio en una carrera de tres semanas más difícil fue cuando gané en el Giro de Italia porque yo estaba muy enfermo y luego nos encontramos con un día con muchísimo frío y estaba con alergias, ya me había venido una gripa. Había un debate si se subía el Stelvio o no se subía, era muy peligroso porque había sitios con más de cuatro metros de nieve en los costados de la carretera, yo le decía a los compañeros y a los periodistas que yo la quería subir porque era una buena oportunidad y era una subida que me gustaba mucho. Al otro día amaneció lloviendo, nevando y todos en el pelotón pesimistas, yo era el único que estaba optimista, creo que era el único que quería que la etapa se mantuviera con su recorrido original y así se hizo y fue realmente duro, sufrimos mucho pero al final se dio la recompensa.

En la Vuelta a España, mi etapa favorita fue Formigal por lo especial de ese ataque desde tan temprano, ¿Qué anécdota recuerda de ese día?

Mi etapa favorita fue Formigal, tal como se desarrolló. Todos estaban cansados del día anterior y yo les daba mucho ánimo a los compañeros, era una etapa corta y salía algo más tarde y todos indecisos en ir a reconocer la salida. Me les adelanté, escondiéndome a ver si mis compañeros iban a buscarme para ir a conocer la salida, una salida muy difícil que tenía un repecho subiendo y como el día anterior había sido tan difícil, estaban que renegaban algunos y nada que me encontraban, los hice subir todo el repecho. Esa fue la anécdota, que muchos no querían reconocer la salida y finalmente todos subieron, luego nos regresamos y nos acomodamos en la salida siempre adelante, cuando vi que la guerra comenzó, vi a Contador con las ganas de ataque y ahí fue que salí cerca de él y se hizo el famoso corte donde ganamos la diferencia necesaria para ganarle a Froome y al Sky.

¿Qué anécdota curiosa recuerda de aquel Tour de Francia del 2013, subcampeón en su debut?

En el tour del 2013, cuando iba líder de los jóvenes teníamos a un corredor que estaba trabajando para intentar ganar la etapa del Mont Ventoux y el Ettix no nos respetaba la posición y querían estar delante de nosotros porque tenían unos corredores que ellos creían que me iban a ganar y ahí tuvimos una guerra, tuve que hacer un derrape, una frenada en una recta como a 70 kilómetros por hora para hacer respetar al equipo y claro, cuando el pequeñito les cruzaba así la bicicleta hasta los más grandes lloraban que no, que por favor no lo hiciera que nos dejaban la posición pero que no lo volviera a hacer, fue algo peligroso pero desde ese día nos ganamos bastante respeto en el pelotón.

«Ese día nos ganamos bastante respeto en el pelotón»

Lleva 6 años consecutivos sin salir de un top 10 en carreras de tres semanas, ¿Cuál es la clave para ser de los pocos ciclistas con tal constancia en el máximo nivel?

Es el reflejo de todo el trabajo que se ha hecho, del profesionalismo, del saber cumplir a quienes nos han contratado y de representar bien a un país, hay que llevar el patriotismo en el corazón y tratar de hacer lo mejor. Ese orgullo y que la gente salga y que lo apoye a uno hace que nosotros demos lo mejor, por eso hemos podido estar en la lucha, no solo en las de tres semanas sino en todas.

«Hay que llevar el patriotismo en el corazón y tratar de hacer lo mejor»

¿Cuál ha sido su momento más feliz y el más triste sobre la bici?

El momento más feliz de mi vida en bici, tengo muchos… Tal vez el tour de Francia del 2013 que nos ha dejado marcado a muchos, que lo empezamos y terminamos bien, nos dejó muy bonitos resultados. El más triste, cuando me caí en la vuelta a España, que tuve que retirarme, cuando iba de líder y finalmente no poder concluir esa gran vuelta. Ver a mis compañeros en la televisión desde el hospital es un momento muy difícil, pero bueno, luego los superamos y seguimos adelante.

Por último, Jóvenes que como yo, seguimos sus pasos en el proceso de formación como ciclista profesional, ¿qué consejos o pautas nos puede compartir usted que ya ha pasado por él?

A los jóvenes que siguen los pasos, si les gusta que lo hagan bien, que no se engañen, háganlo con gusto y con amor por la bici y que sean felices sobre ella. Sean constantes y sean sinceros.

Este año ha sido de cambios en su preparación, en su entrenador, e incluso un cambio de equipo parece inminente en su carrera, pero estos cambios requieren de un proceso que no es tan fácil como todos pensaríamos, cuando la afición le quisiera exigir un cambio de equipo, un cambio de estrategia, un cambio de preparación, todo está detrás de un largo proceso de apuestas que son muy difíciles de tomar para un ciclista de su categoría, que esperamos le resulten bien. Como él lo dice, que no se engañen, porque en el ciclismo no hay atajos, especialmente cuando en el ciclismo los resultados a veces se ven inalcanzables.

Tener la oportunidad de conocer a mis ídolos, del modo más esencial, en una jornada de entrenamiento, permite entender que no son extraterrestres, ellos también se pinchan, les duelen las piernas –un poco menos que a mí, tal vez-, les da frío y sufren calor, lo que los hace diferentes es esa voluntad que los ha llevado hasta tan lejos, siendo profesionales en todo el sentido de la palabra.

@BorrasNicolas

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