Gol de Camerino

Publicado el Pablo Ríos González

El fútbol no es una isla

El fútbol no es sólo un deporte. El fútbol, además de eso, es una herramienta política, social y económica.

En España es imposible hablar de la Liga sin mencionar la crisis que atraviesa ese país. El último caso relevante es el de la protesta de los jugadores del Racing de Santander, quienes decidieron no jugar un partido por la Copa del Rey contra la Real Sociedad por los cuatros meses que les adeudaban.

En Argentina, el fútbol  y la política están ligados profundamente. El gobierno de ese país es el que se encarga de financiar las transmisiones de los partidos, entregándole la plata a la AFA –mejor dicho, a Julio Grondona- que después la distribuye entre los clubes como se le venga en gana, maniobra que le sirve a ‘El Padrino’ para que todos los dirigentes vivan rendidos a sus pies.

En Venezuela, la vesania que se ha desatado con las manifestaciones que han incluido censura a la prensa internacional, heridos y víctimas, no deja atrás al fútbol. Este deporte no es el número uno en ese país, sin embargo, su crecimiento se ha desarrollado notoriamente en los últimos 10 años. Que Venezuela venciera a Argentina en las eliminatorias pasadas pudo haber sido una sorpresa, pero ver –o escuchar- en la actualidad a un periodista deportivo de ese país comentando fútbol internacional para todo el continente ya dejó de ser algo raro.

Durante la sexta fecha, dos partidos sufrieron inconvenientes por culpa de las revueltas sociales que están sucediendo en esa nación. El encuentro entre Deportivo Táchira y Atlético Venezuela tuvo que ser terminado antes de tiempo, mientras que los jugadores de Estudiantes de Mérida y Llaneros tuvieron que permanecer más tiempo del habitual en el estadio por las protestas que se estaban realizando en las cercanías del lugar.

Para la séptima jornada, la Asociación Única de Futbolistas Profesionales de Venezuela (AUFPV) publicó un comunicado en el que anunciaba que no se iban a presentar, pero no exactamente por los partidos en sí. “Consideramos que el problema no radica en los estadios donde se realizarían los partidos, sino en los traslados de ida y vuelta a sus respectivas ciudades. Los jugadores de fútbol no somos ajenos a las manifestaciones que están pasando en el país”, aclararon. Horas antes, César el ‘Maestrico’ González, volante del cuadro sancristobalense y uno de los referentes de la Vinotinto, se había expresado en su cuenta de Twitter: “Es imposible que se juegue la próxima fecha del torneo en las condiciones que está nuestro país. Espero que la FVF esté consciente del riesgo al que se exponen todos los equipos del fútbol nacional y los fanáticos”.

Si bien la Federación Venezolana de Fútbol (FVF) no quiso suspender la fecha, los jugadores se pronunciaron a su manera. Solamente Tucanes y Zulia alinearon algunos hombres del primer equipo; Carabobo, Estudiantes de Mérida y Deportivo Táchira no se presentaron y los clubes restantes salieron a la cancha con juveniles. A la ausencia de los futbolistas de primer nivel, se sumó la casi nula presencia de público en todos los escenarios del país.

Carabobo y Estudiantes de Mérida se enfrentaban entre ellos, pero el cotejo tuvo que ser suspendido debido a una protesta pacífica que se realizó dentro y fuera del estadio Misael Delgado en la ciudad de Valencia.

El caso del conjunto de San Cristóbal fue el más emblemático. Llegaba invicto con cuatro victorias y dos empates y enfrentaba a El Vigía, equipo colero que había perdido todos sus encuentros. ¿Qué sucedió? Los profesionales del Táchira habían decidido no jugar, sin embargo habían reunido un grupo de juveniles que iban a reemplazarlos pero que no pudieron conseguir transporte para desplazarse al lugar del partido. De cualquier manera, el elenco local presentó ¡cinco jugadores! y con eso le bastó para quedarse con los tres puntos.

Otra situación que condimentó la fecha fue la que se dio en el estadio José Alberto Pérez, casa de Trujillanos. Los hinchas del equipo de Valera se abroquelaron en uno de los arcos para evitar que se jugara el partido. No obstante, el encuentro se llevó a cabo con deportistas de las inferiores y los anfitriones cayeron 1-4 contra el Deportivo Lara.

Una vez más quedó demostrado que el fútbol no es una isla. Los jugadores también son seres humanos que tienen familia y temen por su integridad. Es inconcebible la decisión de una federación de seguir con el desarrollo ‘normal’ de una liga cuando el país está casi en llamas. Eso es contribuir a la locura. Eso no es apoyar el ‘fair play’.

PD. En Chile, Felipe Muñoz, arquero venezolano nacionalizado chileno del Palestino, salió a atajar uniformado con los colores de la bandera venezolana como un gesto de apoyo. Bien ahí.

PD2. Mientras que en el país vecino la gente se mata en las calles y en Colombia la violencia es pan de cada día, el domingo, en Barranquilla, a Juan Guillermo Domínguez se le ocurrió celebrar un gol simulando un disparo con una escopeta a Leonel Álvarez. Qué ejemplo nefasto. Desde este humilde blog se espera una dura sanción.

Twitter: @pabloriosg

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