Les Preares es un paisaje de fantasía, ubicado en la Sierra de Peñamayor. Es una zona de pastoreo en una extensa meseta a la que hay que subir por una carretera agreste y empinada. Para disfrutar de la pradera hay que sortear la dura subida, más parecida a una cuesta de cabras que a una carreta para vehículos o bicicletas. Hasta ese paisaje de naturaleza monumental llegó hoy todo el rebaño de La Vuelta. Era la Etapa 9, el último día en el Norte de España, el cierre de la primera semana. Etapa de alta montaña con final en una pared. Llegaron de a uno. La victoria de etapa calcó el libreto de ayer y la fuga resolvió. La lucha por la clasificación general tuvo una nueva exhibición de Remco, el fenómeno belga. El Principado de Asturias nunca le falla a La Vuelta.
El recorrido de hoy fue un viaje en círculo entre la playa y las montañas asturianas. Salieron de Villaviciosa, «la villa fértil» según la traducción del asturiano al castellano, para sortear tres premios de montaña, de segunda, primera y tercera categoría y regresar al mismo sitio de salida para cumplir con el esprint. Al final, entraron a la Sierra para cumplir con un encadenado de dos ascensos más. Uno largo y tendido, el La Campa, de tercera categoría; y uno corto, explosivo y con rampas imposibles hasta la meta en la población de Nava, el puerto de Les Preares, de primera. Fueron 171 kilómetros muy complicados, con la atención puesta todo el tiempo en los 4.000 metros finales. Todos sabían que allí iba a pasar algo importante.
La fuga se demoró en armarse porque el Quick, el equipo de Evenepoel, fue riguroso para dar la licencia. Hasta el mismo líder de general hizo un marcaje particular cuando intentó salir el ecuatoriano Carapaz. Al final, después de 50 rápidos kilómetros, fueron 10 hombres los que obtuvieron un permiso condicionado. Entre los integrantes de la fuga estaba Tymen Arensman, del DSM, el único que representaba peligro en la clasificación general pues había iniciado la etapa a 3 minutos y medio de la camiseta roja. 10 kilómetros más adelante, recibió la orden de bajarse y eso le dio la bendición a sus nueve compañeros de aventura para irse y jugarse la victoria de etapa en la subida final. Ninguno de los nueve había conseguido victoria en una gran vuelta. El de más renombre, era el sudafricano de 30 años de edad Louis Meintjes, de un buen desempeño en el reciente Tour de Francia.
La zona que transitaron en la jornada de hoy es conocida por la calidad de la sidra, una bebida alcohólica producida a partir de la fermentación de las manzanas que abundan en la región. También es una zona de valor turístico por sus playas en el Mar Cantábrico, de tradición ganadera y agropecuaria, y de mucha importancia arqueológica por la presencia de la cueva de Tito Bustillo, donde hay pinturas rupestres de hace 10.000 años. Obviamente también es tierra ciclística por excelencia, con carreteras estrechas y onduladas que han estado presentes en casi todas las ediciones de La Vuelta.
El ascenso final fue una dura prueba para los hombres que lucha por los lugares de privilegio en la clasificación general. Hoy Remco Eveneopel no tuvo que atacar. Era imposible hacerlo en esas rampas. Había que poner el paso que dieran las piernas. Eso hizo el pedalista belga. Está demasiado fuerte. Dio otro golpe de autoridad y además, de opinión. Los dejó atrás a todos. Entró en el cuarto lugar de la etapa, detrás de tres sobrevivientes de la fuga. Su nivel, hasta ahora, está por encima de todos en La Vuelta. Entró a la meta con 384 segundos sobre el juvenil Ayuso, 44 sobre Enric Mas, 46 sobre Carlos Rodríguez y 52 sobre Roglic. De ahí en adelante las diferencias fueron de más de un minuto. El podio en la clasificación general sigue igual, pero con tiempos mayores. La brecha se abre entre los aspirantes al título. Mas está a 1’12» y Roglic a 1’53». La primera página la completan Rodríguez, Ayuso, Yates, Almeida, López, Hindley y Sivakov.
La carrera llegó hoy al pueblo de Nava, donde según la leyenda nació doña Jimena Díaz, la esposa del Cid Campeador, el aventurero y aguerrido militar castellano, protagonista del más célebre cantar de gesta escrito en el siglo X. A la Vuelta le quedan muchas batallas en dos semanas. Van 9 pero faltan 12 jornadas. Mañana es día de descanso para viajar al sur y preparar la contrarreloj individual del martes entre Elche y Alicante, con 30,9 kilómetros que sobre el papel favorecen a Remco, El Cid de la Vuelta, que podrá seguir campeador al frente de la clasificación.