Remco embistió como un bisonte y le subió la temperatura a la Vuelta. En un día frío, nublado y lluvioso, el joven belga calentó la carrera con un ataque largo. Entró a la meta en el segundo lugar, pero se subió al podio a reclamar la camiseta que distingue al primero de la clasificación general. La sexta etapa entró a Cantabria para estrenar el Pico Jano en la carrera española. Esta montaña, que pertenece a la sierra divisoria entre los ríos Besaya y Pas, se presentaba en sociedad. Lo hizo con lujo de detalles. Fue la primera llegada en alto, estaba al cierre de los 181 kilómetros de la Etapa 6 y fue el termómetro ideal para medir el verdadero estado de forma de los candidatos al título. El clima, el ambiente grisáceo y el ataque de Evenepoel le pusieron el color a una jornada épica.
Cantabria es una comunidad autónoma al norte de España. Es tierra de playas, montañas y cuevas milenarias. En esta región están las cuevas de Altamira, unas cavidades naturales que conservan las pinturas rupestres y arte paleolítico más importantes de la era prehistórica. Hace 15.000 años, los habitantes de esta región plasmaron en las paredes y el techo de estas cavidades figuras antropomorfas, dibujos abstractos y no figurativos y siluetas de animales como el caballo ocre, la gran sierva, el bisonte encogido. Las cuevas fueron descubiertas en 1898. Cerca a esta zona, declarada por la Unesco en 1985 como patrimonio histórico de la humanidad, circuló hoy la Vuelta. La etapa salió de Bilbao y viajó hasta San Miguel de Aguayo, un pequeño pueblo enclavado en la cima del Pico Jano.
Después de dos días calurosos en el País Vasco, la lluvia se hizo presente desde la salida. El recorrido iniciaba cerca al mar e incluía en este tramo el Puerto de Alisas, de segunda categoría, en el que se armó la fuga del día. Entre los 10 pedalistas que se fueron adelante, estaban el ucraniano Mark Padun, el que más aguantó, y el español Rubén Fernández, el que más sumó en los ascensos categorizados. El recorrido se metía hacia la cordillera cantábrica con el Collado de Brenes, primer puerto de primera categoría en la carrera, como aperitivo para el plato fuerte que estaba en el inédito Jano. La subida final tenía 13 kilómetros de ascenso constante, rozando siempre con el doble dígito en desnivel, y con un pequeño descanso en la mitad.
El Quick Step hizo dura la carrera y se encargó de recortar la diferencia de la fuga. La neutralizó con un trabajo intenso del campeón del mundo Julián Alaphilippe. El Pico Jano tiene una carretera que sale del Valle de Iguña, sube hasta el pequeño pueblo de San Miguel de Aguayo, y llega hasta el embalse de Alsa. Para usarlo en la Vuelta le pavimentaron hace poco los últimos 4 kilómetros. Para la carrera se usaron los 12,6 kilómetros hasta el pueblo, con rampas hasta del 12%. El primero en atacar, a 10 kilómetros de la meta, en medio de la niebla fue Jay Vine, el australiano del Alpecin, célebre por ser campeón del mundo en la plataforma Zwift. Los jefes de filas no se ocuparon de él, pues no amenazaba la clasificación general. Aprovechó para lanzarse en solitario y así llegó a la meta para ganar en medio de una niebla densa.
A falta de 9 kilómetros, Simon Yates movió la carrera. Su arrancón bajó de 45 a 25 los integrantes del grupo principal. A 8 kilómetros, el envión fue de Evenepoel. Ataque feroz, fuerte, inclemente, sin piedad. Reventó el grupo. El único que literalmente le aguantó el ataque, fue el español Enric Mas, del Movistar, que se fue a su rueda hasta la meta. Otro que atacó fue el joven Juan Ayuso, del UAE, que entró a la meta detrás de Evenepoel y Mas. Los demás jefes de filas, en un grupo pequeño, se quedaron esperando la propuesta de Primoz Roglic. Al esloveno le tocó gastar y todos los que llegaron con él cedieron 1’24» ante Remco, que se visitó con la camiseta roja convirtiéndose en el sexto líder en seis etapas de la carrera española.
Remco tiene 22 años y todo lo que ha hecho en el ciclismo ha sido calificado de sorprendente. Su embestida de hoy también lo fue. Es líder por 21 segundos sobre Rudy Molard, 28″ sobre Enric Mas y 1’01» sobre Roglic. El mejor colombiano es Miguel Ángel López, a 2’20» en el puesto 17. Mañana hay otro premio de primera categoría, pero está en la mitad de la fracción. Serán 190 kilómetros entre Camargo y Cistierna. La carrera abandonará Cantabria y tomará camino a la provincia de Castilla y León. El día pinta para la fuga, y para tranquilidad entre los toros de la clasificación general.