Ciclismo con J

Publicado el Jhon Jaime Osorio

Vuelta 2021 – Día 21: Trioglic, el peregrino distinguido de la Vuelta

En la catedral de Santiago de Compostela, en la plaza de Obradoiro, termina el camino de todos los peregrinos. Llegar a la tumba del apóstol Santiago El Mayor es una tradición popular que se remonta a la Edad Media. Dicen los devotos que la ruta comienza en la puerta de la casa, aunque hay sitios de encuentro en toda Europa de los que parten caminos milenarios. El recorrido de la Vuelta a España de este año también llevó su peregrinaje hasta el final de camino jacobeo. Viajó de catedral a catedral. Salió de la de Burgos con una contrarreloj corta, de 7 kilómetros, y terminó con una larga, en la de Santiago, de 33 kilómetros. En ambos trayectos, el mejor tiempo lo impuso Primoz Roglic. El esloveno abrió y cerró con victoria su mejor Vuelta, la de su tercer título consecutivo.

En los últimos 30 años, cuando el cierre de la carrera española no ha terminado en Madrid lo ha hecho en Santiago. En esta ocasión coincide con el Año Santo Jacobeo, una celebración especial del mundo católico que se lleva a cabo solo 14 veces en un siglo y que otorga indulgencias a quienes lleguen a la catedral, entren a ella por la puerta Santa, reciban los sacramentos y recen algunas oraciones. Hoy Roglic llegó victorioso a Santiago para vestirse de peregrino y recibir los honores como el tercer tricampeón consecutivo en la historia de la carrera. Llegó a la catedral doblegando frente a su puerta al español Enric Mas, que había salido dos minutos antes que él en la contrarreloj. Con la exhibición de este año, los españoles le perdonaron los pecados cometidos en el Tour y lo consagraron como el gran campeón que es. Los honores hoy fueron todos para el Trioglic ganador.

Dicen los peregrinos que el camino no se anda, se vive. No todos los ciclistas que iniciaron en Burgos llegaron al final del camino. De los 184 que empezaron, aguantaron 142. La mayoría no quiso flagelarse más después de múltiples caídas, pero el último en bajarse, Miguel Ángel López, no lo hizo por dolores corporales. Muchos lo condenaron porque ven su retiro de la Vuelta como un pecado mortal. Otros lo indultaron, porque asumen el episodio como el desenlace a la reiteración de varios pecados veniales de la dirección del equipo. Habrá penitencia para todos.

“El milagro del Camino está en que convierte en mágicas las cosas normales”. Eso pasó con la Vuelta. Las tres victorias de un esprinter, Jakobsen, significaron un regreso a la vida. Las victorias de los aventureros Storer, Majka y Taaramae se asumieron como grandes hazañas por las distancias alcanzadas en sus respectivas fugas. La etapa reina coronó a un Supermán pletórico. Los ataques de Egan se interpretaron como la exhibición de ciclismo en estado puro. El tiempo de Magnus Cort Nielsen hoy en la etapa sorprendió por los matices diferentes del danés que ganó al sprint, ganó en solitario, y ganó en la montaña; por poco gana en la contrarreloj, de no ser por Roglic. El título del esloveno fue reconocido como el premio a un peregrino constante y silencioso que se divirtió mientras sus rivales sufrían.

Si «Europa se hizo peregrinando a Compostela» como afirmó Goethe, el ciclismo se hizo recorriendo Europa. Hoy se vivió el final de las tres grandes carreras del año frente a la tumba del apóstol. A los caminos ya trazados a Santiago, que incluyen el francés, el portugués, el del Norte, el primitivo y el inglés, se suma ahora el Camino de la Vuelta, que se hace todo en España y que ya tiene como costumbre hablar esloveno.

P.D. La vida es rodando. Nos vemos en otra curva del camino.

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