Ciclismo con J

Publicado el Jhon Jaime Osorio

Tour 2022 – Día 12: Pidcock escribió su nombre en la curva 12 de Alpe D’Huez

La curva 12 de la subida a Alpe D’Huez tendrá desde hoy el nombre de Thomas Pidcock al lado del de Lucho Herrera. El británico se ganó el honor por su victoria hoy en uno de los más famosos finales de etapa del Tour. El colombiano hizo lo mismo en 1984 y fue el primer y único latinoamericano que ha levantado los brazos allí. La popular estación de esquí a la que se llega después de 21 curvas en herradura se estrenó como sitio de llegada en la carrera francesa  en 1952 con una victoria del italiano Fausto Coppi. Desde entonces , 31 veces, incluyendo la de hoy, se ha tenido este ascenso en el diseño de la prueba.  La etapa 12 tuvo un calor infernal, ataques de Pogacar, victoria de la fuga, tres premios de montaña de categoría especial y el resurgir de Cristopher Froome.

Los 21 virajes que conectan el pintoresco pueblo de Bourg d”Oisans con la cima de Alpe d’Huez son una de las estampas célebres del Tour. Están numeradas en orden descendente, es decir, que la primera que aparece cuando se comienza a subir es la número 21. Un elemento de señalética, a manera de panel informativo, tiene los nombres de Coppi y con un tachón el del estadounidense Lance Armstrong. Coppi estrenó el puerto en 1952 y el estadounidense fue el ganador número 22 en el Tour del 2001. Salomónicamente, cuando se llenaron todas las curvas, empezaron a poner un segundo nombre en cada letrero. El último registro fue en el 2018, cuando Geraint Thomas ganó la etapa 12 y registró su nombre en la curva número 13, justo al día siguiente de vestirse con el amarillo que llevó hasta el final de la carrera.
La exigencia de la etapa de hoy no era solo el final.  Fue diseñada como la reina alpina. La jornada tenía tres ascensos de categoría especial. La salida se dio en la ciudad fortificada de Briancon y antes de llegar a Alpe D’Huez tenía los pasos del Col du Galibier, por la vertiente que descendieron ayer, y el Col la Croix de Fer por su parte más difícil.  El primero tenía 23 kilómetros y el segundo 29. Aunque la llegada era la subida más corta de las tres, con 13,8 kilómetros, era la más dura. El 8,1% de promedio de inclinación se sentía a la salida de cada curva. Contrario a lo habitual, esta subida tiene la particularidad de tener la inclinación en la desembocadura  y no a la entrada de cada viraje.
La fuga se armó por fragmentos. Goossens, Powless, Oliveira y Schonberger se lanzaron inicialmente. Anthony Pérez, Louvel y Meintjes llegaron en la mitad de la subida al Galibier. Cristopher Froome probó sus piernas antes del primer premio de montaña y cuando empezaba el descenso se pegó a la rueda de su compatriota Pidcock, que se lanzó desde el grupo para llegar a la punta. El Jumbo Visma se puso al frente del grupo principal y administró la carrera con una licencia de 7 minutos para los aventureros del día. Del grupo de 9 punteros solo 4 sortearon el ascenso a la Cruz de Hierro y llegaron juntos a la subida final. Pidcock atacó en la curva 20, la que tiene la placa con los nombres de Joop Zoetemelk e Iban Mayo.  En su orden, el británico del Ineos fue descolgando en su orden a Powless, a Froome y a Meintjes, que lo escoltaron en la meta por delante del grupo principal, que llegó reducido a  su mínima expresión.
Pidcock tiene solo 22 años. Es un fenómeno de las disciplinas sobre ruedas. En los últimos 12 meses ha sido campeón olímpico de ciclomontañismo en Tokyo, campeón mundial de ciclocros en Fayetteville, Estados Unidos, y hoy se registró como el vencedor más joven en la historia en Alpe D’Huez. Este último registro lo consiguió superando a Lucho Herrera, que tenía este honor desde hace 38 años. Curiosamente, compartirá placa con el colombiano  en la curva 12.
El trabajo del Jumbo Visma fue impecable en una jornada que tuvo 37 grados centígrados en los valles. Los del equipo del líder lo controlaron todo hasta la curva 7 del ascenso final. Frente a la placa de Giani Bugno quiso mover la carrera Tadej Pogacar. Atacó dos veces y dos veces respondió Vingegaard. El esloveno guardó las fuerzas que le quedaban para el esprintar en la meta. Allí también le respondió el danés que hoy estrenaba la camiseta amarilla. Con ellos entró Geraint Thomas, que volvió a entrar al podio parcial de la clasificación general. El francés Bardet  cedió unos segundos y cayó al cuarto lugar. Nairo Quintana también se retrasó y perdió el quinto lugar de la clasificación con el británico Yates.
Alpe D’Huez es un santuario del ciclismo. Es un final mítico. Las placas informativas de cada curva son sagradas. El Tour se despidió de Los Alpes y dejará las batallas definitivas por la clasificación final para Los Pirineos la próxima semana. Mañana el viaje sigue entre Le Bourg D’Oissans y Saint Etienne. Serán 192 kilómetros. Los velocistas querrán su oportunidad; los de la fuga intentarán sorprender. Llegan a Saint Etienne, la clásica ciudad del diseño.

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