Ciclismo con J

Publicado el Jhon Jaime Osorio

Tour 2022 – Día 4: Wout Van Aert, la bala de cañón que hizo blanco en Calais

En la cote du Cap Blanc-Nez,  a 11 kilómetros de la meta, el Jumbo Visma  lanzó una bala de cañón de color amarillo que cayó en Calais para cerrar con un espectáculo único la cuarta etapa del Tour.  En esa pequeña colina estaba ubicado el último premio de montaña del día, con solo 900 metros de ascenso, pero con rampas hasta del 9%. En esa corta subida frente al Canal de la Mancha, el Jumbo estalló la carrera para lanzar a Wout Van Aert. Allí mismo, en 1942, las tropas alemanas establecieron la llamada «batería de Todt»,  un bunker con cañones KS que disparaban proyectiles de 800 kilogramos que alcanzaban las costas inglesas al otro lado del Canal.

La de hoy fue la primera etapa en territorio francés. Arrancó en Dunkerke, en la costa Norte, cerca a la frontera con Bélgica, se dirigió al interior para superar 6 premios de montaña de cuarta categoría en el Parque Natural Regional de los Cabos y los Mariscos de Ópalo y regresó a la playa para terminar frente a la estatua de los burgueses de Calais, la original, de Auguste Rodin. La etapa 4 recorrió los altos de Francia, un escenario habitual de batallas históricas. Era la jornada después del primer descanso, tenía un perfil más escarpado que las dos etapas en línea que se disputaron sábado y domingo en Dinamarca y las seis subidas cortas le daban un aire a clásica, un día antes de la jornada en el pavé.

La fuga del día tuvo solo dos hombres. La aventura la propuso Anthony Pérez del Cofidis, que a la postre fue premiado como el más combativo del día, y Magnus Cort Nielsen del EF Education Easy Post, que sumó su tercera etapa consecutiva marchando al frente de la etapa. «El vikingo» ganó los 5 primeros premios de montaña  y dejó un récord para la historia: ganó 11 ascensos categorizados de forma consecutiva. Con lo hecho hoy, aseguró la camiseta de pepas rojas, como mejor escalador, por los menos hasta la etapa del viernes.   La fuga se acabó antes de llegar al último ascenso y fue allí donde el Jumbo prendió sus cañones.

En días claros como el de hoy en el Tour, de las playas de Calais se pueden ver las rocas blancas de los acantilados de Dover, en Inglaterra. En línea recta la distancia es de 30 kilómetros. Esta posición geográfica estratégica frente a la costa sudoriental del Reino Unido, ha convertido a esta ciudad en un fortín militar a lo largo de los años. Allí comenzó la invasión fallida de Napoleón a Gran Bretaña. En esa misma región se instalaron los alemanes en la II Guerra Mundial. En el pasado fue campo de refugiados y hoy en día es el principal puerto de pasajeros en Francia y un centro de recepción constante de inmigrantes.  Hoy fue blanco perfecto para el ataque deportivo del Jumbo Visma que no pudo resistir ningún otro equipo.

Cuando comenzó el último ascenso, el Jumbo iba en fila al frente del grupo. Entre Christophe Laporte, Tiesj Beenot, Seep Kuss y Jonas Vingegaard eliminaron a la mayoría de los esprinters, que soñaban con una tercera llegada al esprint. En los 100 metros finales de la subida salió disparado el líder Wout Van Aert. Aterrizó en la meta agitando los brazos como si tuviera alas. El belga celebró su primera victoria en este Tour, después de haber terminado en el segundo lugar en las tres etapas iniciales. Desde hace 15 años, cuando lo hizo el suizo Fabián Cancellara, no ganaba una etapa plana un líder de la clasificación general.  Van Aert amplió su diferencia en la clasificación general y ahora es líder por 25″ sobre Lampaert y 32″ sobre Pogacar.

A esta hora trabajan intensamente los mecánicos. Mañana es el día del pavé.  La quinta etapa es temida por muchos en el pelotón y esperada con ansias por los clasicómanos eximios. Serán 157 kilómetros entre Lille Metrópole y Arenberg Porte du Hainaut, con 11 sectores de adoquín por los caminos de Roubaix. Un día para librar otro tipo de batallas.

 

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