La segunda etapa del Tour salió de Roskilde, la capital y principal ciudad de Dinamarca hasta el Siglo XIV. El encargado de cortar la cinta y bajar la bandera para dar la partida fue el príncipe Federico, heredero de la corona por ser el primogénito de la Reina Margarita II. Era la primera etapa línea, la segunda de la programación después de la contrarreloj de ayer y la segunda de de mayor distancia en esta edición. Los 176 ciclistas tenían que darle la vuelta a la isla de Seeland para luego cruzar el Puente del Gran Belt y llegar a Nyborg, en la isla de Fionia, donde se esperaba la primera llegada al esprint. Fue una jornada tensa. Se esperaban fuertes vientos de costado, abanicos, cortes en el grupo y caídas.
En la catedral de Roskilde están enterrados 39 reyes daneses. La pequeña ciudad es famosa además por su festival de música anual en el que han cantado desde Bob Marley hasta Bruno Mars. Hoy las notas altas las puso el Tour con un ciclista de la casa como protagonista en la primera parte del recorrido. En la propia salida, Magnus Cort Nielsen, del EF Education-EasyPost, propuso la fuga. El popular «Vikingo» tiene el mismo nombre del Rey que gobernó Dinamarca del 1024 a 1047. En la aventura de hoy lo acompañaron dos franceses y un noruego. Cort Nielsen honró a sus paisanos ganando los tres premios de montaña de cuarta categoría que había en los 80 kilómetros iniciales, con lo que aseguró la subida al podio para ser coronado como el primer líder de la clasificación de la montaña en esta edición.
El largo recorrido de hoy dejó ver monasterios, castillos, museos, fortificaciones, puertos y algunos vestigios de la era vikinga. Sin embargo, la atención estaba concentrada en el largo puente de 18 kilómetros casi al final del recorrido. Los equipos de los esprinters trabajaron todo el día; sabían que la corona de «mejor velocista del mundo» está vacante y que el Tour define quién es su monarca. La fuga se terminó a más de 30 kilómetros de la meta a partir de ese momento empezó el acomodo para llegar al tramo final. A esta altura, casi todos pensaban en los abanicos, muchos se concentraban para la llegada al esprint y una gran mayoría solo quería salvar el día. La tensión se notaba en el grupo y el peligro se hizo inminente al aproximarse el viaducto que une las dos islas más grandes del país.
El dios Eolo estaba rebelde en el Mar Báltico. El esperado viento de costado apareció fuerte, pero soplando en otro sentido frontal, de cara, lo que calmó los ímpetus de más de un equipo. Pese a ello, las caídas no se hicieron esperar. La tensión provocó una caída que cortó entre otros a Rigoberto Urán, justo antes de entrar al puente. Al entrar al viaducto, otra caída dejó en el piso al líder Lampaert y a nueve ciclistas más. El colombiano sufrió, pero ayudado por su equipo entró al grupo cuando todavía quedaban 5 kilómetros de puente. Cuando entraron a la isla de Fionia ya todos pensaban en la llegada al esprint, pero a 2,2 kilómetros de la meta se armó una montonera gigante, en la que nuevamente cayó Rigo, el rey de los caídos de hoy. Gracias al reglamento, este último incidente no afectó los tiempos para la clasificación general, pero sí los cuerpos de muchos de los afectados.
La llegada no fue tan masiva ni tuvo trenes de lanzamiento armados. Fue un esprint reducido en el que el neerlandés Fabio Jakobsen, del Quick-Step Alpha Vinyl, reclamó su lugar de privilegio en el reino de los velocistas. Su primer Tour, su primera llegada al esprint, su primera victoria. Después de su regreso tras la caída en el Tour de Polonia, cuando casi se mata, ha disputado 24 llegadas masivas y ha ganado en 19 de ellas. Lo escoltó el belga Wout van Aert, del Jumbo-Visma, que asumió como nuevo líder de la clasificación general.
El paso por Dinamarca termina mañana. Nuevamente el príncipe Federico dará la salida de la etapa. Desde 1471, por una curiosa tradición de la casa real, los reyes daneses solo pueden llamarse Federico o Cristian. La de mañana será una etapa como la de hoy, pero sin puente. Entre Velje y Sonderborg hay 182 kilómetros planos. Viajarán hacia el Sur, hacia la frontera con -Alemania. Será otro día de perfil llano y de mucha tensión. Para los esprinters, una segunda oportunidad. Para los demás, otro etapa para intentar salvar el día y buscar la gloria en otros reinos.