Ciclismo con J

Publicado el Jhon Jaime Osorio

Tour 2021 – Día 13: Cavendish rompió la cadena para igualar a Merckx

Los récords son para batirlos. Si son añejos, se vuelven mitos. El del número de victorias en el Tour que tiene Eddy Merckx con 34 celebraciones cumplió antier 46 años. Cuando lo registró, no había nacido Mark Cavendish, que recién cumplió 36 años de edad en mayo y que hoy igualó la cifra de «El caníbal». El récord no se ha batido, pero ya es compartido entre dos devoradores de etapas en la carrera francesa. Pasó casi medio siglo. La llegada a Carcassone al cierre de la etapa 13 de la edición 108 quedará en la historia del Tour, como lo está Auch, la ciudad donde el belga ganó en 1975 una contrarreloj plana sobre 34 kilómetros para levantar los brazos por última vez.

La de hoy era la segunda etapa más larga de esta edición. Para los cabaleros, la número 13 significaba la etapa de la mala suerte. Para los ciclistas era la jornada que pasaba la barrera sicológica del meridiano del Tour. Un día menos. Hoy viajaron desde el anfiteatro romano mejor conservado del mundo en Nimes hasta un casco medieval amurallado en Carcassone registrado por la UNESCO como patrimonio de la humanidad. Estaba marcado como un día de vientos de costado, de posibles abanicos, de zonas de castillos y de una muy segura llegada masiva al esprint. Falló el pronóstico en los abanicos, que no hubo, y se quedó corto en prever las caídas, que fueron varias.

Para la distancia maratónica de 219,9 kilómetros, la salida fue demasiado rápida. La lucha por entrar a la fuga fue ardua. El Deceuninck-Quick Step neutralizó varios intentos por la numerosa presencia. En el kilómetro 27, la licencia fue para una intentona de solo tres integrantes: Sean Bennett del Qhubeka-NextHash, Pierre Latour del TotalEnergies y Omer Goldstein, del Israel Start-Up Nation, el primer israelí de la historia en ser protagonista de una fuga en el Tour. El viaje atravesó un largo valle decorado con viñedos, cultivos de cerezo, abadías y castillos medievales. El Deceuninck de Cavendish se encargó del control. Con la fuga de solo tres hombres, el día parecía tranquilo.

A 67 kilómetros de meta, frente a la abadía de Font Caude, una joya del arte romántico en las gargantas del Herault, Philippe Gilbert intentó una pequeña revolución, que perdió atención porque casi en simultánea se generó una dura caída en el grupo. En un pequeño descenso, un bolardo no señalizado generó una montonera que derivó en en el abandono de Roger Kluge, Lucas Hamilton y Simón Yates. La tranquilidad se acabó.  El resto del día fue tenso. La fuga fue alcanzada, se incrementó el ritmo, aparecieron los contraataques y en los kilómetros finales el viento fue una amenaza latente.

La intensidad del final no permitió apreciar el castillo de Agel ni las murallas de Minerve, donde comenzó en el 1209 la Guerra de los Castillos y en la jornada de hoy la batalla de los esprinters.  El Deceuninck lo dispuso todo. Davide Ballerini se anticipó a 500 metros de la meta, Iván García Cortina del Movistar Team fue por él, y de atrás vino Morkov con Cavendish a rueda para acelerar y celebrar. Trabajo perfecto. Frente a la ciudad amurallada, Cavendish construyó su cuarto triunfo en esta edición de la Grande Boucle, con tanta fuerza que reventó la cadena cuando cruzaba la meta. Su victoria número 34 en la historia. El mismo número de Eddy Merckx. Los récords son para batirlos y por ahora está igualado. Al Tour le faltan 9 etapas y en ellas, a Cavendish le quedan dos opciones para hacer historia.  “No me comparen con Merckx”, pide en sus declaraciones. Y agrega: “Yo seré el mejor esprinter, pero Merckx es el mejor ciclista de todos los tiempos”. Muy claro, pero los récords son números y el 35 está al frente, como los Pirineos.

En la clasificación general hoy no hubo ningún cambio. Mañana hay una degustación pirenaica con varias pendientes pronunciadas.

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