Ciclismo con J

Publicado el Jhon Jaime Osorio

Tour 2020 – Día 5: Dulce, simple y amargo. Sabores de la etapa 5

Sabor dulce en el sitio de llegada, sabor simple en el desarrollo de la etapa y sabor amargo en la llegada para Julian Alaphilippe. La quinta etapa era un recorrido de 183 kilómetros entre Gap y Privas que ofreció paisajes hermosos, pocas emociones y una variedad de sabores para degustar.

Sabor simple. El recorrido tenía desnivel negativo, es decir, supremacía del terreno de descenso. El mapa incluía un esprint intermedio en el que se dio el único movimiento interesante del día y dos premios de montaña de cuarta categoría que no tuvieron ninguna emoción. El esfuerzo de ayer, el anuncio de la llegada en alto mañana y el temor por posibles golpes de viento en el tramo final se combinaron para provocar una actitud prudente y tímida de los 172 ciclistas que continúan en carrera.  Nadie atacó, no hubo cambios de ritmo y el promedio de velocidad fue lento. El esprint desempató la clasificación de puntos a favor de Sam Bennet  y en contra de Peter Sagan. Los puertos cortos le sirvieron a Benoit Cosnefroy para sumar dos puntos en la montaña sin ninguna oposición. Esos primeros 160 kilómetros de la Etapa fueron insípidos ciclísticamente.

Sabor dulce. Privas, la ciudad sitio de meta hoy en la quinta etapa, es conocida como «la Meca del Marrón Glacé«. El término en francés, castaña confitada en español,  es el nombre de una golosina habitual en la gastronomía francesa. Se trata de una especie de turrón, elaborado con nueces (castañas), azúcar, canela y vainilla, que habitualmente se baña con brandy se glacea con almíbar. Es un dulce de lujo, y por ende, costoso.

Sabor amargo. La última subida categorizada estaba ubicada a 16 kilómetros de meta. A uno del puerto, Alaphilippe hizo un llamado por el intercomunicador, buscó el lado derecho del grupo y recibió una caramañola de uno de los asistentes de su equipo. En la meta lo esperaba una resolución del comisario de carrera que le aplicaba una penalización de 20 segundos y una multa de 200 francos suizos por infringir el artículo 4.10.4 del reglamento de carreras de la UCI. Recibió alimentación en los últimos 20 kilómetros. Sació su sed, pero perdió la camiseta de líder. Dura es la ley, pero es la ley.

Faltaba un sabor especial. El plato fuerte del día se sirvió en los últimos 200 metros. La esperada llegada masiva en una calle que picaba para arriba no decepcionó. El Sunweb hizo todo el trabajo con su tren de lanzamiento para dejarle el cierre a Cees Bol. Casper Pedersen fue el lanzador. Le entregó la carrera a 180 metros de la meta. No contaban con el salto de una de las «abejas» del Jumbo Visma, que picó por un rincón. Wout Van Aert se lanzó y reclamó la victoria. Final espectacular.

“Bocado engullido, su sabor perdido”, reza el refrán. Con Adam Yates vestido de amarillo y 22 ciclistas en un margen de 41 segundos,  hay que degustar el trazado de mañana. Termina en el Mont Aigoual. Serán 191 kilómetros, con 155 totalmente planos por una amplia llanura antes de empezar las primeras rampas. El puerto de La Lusette, a 14 kilómetros de meta, es de primera categoría y entrega bonificaciones.  De allí a la línea hay otro sector en subida. Un día para que se saboreen los escaladores.

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