La contrarreloj por equipos, bien hecha, es tal vez la más estética de las modalidades del ciclismo. Es un ejercicio de precisión, de resistencia, de potencia y de cálculo. Tiene una coreografía particular. Los directores deportivos hacen cuentas, escogen platos y piñones, miran sus tablas, miden, establecen secuencias y determinan relevos. Los ciclistas van a tope, acoplados, uno tras otro, con poco espacio entre ellos, a 55 o más kilómetros por hora, alternándose en la punta del colectivo, en medio de la agonía, plasmando sobre sus cabras las cuentas de sus técnicos. Todos dependen de todos. Trabajo en equipo. Se reparten las cargas en relación con la energía de cada uno y los diversos tramos del recorrido. En la etapa 2 del Tour, los del Jumbo Visma hicieron un ejercicio perfecto. Todos unidos, como los átomos de la estructura que cruzaron antes de la meta.
Los 22 equipos partieron en el orden inverso a la clasificación por equipos. El Ineos de Thomas y Bernal fue el primero en salir y marcó un tiempo de 29’17» en la meta, que solo fue superado por el último colectivo en llegar. En algún momento sorprendió el Katusha de Zakarin, con mejores registros parciales. El Deceunique de Enric Mas puso el drama al llegar a la meta perdiendo por escasas 82 centésimas de segundo. El Education First de Urán, el Groupama de Pinot, el Bahrain de Nibali, el Mitchelton de Adam Yates y el Astana de Fuglsang salvaron bien el día cediendo entre 8 y 21 segundos frente al Ineos, que en ese momento marcaba el tiempo faro. Los demás fueron castigados por el reloj. Día de sufrimiento para muchos, sin estructura, sin orden, sin la perfección de los cristales. El Movistar de Nairo perdía 45 segundos, el Trek de Porte 58 y el Ag2R de Bardet 59. Todo, en relación con el equipo del actual campeón. Hasta que aterrizó en meta el Jumbo, atomizado, y le clavó a todos 20 segundos más.
Los 27,6 kilómetros de hoy en la segunda etapa permitían un recorrido por las principales vías de Bruselas, que es una especie de ciudad museo. La salida era en el Palacio Real, la casa de los reyes de Bélgica. El primer cronometraje estaba al paso por el bosque de La Cambre, el gran pulmón verde de esta capital. El segundo tiempo parcial se tomaba en el Boulevard General Wahis, una avenida que rinde homenaje a un expedicionario militar que llegó a gobernar el Congo Belga. Y la llegada estaba unos metros adelante el Atomium, la estructura que representa un modelo gigante de una molécula de acero, con las 9 esferas en esa distribución perfecta en el espacio que solo tienen los cristales de hierro y de otros metales. Los ciclistas pasaron hoy por debajo de este colosal referente de Bruselas, que fue puesto allí en 1958 como símbolo y pabellón principal de la Exposición Universal.
La Contrarreloj por equipos premia el esfuerzo colectivo, pero incide en las aspiraciones individuales. Con su etapón de hoy, y la estructura de 102 metros de alto como testigo, el Jumbo Visma, equipo de licencia holandesa, ganó la contrarreloj y reforzó el amarillo de Mike Teunissen. Además, consiguió la blanca de mejor joven para Wout Van Aert, y su capo escuadra, Steven Kruisjwijk, quinto el año anterior en la clasificación general, pegó primero y consiguió unos valiosos segundos de renta. Verlos hoy en su trabajo de equipo fue una delicia. Por las calles de Bruselas lucieron estéticos y modernos. Nada mejor para ejemplifican el trabajo del equipo. Estos holandeses se tomaron Bélgica y lograron la perfección de las 9 esferas de acero de 18 metros de diámetro por las que pasaron al cierre de la jornada.
El jueves el Tour ofrecerá el primer menú montañoso con la meta en La Planche des Belles Filles, pero antes, incluso mañana, en la etapa número 3, que cruzará la frontera hacia tierras francesas, el terreno se quebrará un poco. Mañana serán 215 kilómetros, con 4 puertos de montaña menores, uno de cuarta y tres de tercera, en los últimos 55. La última subida categorizada, a 16 kilómetros de meta, tendrá el atractivo adicional de entregar 8 segundos de bonificación. Un día para poner a prueba la solidez del Jumbo.