Ciclismo con J

Publicado el Jhon Jaime Osorio

Tour 2019 – Día 12: Simon Yates ganó entre la expectativa y la realidad

Expectativa y realidad. La llegada hoy al corazón de Los Pirineos significaba entrar al terreno de las subidas largas con alturas arriba de los 1.500 metros sobre el nivel del mar. Era la zona de escaladores puros. La realidad de la carrera señala que los capos de escuadra están guardando fuerzas y gastando lo mínimo porque mañana hay una contrarreloj y el fin de semana dos llegadas en alto. Hoy se celebraba en el mundo el Mandela Day. Contrario a lo esperado, la de hoy fue una de las etapas más tranquilas para los hombres de la general. Corrieron a la defensiva. Conformes. Se pacificaron.

La fuga del día se armó después de la primera hora. Fue numerosa. En el colectivo se embarcaron 40 ciclistas de 19 equipos. Solamente el FDJ, el Katusha y el Ineos se quedaron sin representación. Estaban cómodos. Nadie quiso gastar en perseguir. El líder de los puntos, Peter Sagan, y el de la montaña, Tim Wellens iban adelante. Ninguno de los fugados amenazaba la clasificación general. Eran 40 aventureros rumbo a los dos puertos de primera categoría y en busca de la victoria parcial. Entre ellos resolvieron.

La cordillera de Los Pirineos nace el Mediterráneo y sirve de frontera natural entre Francia y España. Tiene picos rocosos con nieve permanente a más de 3.000 metros de altitud. La mitología griega le atribuye su nombre a Pirene, la hija del rey de la Cerdaña, que fue seducida y posteriormente abandonada por Hércules en uno de sus viajes. Cuando la princesa fue atacada por los animales salvajes, sus gritos alertaron al semidiós que volvió a buscarla, encontrando sus despojos mortales. Hércules le hizo una tumba y acumuló grandes piedras para sellarla. Así nació la cordillera en la que entró hoy la carrera con una etapa que no sedujo.

Para los del grupo de la fuga, las dos subidas pirineicas hicieron la selección natural. El grupo de favoritos subió a paso y no hizo mayor filtro. Adelante lo intentaron Lilian Calmejane, Simon Clarke y Mateo Trentin, pero al final del último ascenso aparecieron los escaladores Simon Yates, Pello Bilbao y Gregor Mulberger. Llegaron a la meta juntos y en ese orden entraron. Atrás, subieron al paso lento del Ineos y llegaron a Bagnères-de-Bigorre casi 10 minutos después del ganador.

La expectativa para mañana es que se marquen diferencias entre Geraint Thomas y todos sus rivales. Entre los que pelean la general, el británico es el mejor ante el crono. La realidad solo la sabremos cuando Alaphilippe, último en partir por ser el líder de la general, cruce la meta en Pau. Serán 27,2 kilómetros en una ciudad ubicada entre las montañas y el mar, en un Tour que todos los días sorprende con realidades muy contrarias a las expectativas que genera y en una modalidad que a lo largo de la historia ha construido muchísimos mitos. Que suene el tic – tac.

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