Ciclismo con J

Publicado el Jhon Jaime Osorio

Tour 2018 – Día 17: Nairo ataca cuando es el momento

¿Cuándo ataca Nairo?, ¿Cuándo ataca Nairo?, ¿Cuándo ataca Nairo? Cuando sea el momento oportuno. Hoy lo fue. Salió perfecto. Era la etapa 17. Tenía tres premios de Montaña. En la última subida se pasaba de 2.000 metros de altura sobre el nivel del mar. Eran solo 65 kilómetros. Una jornada explosiva y decisiva. Nairo la tenía marcada. Era hoy. La tercera semana está en marcha y las fuerzas se ven muy justas entre los candidatos a ganar el Tour.  Era una etapa para escaladores puros. Nairo lo es. Esperó el momento perfecto. Atacó una vez y con eso fue suficiente. Ganó en su territorio, en la montaña. Fue una mañana grande, histórica. Era el día.

El colombiano atacó de lejos; cuando era el momento. A 13 kilómetros de la meta saltó del grupo aprovechando la rueda de Dan Martin. Luego, sobrepasó a todos los que se habían metido en la fuga. Dejó atrás a Majka, a Valverde que lo acompañó unos metros, y finalmente a Kangert. Se devoró la montaña. Impávido, inexpresivo, sentado. Firme.  Celebró con el país en sus manos. Una victoria a la usanza del gran escalador que es. En toda la escalada bordeó el minuto de diferencia sobre el grupo líder. Kwiatkowski y Poels al principio y Egan Bernal después mantuvieron el ritmo para que la diferencia no fuera mayor. Era el segundo día en Los Pirineos y Nairo había anunciado ayer que saldría como un león. Pocas veces anuncia que va a atacar. Ayer lo hizo y hoy cumplió su promesa. Lo tenía claro. Fue solista en el Col du Portet. Llegó solo a la meta, a 2.215 metros del atura sobre el nivel del mar. Es un grande. Rugió.

El esperado ataque de Nairo fue en el último puerto. Se esperaba que pasara algo importante en la etapa corta, y pasó. Fue una etapa intensa. En la última subida ya no hubo tregua.  El otro que se mostró fuerte en la jornada fue el líder Geraint Thomas. Saltó en los metros finales y entró tercero en la etapa.  Tomó la bonificación y alejó a Doumolin 5 segundos más. El que tuvo mal día fue Froome, el otro Sky, que cedió casi un minuto y pasó del segundo al tercer lugar de la general. Un ataque de Roglic lo desdibujó. El británico podría tener una tercera semana con tendencia a la baja. Afortunadamente tiene a su lado a Egan Bernal que hoy lo acompañó y lo llevó evitando una pérdida de tiempo mayor. El ángel de la guarda de Froome es colombiano.

Lo anecdótico del  día fue la esperada salida a imitación de la Fórmula 1. Se quedó en eso, en imitación. Dejó mucho que desear. Solo sirvió para la foto. Al fondo la pantalla Tissot, al estilo Moto GP. En primer plano, los ciclistas. Una salida que no incidió en nada en la competencia. En dos minutos, ya el grupo estaba con la banda del Sky al frente. También quedó como anécdota el doble percance mecánico de Nairo en la subida al Peyresourde, primer puerto de montaña del día.

El Tour no se termina ni en el pavé, ni en Los Alpes. La carrera no se acaba en la primera ni en la segunda etapa en Los Pirineos. Son tres semanas y aún falta. El final es el París. Para llegar al final faltan 4 etapas. La ciudad luz espera. Mañana podría ser etapa de transición, pero el encadenado de los puertos Aspin-Tourmalet-Aubisque el viernes, y la contrarreloj del sábado tienen mucho que decir. Nairo ganó hoy no solo la etapa, también sumó confianza para los días que faltan.  El cóndor o león, como quieran decirle, dio luces… tiene cuerpo para lo que queda. Y sigue creyendo. Hay fe.

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