Ciclismo con J

Publicado el Jhon Jaime Osorio

Tour 2018 – Día 11: El Sky toca a todo timbal

El Sky es la Fania del ciclismo. Una banda completa. Cualquiera de sus músicos puede ser solista y todos suenan bien cuando tocan en conjunto. Lo de hoy fue un concierto memorable. Hicieron coros en la primera parte de la etapa para controlar la carrera, respondieron con pregones los ataques de sus rivales en la mitad de la carrera y soltaron una descarga al final para quedarse con la etapa, con la clasificación general, con todo. Nada qué hacer. Por ahora, el Tour baila al son de la banda británica.

Era la segunda etapa más corta de la edición actual. 108,5 kilómetros con 4 premios de montaña. No había tramos planos. Se subía y se bajaba. Etapa de alta intensidad. Recorrido de alta montaña donde no primaba el fondo sino la explosión. El líder era Van Avermaet pero los dueños de la carrera eran los del Sky. Les dieron licencia a los teloneros de la fuga, 40 hombres que animaron la fiesta un buen rato. Mientras Sagan sumaba los puntos del esprint y Alaphillipe los de la montaña, los de las camisetas con la ballena atrás ponían un paso de jazz, al que debía bailar el grupo principal. Desde su intecomunicador, Froome fungía de Jhonny Pacheco dirigiendo toda la orquesta y poniendo a cada quien en su lugar.

Solo Movistar se atrevió a mezclar otro ritmo en el recital. Puso paso y atacó. Valverde intentó un solo que alcanzó a ilusionar. Atacó en el segundo puerto fuera de categoría y se dio el lujo de ser líder virtual. Una gloria pasajera que no alcanzó para más. Sin ninguna lógica, el Bahrain entró al escenario a tomar las riendas de la persecución. Muy espontáneos, pero poco afinados. Lograron el descuento sobre Valverde y se fueron a camerinos. El Sky hizo su habitual fila india y esperó para volver a tarima con mucha más fuerza y con un ritmo más pesado. Entre tanto, en el último descenso, Doumolin quiso sumar su voz. Se fue por Valverde, lo superó y se lanzó por la etapa. Cantaba bien. No daba lugar a bostezos, pero al concierto le faltaba una tanda final.

Rumbo a la meta, en la subida de La Rosiere, Sky montó sus voces principales para rematar la tarima de un día con mucho sabor. Primero saltó Geraint Thomas, después Cristopher Froome. El primero se fue de largo y se quedó con la etapa. El segundo mostró su fuerza haciéndole la segunda a un ataque de Dan Martin. Adelante, Mikel Nieve, sobreviviente de los teloneros, enmudeció a 300 metros de la meta cuando vio que Thomas lo sobrepasó raudo por la victoria. Atrás, Nairo Quintana, Romain Bardet y Vincenzo Nibali, se quedaban afónicos y atónitos ante la descarga del Sky.

Para el equipo británico suenan trompetas y tambores. Thomas, galés de 32 años, es líder por 1’25» sobre Christopher Froome. El podio lo completa el holandés Tom Doumolin a 1’44».  El segundo y el tercero del Tour vienen de ser primero y segundo del Giro, lo que permite el interrogante sobre cómo rematarán la tercera semana. De ahí para abajo, con un minuto  entre ellos están los otros cantantes, que por ahora parecieran silenciados: Nibali, Roglic, Kruijswijk, Landa, Bardet, Quintana y Martin. La carrera no está resuelta, pero los del Sky están afinados y llevan dos días regalando sus mejores conciertos en la alta montaña.

Las carreteras estrechas, empinadas y serpenteantes continuarán siendo el escenario mañana rumbo a Alpe d’Huez. Una tarima especial. Tercer día de montaña. Muchos esperan un concierto ya escuchado en este Tour y en esta década.  Otros, que otro ritmo suene.

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