Ciclismo con J

Publicado el Jhon Jaime Osorio

Rusia 2018 – Día 2: Cristiano nos devolvió la fe

Así es el fútbol. Cuando uno ya se está aburriendo del Mundial porque el espectáculo está pobre, aparece un España – Portugal que te premia y te bonifica. Cuando uno está esperando un buen partido que salve el día, se juega un encuentro histórico. Cuando uno cree que el día va a ser para los goles agónicos, el partido empieza 1-0 en apenas 3 minutos. Cuando uno ha bostezado varias veces con Uruguay – Egipto y Marruecos – Irán, no alcanza a espabilar con el partido entre los dos vecinos ibéricos. Cuando todos piensan en una crisis de España por la intempestiva salida de su técnico, los jugadores apelan a la memoria táctica y hacen el gran partido. Cuando uno está perdiendo la fe en el juego, Cristiano multiplica los goles.

La retina quedó llena. En el último partido de la jornada hubo fútbol, muchos goles, espectáculo, derroche de talento, genialidades, intensidad, calidad técnica, errores, un tiro penal, coraje, estados de ánimo cambiantes, momentos dramáticos, tensión, remontadas y hasta errores arbitrales determinantes, pero no muy notorios porque el espectáculo con la pelota los opacó. Sencillamente, un partidazo. Los otros dos, no.

La falta de Diego Costa previa al gol para el 1-1 parcial le dio entrada a la esperada polémica por el uso del VAR. El apoyo audiovisual se pidió por primera vez en cuatro juegos. El árbitro dio el gol, dudó y consultó. Los especialistas frente a la pantalla no se pusieron de acuerdo. La tecnología, que siempre será una gran ayuda, hoy no aportó. Afortunadamente el partido superó rápidamente ese tema, lo desbordó.  Si a equipos y a jugadores los esperan varios partidos, al VAR por qué no. El 3-3 fue tanto, que el error del VAR o el del arquero español De Gea en el segundo gol de Cristiano quedan en el anecdotario menor.

De los otros dos partidos, muy poco para agregar. Para Uruguay – Egipto no se llenó el estadio, el fútbol no apareció mucho, el goleador Salah brilló por su ausencia en la cancha y Uruguay ganó al minuto 89 con gol de José María Jiménez usando una de las fórmulas clásicas de su selección: el juego aéreo. Y para Marruecos – Irán no había mucha expectativa, y el juego respondió a ese poco interés. Un autogol resolvió el partido a favor de los iraníes en el minuto 95. Emoción agónica. Mañana es día de 4 partidos; si sale uno tan emocionante como el último de hoy, valdrán la pena las ocho horas frente a la pantalla.

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