Ciclismo con J

Publicado el Jhon Jaime Osorio

Giro – Día 4: Los primeros flirteos de la montaña

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Bastaron los primeros flirteos de la montaña para que el Giro cambiara totalmente de cara. Atrás quedó el desierto; el decorado ahora son los las colinas sicilianas. El protagonismo ya no es de los sprinters sino de los clasicómanos.  Hoy ya no hubo recorrido plano, se pasó a un sube y baja constante. Las banderas con la estrella azul en algunos puntos del recorrido se cambiaron por el tricolor italiano a lo largo de toda la vía. Las llegadas en masa le dieron paso a la llegada en pequeños grupos. Lo único que sigue igual es el Fromme del primer día, que sigue cediendo segundos. Ahora sí se corre con el sabor habitual del Giro.

El perfil de la etapa anunciaba solo dos premios de montaña, ambos de cuarta categoría. Engañoso. En terreno siciliano se subieron varios puertos con la misma dificultad. El final de la etapa tenía un muro, determinante. Aunque hubo licencia para una fuga inicial de cinco hombres, entre ellos Enrico Barbin del Bardiani, que le apostó a la camiseta de mejor escalador, el cierre de la etapa ofreció una neutralización de los que se aventuraron temprano y una selección inicial del grupo de favoritos. Antier, al cierre de las tres etapas en Israel, había 47 ciclistas en el margen de un minuto en la clasificación general; hoy, con 60 segundos de diferencia solo quedan 25.

La rampa final hasta Caltagirone viejo, pueblo pequeño con fama mundial por la producción artesanal de cerámica, tuvo un último kilómetro explosivo, con curvas entre el 8,5 y el 13%. Subida cortica pero rendidora; infierno para rodadores y purgatorio para algunos candidatos al título, como Froome, que cedió 21 segundos.  En la meta aparecieron por delante los clasicómanos eximios, ciclistas enseñados a esos finales explosivos después de superar terrenos quebrados, que disputaron la etapa en un hermoso sprint, a su estilo.

La etapa la ganó el belga Tim Wellens. Batió en la raya a Michael Woods, Enrico Bataglin, Simon Yates y Davide Formolo. Ocho ciclistas, entre ellos Chaves, Pozzovivo, Dumoulin, Pinot y el líder Dennis  a 4 segundos.  Otros 10, entre ellos Aru y Carlos Betancur a 10 segundos. Una decena más, entre ellos Froome y Miguel Ángel López a 27 segundos. Primer asomo de la montaña y los favoritos no entraron juntos sino en pequeños grupos. Se marcaron diferencias cortas pero importantes. Se hizo limpieza en la general, hubo selección.

Los primeros coqueteos de la montaña movieron la carrera. Fue una sacudida que les quitó a los ciclistas la arena acumulada en el desierto israelí.  Sin duda, el El Giro es una larga pasión a la que le faltaba el color de la bota itálica. Ya están en ella. El Giro ya tiene buena cara.

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