Ciclismo con J

Publicado el Jhon Jaime Osorio

Giro 2019 – Día 10: Démare fue el más rápido en la cuna de la velocidad

Módena es la cuna de la velocidad.  Allí están las casas Ferrari, Lamborghini, Maserati, Ducati y Pagani. A esta ciudad llegó hoy le Giro con su etapa número 10.  Era casi obligado que, en la tierra de las grandes marcas de los motores, en la ciudad donde prueban prototipos que corren a más de 350 kilómetros por hora, el final de la carrera tuviera tensión, aceleración y explosión. Así fue. Una jornada más para los embaladores. Primera victoria para el francés Arnaud Démare y tercera derrota para el italiano Elia Viviani, que ya había perdido un mano a mano con con Ackermann en Fucecchio y otro con Ewan en Pésaro.

El día de descanso sirvió para carburar de cara a la segunda semana. Fue una etapa corta y plana. Un recorrido por calles anchas y rectas, con poco viento, y con el paso constante por poblaciones cargadas de arquitectura neoclásica, bizantina y romántica. Día de ritmo lento, de promedio de velocidad bajo. El japonés Sho Hatsuyama volvió a parecer en la fuga. Esta vez no iba solitario como en la tercera etapa, sino en compañía del Italiano Luca Covili, que aprovechó el paso de la carrera por su tierra natal para hacerse notar. Cumplieron con mostrarse y ganar las dos metas intermedias.

Hasta el kilómetro 144 fue una etapa sin novedades mayores. El rugir de noticias se dio en los 1.000 metros finales. Todo estaba servido para que en la ciudad en la que nació Pavarotti cantaran los tres tenores del esprint que quedan en el grupo: Ackermann, Viviani y Ewan, pero al concierto no llegó una de las voces. El alemán del Bora – Hansgrohe se fue al piso y con él cayó Jakob Mareczko,  que ha sido segunda voz en las llegadas masivas. Al otro lado de la vía, al frente del lugar donde cayó el líder de la maglia ciclamino, otra montonera.  A 70 kilómetros por hora, Mateo Moschetti, del Trek, chocó contra las vallas y permaneció inconsciente unos minutos. Pánico en su equipo y en la afición. mientras tanto, unos metros adelante, se resolvía el ganador de la etapa.

Démare tenía más tanque para los metros finales. Con la caída, Viviani se quedó sin tren de lanzamiento y agotó su motor. Ewan saltó muy temprano y se quedó sin gasolina. Ackermann, con sus alerones rotos, entró a meta dos minutos después.  La caída fue el gran susto del día, y la llegada masiva, la gran emoción.

Mañana será el último día de la semana para los hombres veloces. 221 kilómetros entre Carpi y Novi Ligure. Desde el jueves, el turno será para los prototipos de escalador.

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