Ciclismo con J

Publicado el Jhon Jaime Osorio

Giro 2021 – Etapa 5: La primera visita al mar no fue grata

El Giro de Italia llegó al Mar. Se anunciaba un día tranquilo, con lluvia y viento, y con un trazado plano, propicio para una llegada al esprint. No fue del todo así. La llegada masiva fue espectacular, no llovió ni abanicó el viento; pero el mar de Cronos, como se le conoció en la antigüedad, fue testigo de una jornada que terminó  siendo accidentada, peligrosa y muy nerviosa. La línea de meta no estaba en la playa, sino en la zona urbana de Cattolica, un balneario turístico a orillas del Mar Adriático,  que al mismo tiempo es un puerto pesquero con varios astilleros.  En el mar había barcos y turistas; en las calles bolardos, rotondas, desniveles, resaltos, curvas y árboles, que el lote tuvo que sortear a 60 kilómetros por hora. No todos salieron ilesos.

Según la mitología griega, por el Adriático navegó Jasón con los Argonautas en busca del Vellocino de Oro, en un viaje lleno de aventuras que requirió la ayuda de muchos dioses. Hoy la ayuda divina no llegó para todos y la aventura del viaje para buscar el esprint terminó en calamidad. Después de un día en calma, con dos fugas minoritarias bien controladas por el grupo principal, el lote aceleró como es la costumbre en este tipo de etapas, y los obstáculos que tenía la vía generaron tres aparatosas caídas. El balance fue el abandono de Mikel Landa con fractura de clavícula, la pérdida significativa de tiempo  de Pavel Sivakov y el retraso de Joe Dombrowski, que era segundo en la clasificación general.

La etapa tuvo 176,9 kilómetros. Recorrió la Vía Emilia en una ruta directa, sin montaña, absolutamente plana. Salió de Modena, pasó por Bolonia, Imola, Forlí, Rimini y llegó a Cattolica. El ritmo fue tan sosegado, que hasta le dieron licencia a Lorenzo Fortunato para que al paso por su tierra natal en Bolonia pasara al frente del grupo y saludara a sus paisanos. Ni en los esprints intermedios hubo grandes emociones, estaban contenidas para el cierre de la etapa. La calma se volvió  estrés y se transformó en caos en los 20 kilómetros finales. Caleb Ewan se quedó con la victoria en la línea y dejó a Giacomo Nizzolo en su habitual segundo lugar. Juan Sebastián Molano fungió de lanzador, pero nunca  vio a su rueda a Fernando Gaviria, que entró en el quinto lugar. El colombiano  lleva tres jornadas buscando el vellocino de la victoria.

Según la leyenda, en este sector de Italia se refugió  el dios Cronos en busca de calma, después que su hijo Zeus lo destronara de los reinos celestiales. Había vagado a través de los mares en un barco hasta  la región de Etruria, donde fue acogido, y bajó a descansar a las hermosas playas que hoy esperaron al Giro. La primera vista al mar en esta edición de la carrera no fue grata. Para los pedalistas no hubo calma. Día tenso por la vía y los accidentes. Mañana será otro día. Tampoco habrá calma, porque vuelve la alta montaña.

Entrarán en escena los Apeninos. La etapa 6 sale de Grotte de Frasassi y llega a Ascoli Piceno. Hay varias subidas categorizadas como premios de montaña y otras que no. La más dura está al cierre de la jornada y es de 15 kilómetros. El viaje sigue. Un día para que Egan y los escaladores vivan muchas aventuras.

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