El Gocho

Publicado el ghernandez

La selección Colombia NO ES DE TODOS

La cruda realidad de un negocio en el cual todos creemos que podemos cuestionar.

Ese hincha que paga su boleta está en su derecho de criticar o no por lo que pagó y es decisión de él, si vuelve a consumir el producto 'selección Colombia' / Archivo - El Espectador
Ese hincha que paga su boleta está en su derecho de criticar o no por lo que pagó y es decisión de él, si vuelve a consumir el producto 'selección Colombia' / Archivo - El Espectador

Sé que siempre ha sido así en Colombia, Venezuela, Argentina, Brasil o en cualquier país, incluso en Cafarnaúm, pero señores les pregunto: ¿quién les dijo a ustedes que son dueños de la selección Colombia para andar criticándola a cada rato?

¿Quién nos dio voto a nosotros los periodistas para andar cuestionando al técnico José Pékerman porque hace o no hace? La selección Colombia, se les recuerda, es un ‘NEGOCIO PRIVADO’ como cualquier otro, solo que este pertenece a una empresa llamada Federación Colombiana de Fútbol, pero que nada tiene que ver con las entidades del Estado.

Lo que pasa es que fue fundada por unos visionarios que supieron lo importante y lucrativo que podría resultar hacer una empresa con el nombre del país y que lo representara ante una multinacional llamada FIFA que rige el deporte con más simpatizantes en el mundo.

Pero no deja de ser un negocio privado, pues son ellos, sus dirigentes, los que tienen que buscar los recursos y el dinero para que la empresa funcione, ya sea por patrocinio, acuerdos, negocios privados, etc…

Entonces pregunto yo, ¿a cuento de qué nosotros los periodistas, que ni siquiera aportamos un peso a esa empresa porque hasta la entrada a los partidos nos la regalan a través de la acreditación, tenemos que estar cuestionando, fusilando, criticando cuanta actividad se lleva a cabo allí adentro en dicha organización o lo que hacen los patrones (directivos) con sus empleados (cuerpo técnico). Es cierto que le pagan un dineral a un señor para que dirija luego a unos empleados temporales (jugadores) y que como en todo negocio tienen unas metas por cumplir, en este caso clasificar al Mundial de Fútbol, pero eso es problema de ellos.

Dejémoslos tranquilos entonces, ellos verán a qué gerente o administrador (entiéndase DT) contratan para llevar a cabo ese ‘logro’ y como la consecución del objetivo es responsabilidad del técnico, pues entonces es él el que tiene que mirar qué futbolista convoca o pone a jugar sobre el terreno de juego en la nómina titular.

Y si negocian o no negocian con los jugadores que llaman y después los venden, pues es problema del patrón que lo acepta o no. Si la ley lo permite  y las autoridades judiciales ni se preocupan por eso, entonces ¿por qué nosotros sí armamos un escándalo de lo que pasa allá adentro? Otra cosa sería si fuese un negocio ilegal y ahí sí estaríamos obligados a denunciarlos.

El que se llame selección de Colombia no significa, a mi juicio, que esa empresa pertenezca a todo el país y mucho menos a nosotros los periodistas, así la publicidad y tanto comercio así nos lo haga creer.

Les recuerdo que ni un solo peso de nuestros impuestos va a parar allí a esa Federación. Si la gente va o no al estadio, si compra o no la camiseta es problema de ese aficionado que paga por ver y gozar un espectáculo y ya, hasta allí realmente llega su derecho como consumidor.  Ese comprador decidirá luego si repite la compra o si vuelve al estadio de acuerdo a su estado de satisfacción como sucede con cualquier producto comercial.

Nadie obliga a ese consumidor a volver a ver un partido de ese equipo si simplemente no quedó a gusto con su anterior experiencia.

De ñapa les recuerdo que lo mismo sucede con los equipos de fútbol o clubes. Son negocios privados, la gran mayoría de ellos con unos pocos dueños visibles.

Se los ejemplifico de la siguiente manera: Es como si yo pongo un restaurante y al frente se paran dos sujetos a cuestionarme porque uso uno u otro ingrediente, porque compro o no el tomate en la plaza de mercado o en la tienda, o me critican porque la carne que servimos en ‘MI restaurante’ no es de corte fino y lo peor de todo es que critican, critican, critican y ni siquiera entran a comprarme una botella de agua.

Sí, como negar que el fútbol nos divierte y es un espectáculo de entretenimiento que a todos nos gusta ver y al cual le metemos muchas veces apasionamiento desbordado, pero por eso es que por eso….

Mi Twitter es @chamogabriel

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