Deporte en letras

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Cuando Queiroz sonríe

Carlos Queiroz es un buen tipo entregado a la causa. Deportivamente no es muy diferente a quien reemplazó, José Pékerman: ambos exhiben títulos mundiales con selecciones juveniles como sus mayores logros. Pero Queiroz se esfuerza por caer bien. Sonríe, es amable, y dice cosas cuando habla. La prensa lo empieza a querer y ésa es su gran diferencia con el argentino. Criticar a un bonachón es difícil, queda mal, es impopular.

El técnico, además de fútbol, si de algo sabe es de administrar su imagen. Se muestra como un hombre de estado en un país en el que la selección nacional parece cuestión de estado. Acepta las fotos y sonríe, acepta un autógrafo y sonríe, contesta preguntas y sonríe. Es un sesentón (66) guapo de ojos claros y con canas que siempre sonríe. Y eso tiene encanto entre los hinchas. Y entre la prensa.

Este martes entregó una lista de 24 jugadores para los dos amistosos –aunque a él no le gusta ese término- que Colombia tendrá en Estados Unidos contra Brasil y Venezuela la próxima semana. Tres selecciones suramericanas jugando en California, el tercer estado con más población latina, no es una cuestión de amistad sino de negocio.

Llegó puntual, de saco y camisa pero sin corbata. Alistó su hoja de papel doblada en cuatro y empezó a leer nombres. Luego estuvo casi una hora contestando preguntas de los periodistas: hablando mientras decía más de una cosita. La primera no la dijo, pero se dio por entendida: el suplente de David Ospina ya no es más Camilo Vargas. Convocó a Álvaro Montero, Aldair Quintana y Éder Caux para darles la chance que nunca tuvo Vargas durante años.

La segunda sí la dijo: si en su momento Colombia lloraba la ausencia de Carlos Valderrama ahora no habrá que hacerlo por James Rodríguez. A falta de un número 10 es feliz con cuatro números 11. “El que no tiene perros caza con gatos”, comentó.

Queiroz parece un técnico hecho a la medida para esta época. Quién se iba a imaginar que aquel chico al que como futbolista profesional apenas le alcanzó para ser portero en su natal Mozanbique -atajó seis años en el Ferroviário de Nampula antes de retirarse-, se convertiría hoy en un técnico mundialista con Twitter e Instagram. Sus redes sociales son sospechosamente elaboradas: ¡le pone la tilde a fútbol!

Antes  de debutar con Colombia, el DT se aseguró primero de abrir una cuenta de Twitter y seguir las de la Federación, James, Falcao, Cuadrado y Ospina, en ése orden. En su primer trino incluyó un mensaje con hashtag (#) y foto. Muy corporativo.

Que el técnico aporte 400 mil seguidores en Instagram es un valor agregado hoy en día para la industria del balón. Lo dicho: Queiroz se entrega a la causa, comparte fotos y trinos al mismo tiempo que sonríe. Ojalá no sea cosa de influencers…

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En Twitter: @ivagut

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