Por: Laura M. Sánchez Dávila.
Abre sus ojos, pestañea dos veces,
seca sus lagrimas
agradece un nuevo día.
El latir de su corazón se agita por momentos.
Está lastimado,
se arrugó, se agujeró.
Respira,
no hay odio, solo dolor.
Camina sin rumbo fijo,
su mente divaga, vuela hasta lo más alto y cae,
es una caída libre donde no encuentra su sostén.
se pierde.
Vuelven las lágrimas a reflejar lo que su corazón tiene.
Preguntan
¿Y que tiene el corazón?
Un dolor que no puede controlar
¿Y cómo se puede ayudar?
El amor y el tiempo lo dirán.
Las cosas no salen a veces como se espera
las ilusiones pueden caer
el alma puede llorar
el corazón se puede apresar
pero el tiempo puede pasar.
Después de caer, se puede levantar,
Y es ahí donde el corazón se puede liberar.
El llanto pasa, los agujeros se cierran,
la luz en el camino que sintió estar apagada
ahora empieza a encenderse de nuevo
iluminando paso a paso sin parar.
El destino es incierto,
las pruebas son duras,
el tiempo sana el corazón
y renace la ilusión
El amor florece y crecerá junto a los dos.
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Concepto fotográfico tomado de Catrin Welz Stein