Por: Mary Ramírez
Anda, date prisa, inquieto corazón. Ve a buscar eso que quieres, el tiempo corre.
No te canses, palpita a tu ritmo, falta mucho por recorrer, la vida sigue.
¿Fallaste? Intenta nuevamente, ¿te quebrantaste? Tenía que pasar. Supéralo.
¿Por qué dudas? Eres consciente de la capacidad que tienes. Exprésala.
Ama intensamente, sí, aunque tengas miedos, aunque entregues más, aunque dure poco.
No te sofoques, mantén la calma, aguanta el impulso cuando quieras herir porque el daño también queda dentro de ti.
¡Vamos! Arriésgate, dilo, con letras, con canciones, con tu voz, con acciones, pero dilo.
Abrígate, corazón, cuando sientas frío. Desbórdate cuando te inunde el llanto. Purifícate.
Si te sientes solo, corazón, conserva y acondiciona el espacio, alguien vendrá.
Huye si te intentan quitar el rojo intenso que te caracteriza, que te hace ser tú, que te da significado.
¡Vamos, corazón! Mantente así, viviendo.
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concepto fotográfico tomado de Catrin Welz Stein