Sigo disfrutando las invitaciones a cine y luego de ver “Hojas de otoño”, “Pobres criaturas” y “Vidas pasadas”, el turno es para “Napoleón, arte y poder”, documental que Cine Colombia proyecta en algunas salas de Bogotá, Cali y Medellín el 9, 10 y 11 de febrero. Presentado y narrado por el actor Jeremy Irons, “Napoleón,…
Sigo disfrutando las invitaciones a cine y luego de ver “Hojas de otoño”, “Pobres criaturas” y “Vidas pasadas”, el turno es para “Napoleón, arte y poder”, documental que Cine Colombia proyecta en algunas salas de Bogotá, Cali y Medellín el 9, 10 y 11 de febrero.
Presentado y narrado por el actor Jeremy Irons, “Napoleón, arte y poder” parte de la frase “después de Jesucristo, Napoleón es el hombre más famoso de la historia” para escudriñar el aspecto cultural que inspiró a Napoleón para construir estéticas que siguen o puntos de vista vigentes hasta el presente, como la importancia de que el ciudadano tenga acceso al arte, el Museo de Louvre, el Estilo Imperio.
“Nuestro documental pretende investigar, prestando especial atención a las obras de arte de Italia, la compleja relación entre Napoleón, la cultura y el arte en sus múltiples manifestaciones contradictorias como un soporte político-ideológico para legitimarse como heredero del mundo clásico y sus grandes hombres; un instrumento para la educación estética, moral y cívica de los ciudadanos; un objeto de propaganda es el botín de guerra ganado por la Francia revolucionaria ; un lenguaje para construir una nueva iconografía imperial y un nuevo estilo arquitectónico”, dicen los productores 3D Produzioni y Nexo Digital.
El hilo conductor del documental son las notas de “Te Deum” que Giovanni Paisiello compuso para aquella coronación y que durante décadas estuvo extraviada hasta que recientemente la partitura fue encontrada en el Archivo Estatal de Milán. Con motivo de este audiovisual, que sirve para conmemorar los 200 años de la muerte de Napoleón, el compositor italiano Remo Anzovino renueva la partitura y junto a una orquesta la interpreta por primera vez desde 1805, día de la coronación de Napoleón como rey de Italia en la Catedral de Milán.
Justo a las afueras de este recinto, Jeremy Irons recibe al espectador y lo sitúa en el 26 de mayo de 1805, día de la coronación y explica que dicho evento fue hecho histórico porque, según nos cuentan, significó el encuentro entre el emperador y los siglos pasados: el mundo grecorromano, el Renacimiento y la herencia lombarda que está representada por la corona de hierro que Napoleón lució al culminar la ceremonia.
Mientras se reconstruye la partitura, otros objetos utilizados en la coronación (el cetro y el manto) son restaurados, algo que sucede rápidamente ante los ojos del espectador.
Jeremy Irons, quien se encuentra en la Catedral de Milán y en la biblioteca Braidense de Milán, traslada la narrativa hacia la campaña egipcia y explica que a pesar de que fue desastrosa desde el punto de vista militar, hoy se recuerda de forma extraordinaria porque permitió entender la civilización egipcia gracias al descubrimiento de la Piedra Rosetta y a la presencia de los ‘160 sabios’ que llevó Napoleón.
Lo interesante y novedoso de este documental es que reúne expertos de diferentes nacionalidades en historia, música o arte, y no explora mucho la campaña militar, sino la relación entre poder, arte e imagen que tanto aprendió Napoleón de los romanos o egipcios y que sirvió para imponer el Estilo Imperio que se puede apreciar en París y sus alrededores, pues está presente en la Madeleine, el Arco de Triunfo, la Place Vendôme y el Castillo de Fontainebleau, así como la tumba de Napoleón en Les Invalides.
“Napoleón, arte y poder” también explora los saqueos de obras de arte que fueron enviadas a Francia y sin justificar la acción, detalla que la motivación fue la admiración que tuvo por el arte italiano y las ganas de que los niños y ciudadanos tuvieran acceso a tales obras de arte.
De allí el interés por crear el Museo de Louvre, el museo más visitado del mundo, que tuvo como “objetivo específico de reunir lo mejor que artistas de todas las épocas y nacionalidades habían producido en la nueva capital del mundo”. Visitar este recinto es acudir a una larga (larguísima) y complicada clase de historia del arte, pues abarca casi 10.000 años de creación artística.
Aquí se encuentra la famosísima “La Gioconda” o “Mona Lisa”. Poder verla de cerca y durante varios minutos es complicado debido a la cantidad de turistas, pero a cambio se puede apreciar tranquilamente en esta misma sala la obra “Las bodas de Caná” del Veronés, que por su gran formato se salvó de ser repatriada junto a “La coronación de espinas” de Tiziano y “San Francisco recibiendo los estigmas” de Giotto.
El Louvre también exhibe el cuadro de Jacques-Louis David sobre la Coronación de Napoleón y Josephine Beauharnais celebrada el 2 de diciembre de 1804 en Notre-Dame, una obra monumental y un triunfo de la iconografía napoleónica porque fusiona perfectamente el poder de la imagen y el arte en beneficio del emperador.
Yo no sabía que Napoleón había fundado la Pinacoteca di Brera, una colección de arte en Milán que alberga muchas de las grandes obras italianas “con el objetivo de ofrecer una educación artística a los aspirantes a artistas y ciudadanos”.
Así que, si Milán fue el centro de recepción y clasificación de obras de arte, Roma fue el lugar privilegiado para “extraerlas” con el fin de conectarse con las figuras míticas de Alejandro Magno, Augusto y Adriano.
Según esta pieza audiovisual, a parte de los saqueos, Roma recobró su brillo gracias a Napoleón. Aunque nunca fue a la ciudad, durante su gobierno se revalorizó la emblemática columna de Trajano y el Foro de Trajano adquirió el aspecto que luce hoy en día.
“Napoleón, arte y poder” narra, igualmente, el interés particular de las obras de los Museos Capitolinos y la odisea de las obras de arte que partieron hacia París después del Tratado de Tolentino y regresaron a casa, en silencio, por la noche, de 1816, gracias a los esfuerzos de Antonio Canova, quien también se benefició del poder de Napoleón, aunque no compartió todos sus puntos de vista.
“Esta reconstrucción permitirá también reflexionar sobre la relación entre poder e imagen mediada por el arte, en términos de la actualidad, mirando hacia los regímenes del siglo XX y el mundo actual”, agregan los productores.
La próxima vez que vaya a París y al Louvre, y cuando visite Roma y Milán, recordaré todo lo visto en este documental.
“Napoleón, arte y poder” es la nueva apuesta de Cineco Alternativo, que presenta en cine ópera y ballet, y que este 2024 se renueva con el ciclo “Historia y civilización” que incluye cinco documentales producidos por Nexo Digital, pioneros en experiencias cinematográficas diferenciales.
Este ciclo se apoya con el “Club de arte e historia” al que se puede acceder gratuitamente. Este jueves 8 de febrero a las 5.30 p.m. se hablará sobre la nueva iconografía imperial y el nuevo estilo arquitectónico que impuso Napoleón para reflexionar sobre la relación entre el poder y el arte, y su influencia en regímenes del siglo XX y el mundo actual.
La banda sonora de “Napoleón, arte y poder” se puede escuchar aquí.
* Imágenes: Francesco Prandoni / 3D Produzioni / Nexo Digital / Cineco Alternativo
Periodista con maestría en Estética e Historia del Arte.
Coautora del libro “Cartas de Cuarentena”, junto a la cineasta Josephine Landertinger Forero.
Creadora de @liarteconarte.
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